Cuanto daño provocan quienes hacen de la política un asunto personal. Descuidan y se olvidan de la razón de ser de sus funciones.
Los mayores perjudicados son aquellos que los eligen para que cumplan con lo que proponen y que finalmente nada cumplen. Estas actitudes provincianas, muy cercanas a la periferia son las que dañan a la ciudad, proyectando una imagen, como si todos fuéramos de la misma clase.
Hay que subir el nivel del debate y no transformarlo en una discusión callejera, propias de quienes no tienen argumentos y solo se dedican a des-merecerse ellos mismos.
Estamos muy cerca de las elecciones y ésta es una nueva oportunidad para los electores, de elegir a quienes se merecen y negarles su apoyo a los malos elementos. Los electores deben saber distinguir entre el oportunista y aquel que solicita su apoyo para trabajar verdaderamente por Arica.
Nuestra ciudad es una de las mas alicaídas y menor desarrollo, donde cada día su gente tiene que salir a buscar nuevos horizontes. Ojala la gente se diera cuenta de tanto engaño, no sólo de los candidatos que son ariqueños, sino también de los que vienen de fuera , que ni siquiera conocen Arica. Que ofreciendo el cielo, mar y tierra, que es imposible de cumplir, ganan el favor del desencantado y olvidado ciudadano.
Reflexión. Cuanto daño
Reflexión.
Cuanto daño provocan quienes hacen de la política un asunto personal. Descuidan y se olvidan de la razón de ser de sus funciones.
Los mayores perjudicados son aquellos que los eligen para que cumplan con lo que proponen y que finalmente nada cumplen. Estas actitudes provincianas, muy cercanas a la periferia son las que dañan a la ciudad, proyectando una imagen, como si todos fuéramos de la misma clase.
Hay que subir el nivel del debate y no transformarlo en una discusión callejera, propias de quienes no tienen argumentos y solo se dedican a des-merecerse ellos mismos.
Estamos muy cerca de las elecciones y ésta es una nueva oportunidad para los electores, de elegir a quienes se merecen y negarles su apoyo a los malos elementos. Los electores deben saber distinguir entre el oportunista y aquel que solicita su apoyo para trabajar verdaderamente por Arica.
Nuestra ciudad es una de las mas alicaídas y menor desarrollo, donde cada día su gente tiene que salir a buscar nuevos horizontes. Ojala la gente se diera cuenta de tanto engaño, no sólo de los candidatos que son ariqueños, sino también de los que vienen de fuera , que ni siquiera conocen Arica. Que ofreciendo el cielo, mar y tierra, que es imposible de cumplir, ganan el favor del desencantado y olvidado ciudadano.