La pandemia del Coronavirus no solo nos tiene encerrados y aburridos de las rutinas que tratamos de reinventar todos los días para que no sean agobiantes. Este tiempo nos ha permitido a muchos  pensar en nuestras necesidades, las cosas básicas, lo que es imprescidible para vivir o no.

Esta reflexión la podemos extrapolar a nuestra situación país. Como si el manejo de la pandemia con altos y bajos (y errores) no fueran suficientes, los camioneros hicieron un paro... 

Estamos en el mes de la patria, donde aparecen "nuestras" tradiciones y una de éstas es la "Parada Militar", la cual será reemplazada por un izamiento solemne de la Bandera Bicentenario del Morro de Arica este 18 de septiembre... 

Durante la ceremonia no habrá banda militar, sino solo un toque de clarín, un pie de cueca y una alocución a cargo del jefe de la Defensa Nacional y comandante general de la Guarnición de Ejército Arica, bajo un marco de público acotado... 

Igualmente, la mesa técnica de ONEMI acordó modificaciones para las liturgias religiosas de Fiestas Patrias. En primer lugar, el culto de "Acción de gracias" evangélico se llevará a cabo solo en forma virtual, a las 20:00 horas del jueves 17. Mientras que el "Te Deum" católico se cambiará por una oración a la patria en la Catedral San Marcos de Arica el 18 de septiembre a las 09:30 horas, con un público que no superará las 15 personas... 

Pisteando como un campeón en mi mente, me pregunto: ¿Es tan necesario esto que estoy informando?

¿Es necesario un gasto por una ceremonia pública, por muy tradicional que sea?, ¿Es necesario celebrar Glorias de algo que ya no las tiene? ¿O celebrar una patria que sabemos que está construida de manera deficiente e injusta?

En un país que se presenta como laico, ¿es necesario que existan liturgias por protocolo?

Pienso y re pienso: hay recursos que podrían ir para otro lado, donde realmente sí se necesitan... Pero aquí estoy, compartiendo que seguimos con tradiciones de tiempos pasados. ¿Es realmente necesario?