Este fue mi tercer año animando el Carnaval Con la Fuerza del Sol Inti Ch'amampi, y siento que cada vez me enamoro más de esta bella anata (fiesta).

Como animadora, puedo decir que me voy con el corazón llenito, ya que, a pesar de todas sus aristas, podemos concluir que se logró el objetivo de que, en sólo 3 días, disfrutamos de una fiesta como la celebración que toda la vida soñó Simón Bolívar, la fiesta de la integración, sin banderas, sin distinción de color de piel ni colores políticos, donde la alegría y el jolgorio se sintieron en cada rincón.

Como comunicadora social, debo mencionar el lado B del carnaval: la basura que dejó toneladas de desperdicios por todo el circuito del carnaval, además de pisos sucios productos de la espuma; la delincuencia que provocó la inseguridad del público, víctimas de robos de teléfonos y billeteras, principalmente y; el abuso excesivo de alcohol y drogas, del cual fui testigo desde el escenario de varias peleas producto de la borrachera de algunos. Pero bueno, fue parte del show que, sin duda, debemos prevenir en los años que siguen.

A modo personal, agradezco a la ciudad: se sacaron un 7 como anfitriones de este bello carnaval, utilizando hashtags, tweets, publicaciones, stories y compartiendo la publicidad. Todo para invitar una vez más a los amigos de Chile y del extranjero a que participen con nosotros en este encuentro diverso de las culturas que confluyen en este rincón del continente que llegará a ser tan grande, que tendrá su lugar como una de las fiestas más importantes del mundo.

Foto original: Ariel Silva Cuello / Las postales que dejó el Carnaval Con la Fuerza del Sol

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