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Imagen de Pedro Calderón Terraza

Que paradoja del destino.

Que paradoja del destino. Durante el gobierno de Pinochet muchos compatriotas (me incluyo) hicieron uso de su libertad y salieron al extranjero a buscar trabajo porque en Chile no había. Cuando se llega a una tierra extraña con humildad, las puertas se le abren de par en par, además después es querido por su aporte a la comunidad. Llegamos en principio a realizar trabajos que los podía hacer cualquier nacional del país pero como buen chileno nos esforzamos, nos sacamos la cresta trabajando y de a poco fuimos siendo reconocidos por nuestro esfuerzo y aporte, y podíamos mandar a nuestras familias las lucas necesarias para que pudieran vivir en nuestro Chile.

¿Por qué somos tan déspotas frente a nuestros vecinos?

¿Ya nos olvidamos de nuestra historia reciente? No debemos ser soberbios, la historia se repite por la necedad de los hombres.

El hombre demuestra su grandeza por el modo en que trata a los que son o tienen menos que él.

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