Fiestas Patrias de Chile: El Valor del asado Republicano

13 Septiembre 2021
Estas distintas Fiestas Patrias nos invitan hoy a generar conciencia amplia llevándonos a un sentido de responsabilidad familiar y “de puertas adentro”, antes que la de Ser Social puertas afuera y a campo traviesa.
Victor Quelopana >
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Estas líneas tienen la intención de generar hondas reflexiones. Sentados alrededor de los fogones que acompañan nuestra festividad, no pretendo dar lecciones ni consejos pretenciosos a  usted, ni recomendar cómo cocinar su carne, ni qué tipos de cortes debe usar, con que lo debe acompañarlos, ni mucho menos qué beber mientras disfruta los deliciosos e insuperables sabores que se dan en la cocción de la carnes, en tanto son cocinadas de manera lenta al calor de las brasas y a los misterios de la parrilla que cada asador maneja desde su gnosis de experto parrillero.

Sabemos que desde ese espacio, desde ese momento y desde ese estado donde nace la cohesión perfecta de cariño que regala a sus comensales el/la “MAESTRO PARRILLERO” con los secretos- secretitos que nos comparten en la parrilla cada uno de los excelentes cocineros (chef) .

Al fin y al cabo, las parrillas, las brasas, la carnes, las aves , los pescados, la charcutería, inclusos los vegetales y sus aderezos, los vinos, las cervezas, los licores, las bebidas, los jugos, el mote con huesillos, la chicha, los terremotos, y un sinfín de cosas más, enriquecen la parrilla  y le confieren un valioso carácter de universalidad y de inclusión, donde cabemos todos, pues su constitución sabia “del cuanto hay” da para todos los gustos, ya sean estos carnívoros o veganos o amantes de los pescado, o bien, de las aves etc. Estas distintas Fiestas Patrias nos invitan hoy a generar conciencia amplia llevándonos a un sentido de responsabilidad familiar y “de puertas adentro”, antes que la de Ser Social puertas afuera y a campo traviesa.

Desde mi usual posición en la vereda en la cual estoy parado, sin importar todo lo que acompaña nuestras esperadas Fiestas Patrias, me parece importante comentar que el valor del asado REPUBLICANO hoy tiene extremada importancia, pero no por los pilares del adorno parrillero, no por la temperatura y los fuegos que adornan el carbón, no por la forma de encender la hulla de espino, no por el cálculo matemático entre los kilos de carne y la cantidad de gramos de sabroso asado dieciochero que se servirá a cada persona sentada a la engalanada mesa. Tanta precisión agobia y quita sabor al pebre, al vino y a la parrilla, ¿no? 

En estos tiempos singulares, considero que el valor del asado dieciochero se asienta en cómo nos dispongamos a festejar nuestra distinta celebración de Fiestas Patrias; en el modo cómo revivamos tiempos de antaño; en la forma cómo vivamos y celebremos con nuestras familias a fin de generar una experiencia distinta, pero de profunda comunidad con nuestros seres queridos, donde el calor de la parrilla sea solo la guinda del asado Republicano y/o el valor de nuestro aniversario patrio no se asiente solo en la reactivación de los juegos populares de nuestra nación y otra vez cobren protagonismo los trompos, los volantines, o las canicas o bolitas, etc. Recuerdos de niños que 18 a 18 de Septiembre afloran y se flamean al viento, tal como flamea nuestra hermosa bandera desde las alturas de nuestro imponente morro. 

Sin duda, tenemos hoy la oportunidad perfecta para revivir lo perdido con la globalización y el silencio incómodo que nos generan los celulares. Por tanto, rompamos la distancia que nos da la comunicación digital y hoy celebremos realmente la parrilla con relatos, juegos de adivinanzas, payas recitadas y conversaciones acerca de lo hermoso de la diversión popular, porque parece importante y necesario sacar provechos y aprendizajes a esta oportunidad tan singular de vida, ocasionada por este virus que hoy nos tiene confinados. 

¡Los invito, amigos, a vivir la aventura en tiempos adversos! 

En este reflexivo tiempo que nos concede la pandemia, quizás es hora de poner en valor el asado REPUBLICANO, generando una experiencia en torno a la familia, inclusive desde sus diferentes tribunas, pero pensando en que lo más importante no tiene que ver con la parrilla en sí misma, sino tiene que ver con el ‘intro’ o el ‘adentro’, es decir, con el compartir dentro de casa, con los nuestros, frente a frente, prendidos al imprescindible contacto visual que en lo llamados “tiempos normales” solemos eludir. Vivamos este tiempo no solo en torno a la parrilla, sino que también aprovechemos la oportunidad que las Fiestas Patrias nos otorgan: un momento en el cual se suspenden el teletrabajo, la rutina diaria, la distancia digital. ¡Comuníquemonos entre nosotros! Vivamos estas fiestas como un acto REPUBLICANO y no como una simple fiesta popular. Procuremos dar la imprescindible vuelta de tuerca a fin de que la experiencia de compartir la parrilla sea solo una GUINDA del ASADO DE NUESTRO HERMOSO DIA PATRIO; alcemos más alto las copas para que el primer salud no sea por Chile, sino, izar para que cada familia, desde su propia “puerta adentro” brinde por esta festividad distinta y la celebre hasta que el cariño y las velas ardan.

“BRINDO POR NOSOTROS, BRINDO POR EL VALOR REPUBLICANO Y BRINDO POR EL BUEN ASADO Y EL MEJOR VINO”

Estimados amigo/a, tal como empecé, no he pretendido dar recomendaciones, de cómo, qué, y cuándo hacer. Solo me permití compartir con Uds. una reflexión que nos anime a fracturar nuestras murallas o, al menos, a abrir alguna fisura para advertir qué hay más allá de las paredes y así logremos darnos cuenta de que las distancias más grandes no las pone la pandemia, sino que más bien las alejan otros factores que hoy podemos advertir, identificar y reconocer. Valorar que el tiempo de “por fin nos juntamos entre nosotros” invita a compartir la belleza que nos da la experiencia simple -y por lo mismo perfecta- del valor REPUBLICANO.

Imagen: Pixabay