Representante UNESCO: “Con la Ruta de las Misiones se puede armar un expediente para patrimonio mundial”

El  trabajo ejecutado por la Fundación Altiplano, respecto a la restauración de 34 iglesias andinas, en el lapso de 10 años, con aportes públicos ( 80 %) y privados  (20 %), no pasó desapercibido para la consultora de la UNESCO en temas patrimoniales, Kerstin Manz, en su última visita a la región, quien destacó los pasos dados por la entidad que modeló lo que hoy es conocida como “La Ruta de las Misiones”, manifestando el haber quedado impresionada la primera vez que estuvo , por lo que estimó  ver formas de apoyarles en sus esfuerzos, y el trabajo de conservación de los templos religiosos , y quizás elevar a las iglesias andinas a Patrimonio Mundial.

Respecto al trabajo ejecutado en un paisaje que define como maravilloso, si bien no lo catalogó como único, si  “excepcional, ya que lo llevan desde hace muchos años, de mucha dedicación, con mucho esfuerzo, lo que refleja el corazón que le han puesto, además de haber integrado a las comunidades andinas, por lo que le da ese valor”, en el sentido de incorporar a la gente, en que de por medio hay una base académica muy bien armada, agregando la conexión de  ideas, junto a la gente, quienes disfrutan más de las iglesias, las que considera “maravillosamente restauradas”.  

Respecto a la metodología de trabajo aplicada en la región, en contraste a otros puntos del mundo en que ha estado presente, manifestó que “la labor es holística, en tanto que une el contexto de su paisaje cultural, y que es la forma de entender, porque es un modelo de desarrollo social en la región, y al mismo tiempo acompañado de un trabajo académico muy serio”.

Trabajos como los ejecutados en el tema de restauración de iglesias y templos, con la integración de la comunidad, manifestó que los hay en Europa y Asia, aunque en el caso de la región no es muy común y más aún cuando el Estado apoya este tipo de actividades. “Y los más importante es que la gente se ha involucrado, lo que posibilita el mantener este trabajo en el tiempo, además de transmitir ese conocimiento que se ha rescatado de cierta manera, que ahora pueden transmitir a generaciones futuras, tanto en el mantenimiento de las iglesias y en el contexto paisajístico”.

“Hay varias maneras de llevar un expediente a Patrimonio Mundial, pero sin duda en este caso es particularmente interesante, porque no era el objetivo principal desde el principio, sino que fue una idea que surgió en el camino, y el trabajo se ha hecho durante muchos años, en donde se puede aprovechar y armar rápidamente un expediente , si es que es de interés para ser entregado a Patrimonio Mundial y ojala compartirlo con el mundo, pero el trabajo tiene su mérito en sí, y no necesariamente necesita este título, pero sería la cereza en el pastel, y reconocería el trabajo que se ha hecho hace años”, destacó.

Concluyó manifestando de que todo está bien preparado, tanto académicamente hablando, como de gestión,  muy bien pensado, y es la gracia que permitiría apoyar un buen expediente, en donde hay varias historias que se pueden contar basadas en las iglesias, por lo que hay que pensar en cómo presentarlo, cual es la historia que se quiere contar al mundo, que sea de valor excepcional, en donde los templos andinos formen parte de la vida en nuestro planeta.