Arica Nativa: Un grito de rebeldía por el reconocimiento del patrimonio ancestral [FOTOS]

06 Noviembre 2017

Más de 100 personas asistieron a la apertura del Festival Arica Nativa en Guañacagua a la luz de la luna. El sol se escondió entre las montañas. 

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El tinte naranjo del cielo dio paso a las estrellas. En el atrio de la Iglesia de Guñacagua ya estaba todo listo: pantalla gigante, asientos, luces de colores, olor a pan amasado y calapurca, y, como no podía ser de otra manera, las copas listas para degustar el pintatani, vino típico de la zona. Y lo más importante, l@s poblador@s, invitad@s y espectadores dispuest@s a disfrutar del festival y de los tesoros naturales y culturales que custodian las comunidades rurales e indígenas del planeta, lejos de las ciudades. 

La velada comenzó al ritmo de bronces, guitarra y canto. Como en toda ceremonia no faltó música ni danza. Entonando al unísono Jallalla dio inicio la 12ª edición de Arica Nativa. Así lo hizo saber Juanita Ringeling, animadora de la noche, quién además lideró la iniciativa ‘Mamita Nativa’, rescatando la cocina patrimonial gracias a la cual se mantienen vivas los ingredientes y recetas ancestrales nortinas como el picante, la calapurca, pan amasado y platillos hechos en base a quinoa entre otras muchas opciones. L@s espectador@s disfrutaron así de una variedad de recetas hechas por las artesanas de Guañacagua que dispusieron de su sabiduría y conocimientos para alimentar a l@s visitantes. Gracias a la Fundación Konrad Adenauer por el apoyo al rescate del patrimonio gastronómico de la zona. 

JALLALLA, PELÍCULAS INDÍGENAS CON SENTIDO

Jallalla es una palabra quechua-aymara. Se usa para denotar ‘alegría, esperanza y celebración’. Explicaban los animadores que es como un ‘renacer’ para disfrutar con júbilo un momento dado. Qué mejor ocasión para gritarla que el inicio de la 12ª edición de Arica Nativa. Jallalla es también el nombre de una de las 7 categorías en competencia del Festival de Cine, justamente la que identifica películas que recreen historias o imágenes relacionadas con las culturas indígenas ancestrales del planeta, sus costumbres, cosmovisión y paisaje cultural. En esta primera sesión se proyectaron 5 de las 11 películas en competencia.

De diferentes partes del mundo (Perú, Bolivia, Guatemala, Ecuador y México) aparecieron paisajes y costumbres. Los presentes pudieron apreciar que, aunque de culturas diversas, las semejanzas son incontables: ceremonias de agradecimiento a la tierra, el agua, el viento y el sol; ritos en comunidad donde no puede faltar la música, el canto o la danza; tampoco la ofrenda, el alimento…

Entre los invitados de este año, Yves Sioui, indígena de las comunidades wendat del norte de América (Canadá), entonó un grito de esperanza: “Nosotros, gente del norte, somos los últimos sembradores de maíz allá. Tenemos una conexión muy fuerte con toda la gente del maíz, de aquí, de América del Sur. Esperamos lo mejor para todas las comunidades del continente, que cambie la onda, que haya respeto, que se reconozca la gran historia que tenemos de miles de años”, aseguró determinante levantando aplausos. 

LA MUESTRA DE CINE MÁS PEQUEÑA DEL MUNDO

Tras la música de varios artistas locales que amenizaron y acompañaron la degustación de ‘Mamita Nativa’ llegó uno de los momentos más emotivos de la noche. De la mano de Miguel Cordero y Néstor Prades, fundadores de ‘la muestra de cine más pequeña del mundo’: la Muestra de Cine de Ascaso. Una pequeña aldea de 7 casas y una iglesia en el Departamento de Huesca (norte de España). Explicaron la importancia de rescatar el patrimonio de las pequeñas poblaciones.  “Queremos que el cine sirva para recuperar el patrimonio arquitectónico de la zona. En eso coincidimos al cien por cien con Arica Nativa”, explicaba Miguel, quién además aprovechó para dar las gracias a las comunidades andinas: “Sobre todo a los pueblos andinos que nos están enseñando y mostrando las comunidades con tanta generosidad”. 

La vinculación entre los festivales de Ascaso y Arica Nativa se devela a través de la donación que en 2013 el festival ariqueño prestó a Ascaso. Miguel y Néstor confesaban agradecidos que, “sin esa colaboración el festival de Ascaso no hubiese salido adelante” y agradeciendo  especialmente a Cristian Heinsen, Director del Festival Arica Nativa, por el apoyo. 

Juanita Ringeling concluyó la velada asegurando que el futuro está en el “saber escuchar” de las nuevas generaciones. “Tenemos que ponerle la oreja a nuestros abuelos y a nuestra tierra, y de ahí sacaremos la sabiduría para mirar a un futuro mejor”, expresó Juanita antes de dar paso a más música y baile. No sin antes agradecer especialmente el apoyo  al Municipio de Camarones, a la Cámara de Comercio y Turismo de Camarones y principalmente a la Comunidad de Guañacagua por el recibimiento a las personas que asistieron y participaron durante toda la actividad. ¡Jallalla!

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