Atentos y a cuidarse: Floreció la Quila, creencia mapuche que anuncia catástrofes

03 Diciembre 2020

Tradición oral ancestral de la Araucanía

Alejandra Palac... >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

La Quila (Chusquea quila) es una especie botánica de gramínea, subfamilia del bambú y crece en la región de Valdivia de Chile. Provista de cañas ramificadas que nacen del suelo en forma oblicua, que puede alcanzar hasta 10 metros de altura con tramos de hasta 2 metros de diámetro.

Las flores se agrupan en panículas, inflorescencias de tipo racimo de 15 centímetros de longitud. Florecen después de un cierto número de años, después de la floración y fructificación las matas se secan - indica el sitio Chile Bosque.

No hay una periodicidad clara al respecto del florecimiento de esta especie, incluso puede tardar décadas. Un estudio de la Revista Austral de Ciencias Sociales indica que desde el siglo XIX ecólogos, botánicos y geógrafos han intentado explicarlo sin mayor suerte. Opinión distinta poseen las Machis, quienes con su sabiduría y conocimiento de esta especia, que fue adquirida mediante tradición oral de sus padres y abuelos, ven estos florecimientos como señal de mal augurios

Una de las historias tradicionales de esta zona, proviene de la época cuando los conquistadores aparecieron por el norte del Mataquito, floreció la quila al sur del Bío-Bío. Cuando Cornelio Saavedra articuló militarmente la línea del Malleco, invadiendo el wallmapu, en las laderas del Toltén, la quila floreció desde Villarrica a Boroa.

También se dio el fenómeno de florecimiento en el año 1960, antes de suceder el terremoto y maremoto de Valdivia.

En el presente año 2020, extrañamente muchas quilas se secaron, mientras que otras florecieron, aquí gano fuerza la creencia de los antepasados, que ‘cuando ocurría esto algo no muy bueno iba ocurrir’, y sucedió la cuarentena debido al coronavirus.

‘Plagas de ratones y enfermedades también son asociadas a su florecimiento’

“Florece y muere al mismo tiempo que las otras quilas de su misma línea hereditaria, lo cual produce una gran disponibilidad de semillas que atrae a miles de roedores que se acercan a comerlas; cuando se acaba, los ratones se van masivamente a poblados cercanos, lo que se conoce como ratadas. La última ratada que ocurrió en la región de Aysén fue el año 2011, ocasión en la cual se activaron alarmas sanitarias en tres comunas debido al riesgo para la salud humana que significó este fenómeno”- indica el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia

“Siempre me decían que cuando floreciera la quila teníamos que tener cuidado, que debíamos seguir observando la naturaleza, porque algo se venía, enfermedades, catástrofes naturales, hambre, es un aviso tremendo el que trae. Además, el año pasado muchos peñis (hermanos) me decían que estaban floreciendo”- afirma Sebastian Collonao Marilao (40 años) de Temulemu, Traiguén y lonko de Lo Prado, al medio digital chileno Interferencia.cl

Respecto a cómo afrontan culturalmente este conocimiento, indica que “como pueblo-nación mapuche tenemos que seguir levantándonos temprano, en el amanecer para hacer rogativas, porque es el conocimiento que nos heredó nuestra gente antigua. En nuestro territorio observaron un florecimiento hace cuarenta años atrás, juntaron a la comunidad e hicieron nguillatun -ceremonia tradicional mapuche para agradecer y pedir- para enfrentar esto, para que ojalá no lleguen tantas dificultades’’.

Mientras que José Painaqueo Paillán de la localidad Lago Budi, concluye para el medio digital chileno Interferencia.cl “Hay que cuidarse para eventuales enfermedades, catástrofes, fenómenos naturales, escasez de alimentos, contraproducentes al küme mogen (buen vivir), hay que estar siempre haciendo nguillatun porque esto se puede entender como una advertencia o castigo de lo que estamos haciendo mal frente a la naturaleza, eso es lo uno escuchó de los más antiguos, relatos orales de los ancestros”.

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