El Amor es ciego y loco

14 Abril 2012

Pienso que el amor es algo muy bello, pero además  tiene dos grandes cualidades: es loco y ciego, para demostrárselo le voy a contar un cuento.

José Olivares C... >
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Más  de alguno dirá que el amor es como una rosa que se tiene que cuidar y querer todos los días, entregándole mucha atención para que no se marchite. Otros dirán que el amor es una atracción física que se siente hacia la otra persona. No faltará alguien que diga que el amor es darle todo a la otra persona que se ama y que todo lo que se vive en conjunto es para disfrutar.

Pienso que el amor es algo muy bello, pero además  tiene dos grandes cualidades: es loco y ciego, para demostrárselo le voy a contar un cuento.

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, LA LOCURA, como siempre tan loca, les propuso:

-Vamos a jugar a las escondidas.

LA INTRIGA levantó la ceja, intrigada; y LA CURIOSIDAD, sin poder contenerse preguntó:

-¿A las escondidas? ¿Y cómo es eso?

-En este juego – explicó LA LOCURA- yo me tapo la cara y cuento desde uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden. Cuando haya terminado de contar, los buscaré a todos ustedes.

EL ENTUSIASMO bailó secundado por LA EUFORIA. LA ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a LA DUDA e incluso a LA APATÍA, a quien nunca le interesaba nada. Pero todos quisieron participar. LA VERDAD prefirió no esconderse. ¿Para qué? Si al final siempre la hallaban. LA SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y LA COBARDÍA prefirió no arriesgarse….

-Uno, dos, tres…- comenzó a contar LA LOCURA.

La primera en esconderse fue LA PEREZA, quien, como siempre, se dejó caer  tras la primera piedra del camino. LA FE se elevó al cielo y LA ENVIDIA se escondió tras la sombra de EL TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subirse hasta la copa del árbol más alto.

LA GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse: cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para algunos de sus amigos… ¿Un lago cristalino? Ideal para LA BELLEZA. ¿La rendija de un árbol? Perfecto para LA TIMIDEZ. ¿El vuelo de la mariposa? Lo mejor  para LA VOLUPTUOSIDAD. ¿Una ráfaga  de viento? Magnifico para LA LIBERTAD. Así LA GENEROSIDAD terminó por ocultarse en un rayito de sol.

EL EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo…pero solo para él. LA MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos(mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris) y la PASIÓN y EL DESEO en el centro de los volcanes. EL OLVIDO…se le olvidó dónde se escondió…

Cuando LA LOCURA contaba 999.999, EL AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado…hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores.

-¡Un millón!- contó LA LOCURA, y comenzó a buscar.

La primera en aparecer fue LA PEREZA, sólo a tres pasos de una piedra. Después escuchó a la FE discutiendo con Dios en el cielo sobre zoología, y LA PASIÓN y DESEO en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a LA ENVIDIA y, claro, pudo deducir dónde estaba EL TRIUNFO ¿Y EL EGOÍSMO? Ni siquiera tuvo que buscarlo. El sólito salió disparado de su escondite…que había resultado un nido de avispas.

De tanto caminar, LA LOCURA sintió sed y, al acercarse al lago, descubrió a LA BELLEZA, y con LA DUDA resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de qué lado esconderse.

Así fue encontrando a todos, EL TALENTO estaba entre las hierbas frescas, LA ANGUSTIA en una oscura cueva, LA MENTIRA detrás del arco iris…(mentira, ella estaba en el fondo del océano) y hasta EL OLVIDO …que ya se había olvidado de que estaba jugando a las escondidas.

Sólo EL AMOR no aparecía por ningún sitio. LA LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas; y cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal y las rosas…y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escucha: las espinas habían herido en los ojos a EL AMOR.

LA LOCURA no sabía qué hacer para disculparse; lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.

Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la tierra, EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA.

Es posible que al leer este cuento te haya arrancado una sonrisa, yo lo hice cuando lo leí por primera vez, pero luego me hizo pensar, quitándole las exageraciones por supuesto ¿No crees que puedas sentirte identificado?