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En la altura de Camarones captan uno de los cuatro marsupiales chilenos: La llaca del norte [VIDEO]

18 Noviembre 2020

Aparatos que capataron el ejemplar van rotando entre tres bofedales en estudio en tres comunas de la región.

El Morrocotudo >
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Las cámaras trampa son el nuevo recurso que agregó CONAF en el marco del programa de Monitoreo de humedales altoandinos, del proyecto Manejo Sustentable de la Tierra (MST), esta vez para captar imágenes de especies nocturnas del bofedal de Parcohaylla, propiedad de la comunidad indígena homónima de la comuna de Camarones, la que dio su aprobación y consentimiento a la iniciativa.

Y el primer resultado fue promisorio. Además de un ratón orejudo del norte -especie vulnerable- se registraron imágenes de una llaca o yaca del norte -Thyllamis pallidior- uno de los cuatro marsupiales existentes en Chile, de los seis que viven en Sudamérica.

Rara
La llaca aún no tiene clasificación oficial, y aunque, pero en Chile se le considera rara y el SAG la incluye en la lista de especies con prohibición de caza o captura, según el reglamento de la Ley de Caza. Esto en atención a que se trata de animales benéficos para mantener el equilibrio de los ecosistemas naturales, advirtiendo que sus poblaciones son reducidas.

Las cámaras trampa del proyecto MST van rotando entre los tres bofedales en estudio, en el marco además de un convenio entre CONAF y CONADI: el de Parcoaylla -de una superficie de 15 hectáreas- donde se captó la imagen de la llaca, el de Pisarata en Putre, y el de Cacanpalca de General Lagos, donde recientemente se produjo el hallazgo de una población estable de sapito de cuatro ojos (Pleurodema marmorata).

“Este método nos permitirá recabar información e imágenes valiosas sobre la biodiversidad existente en estos ecosistemas, y planificar luego medidas específicas de conservación”, indicó el director regional de CONAF, Héctor Peñaranda.

Por su parte, Sebastián Vidal, encargado del área ambiental del proyecto, explicó que el monitoreo de los bofedales altoandinos incluye varias componentes o líneas de acción. “La idea es poder identificar aquellos cambios ambientales positivos que tienen los tres bofedales y comienza de manera previa a los trabajos de mantención que estamos realizando, los que incluyen la canalización, o bien la limpieza de canales ya existentes, o el despeje de diversos sectores del bofedal que están degradados o mayormente secos”, señaló. En la labor participa también, Natalia Gutiérrez, licenciada en geografía y encargada de georreferenciar y lograr luego las cartografías de los hallazgos. Un tercer integrante del equipo, Horacio García, coordina a las cuadrillas de la zona contratadas para efectuar las canalizaciones.

Monitoreo integral
Vidal agregó que “este año estamos relevando la descripción de los factores bióticos -flora, fauna y otros organismos presente-, así como los factores abióticos -agua y su Ph, temperatura, suelo, clima, entre otros-. En este contexto y dentro de los factores bióticos, es que el monitoreo incluye la componente mamíferos, a los que se busca identificar a través de dos formas indirectas. Una es el uso de transectas o recorridos definidos que nos permiten hallazgos o indicios tales como vellón de vicuñas o huellas, o fecas en el terreno. El otro modo indirecto corresponde a las cámaras trampa con un cebo cercano, para poder identificar aquellas especies nocturnas que puedan aparecer en la misma área de estudio y que no pueden ser observadas durante el día”.

Cámaras trampa
El recurso de las cámaras trampa, según indicó Sebastián Vidal, “no tiene un impacto inmediato a la especie, ya que es un registro que se toma al movimiento circundante, gracias a los sensores que tiene la cámara y no tiene un impacto directo como la captura u otros que sí pueden provocar algún grado de estrés al animal, lo que siempre se espera minimizar tomando todas las medidas de seguridad. Para este trabajo disponemos de tres cámaras que irán rotando por los diversos bofedales”.

Lo relevante del registro de la llaca puntualiza además Vidal, es que “provee información valiosa respecto de la distribución actual de la especie, ya que no hubo registros para Cacanpalca o Pisarata, por lo que se circunscribe y es importante entonces, para la zona altoandina de Camarones”.

En próximos pasos, se espera agregar la opción de captura para análisis específicos de la especie, para lo cual se tramita el respectivo permiso ante el SAG.

Marsupiales chilenos
El pariente más cercano del Thyllamis pallidior es Thyllamis elegans que vive al sur del desierto de Atacama. En tanto, los otros dos marsupiales chilenos son el monito del monte (Dromiciops gliroides) y la comadrejita trompuda (Rhyncholestes raphanurus).

La yaca o llaca del norte posee grandes ojos y su pelaje es color grisáceo. Una peculiaridad que nos muestra la sabiduría de la naturaleza, es que su cola le permite almacenar grasa para sobrevivir el tiempo de invierno. A diferencia de los conocidos canguros o koalas australianos, cada uno de los cuatro marsupiales chilenos son de tamaño pequeño y se les considera fósiles vivientes, ya que sus ancestros surgieron hace unos 70 millones de años.
Y al igual que muchas especies silvestres, la fragmentación o pérdida de hábitat es una de sus principales amenazas. De allí es que, según afirman desde la CONAF, resulta importante monitorear y proteger los lugares donde la llaca vive, contar con la colaboración de los residentes del lugar y que se conozca qué marsupiales tiene la rica biodiversidad de Arica y Parinacota.

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