¿Qué hacer con la Piscina Olímpica de Arica?

17 Mayo 2021
¿Qué uso se le podría dar ahora? Difícil pregunta. Primero que nada habría que buscar la forma de rentabilizarla.
Tomás Bradanovic >
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La historia

En el año 1972 Arica seguía siendo una ciudad emblemática en Chile, era el Silicon Valley chileno donde había trabajo para todos y se fabricaba prácticamente de todo, aprovechando las franquicias que daba el gobierno a las empresas en una economía cerrada y bajo la idea de sustitución de importaciones, en la ciudad se armaban principalmente vehículos, televisores, y electrónica de toda clase. Aprovechando que el gobierno había cerrado la puerta a las importaciones, las empresas tenían a su libre disposición todo el mercado chileno y buena parte del latinoamericano.

Era el sueño de todo empresario, tener un gran mercado protegido, les permitió ganar mucha plata y contratar a miles de trabajadores. Un detalle importante es que en esos años no existía la robótica, así es que había una gran demanda por la mano de obra con habilidades manuales especializadas para hacer tareas repetitivas que requerían mucha atención.

Habían pasado exactamente diez años del Campeonato Mundial de Futbol en 1962, que había significado una transformación dramática de la ciudad: poblaciones, carreteras, hoteles y el Estadio Carlos Dittborn fueron solo algunas de las muchas transformaciones que ocurrieron cuando Arica fue una de las sedes del campeonato "porque no tenemos nada, queremos tenerlo todo" había dicho Carlos Dittborn en ese gigantesco salto al vacío que resultó en un tremendo éxito.

La ciudad en 1972 ya comenzaba su declive, habían pasado dos años del gobierno de Allende y muchas empresas del Barrio Industrial estaban tomadas por sus trabajadores, la producción bajaba y manejadas por interventores, los resultados económicos tampoco eran de los mejores. Pero como pasa siempre, la decadencia no se nota al principio, los subsidios seguían y el contrabando desde Tacna una vez más nos salvaba y se mantenía al menos una apariencia de normalidad, yo no vivía en la ciudad ese año, pero me han contado que nunca hubo los problemas dramáticos de escasez que azotaban al sur.

Seguramente el recuerdo del impacto del Mundial de 1962, entusiasmó al gobierno y los dirigentes a postular para que Arica fuera sede de Campeonato Panamericano de Natación, Polo Acuático y Saltos Ornamentales. Tal como en los sesentas estuvo Carlos Dittborn, en Arica aparecieron dirigentes entusiastas como Héctor Villalón, entre otros, que empujaron esta idea para convencer al gobierno de financiarla.

Hay que recordar que esos eran los años de los espectáculos masivos, no solo en los deportes sino otros como la Reina de las Playas y Piscinas de Chile y el Campeonato Nacional de Cueca, que eran oportunidades en que asistían gran cantidad de personas, que tenían poco más que hacer en la ciudad, eso generaba un público con suficiente plata en los bolsillos como para justificar la existencia de esos grandes recintos. 

Hubo muchas razones que hacían atractivo construir una piscina monumental en la ciudad. Arica siempre fue semillero de grandes nadadores, waterpolistas, nado sincronizado y saltadores, porque gracias al clima muy benigno, es posible entrenar todo el año. Durante décadas los deportistas acuáticos arrasaban en los campeonatos nacionales e internacionales ¿Qué mejor razón para construir una piscina?

Además el proyecto original contemplaba la pisscina como el núcleo de un complejo mayor con instalaciones para otros deportes, esa parte nunca se concretó por falta de financiamiento, apenas se habilitó un campo de beisbol al lado -que ya no existe- y una sala de pesas y máquinas de musculación.

En realidad el proyecto empezó en 1968 cuando Arica todavía estaba en su época de oro y tardó tres años en construirse, hoy es uno de los varios tesoros de la arquitectura moderna que tiene Arica de esos años, junto con el Estadio Carlos Dittborn, el Casino Municipal, la Población Chinchorro y tantas otras

Arquitectónicamente es una maravilla de diseño limpio y dramático, a solo 200 metros de la playa, se trata de una piscina "levantada" porque se construyó en un terreno con napas de agua subterránea, por eso con los grandes temblores se mueve como gelatina, pero no le pasa absolutamente nada. La limpieza del diseño se puede apreciar en el kit de construcción, que usó prefabricados de hormigón armado.

El campeonato fue un éxito rotundo y durante muchos años la piscina fue anfitriona de espectáculos masivos como la Reina de las Playas y piscinas, recuerdo un año que fue animado por Don Francisco y se instaló el escenario sobre el agua, eso por nombrar solo uno de los eventos espectaculares que se hicieron allí

¿Y ahora qué?

Primero se terminó el interés de la gente por los eventos masivos, y la piscina empezó a quedar sin uso y sin los ingresos que ayudaban a su muy costosa mantención., para llenar la piscina se necesitan como 1.000 metros cúbicos de agua y la fosa de saltos necesita otros 500 metros cúbicos, esto, si la neurona no me falla, son 1 millón 500 mil litros de agua que se deben llenar y mantener purificada, me parece que el agua se renueva solo cada cierta cantidad de años y se mantiene purificada con un carísimo sistema de bombas, filtros y purificadores de gas cloro. Todo eso cuesta una fortuna, partiendo por la mantención de la maquinaria y tuberías.

La piscina no es apta para el público en general, por su profundidad solo pueden usarla deportistas entrenados y más de una persona ha muerto en ella por imprudencia, es un lugar peligroso para la gente común y corriente, lo que limita enormemente su uso, solo sirve para entrenar, dar clases y hacer competencias deportivas.

Tenemos entonces una joya de la arquitectura moderna que hoy no tiene ningún uso práctico que permita financiar su mantención y funcionamiento. Como muchas otras obras públicas de la ciudad, la mantención está a cargo de la Municipalidad, y como sabemos que cada alcalde que llega tiene el deber sagrado de robar y colocar a sus amigotes en una de las plantas más sobre dimensionadas de Chile, la mantención y operación de la piscina está siempre muy al fondo de la lista de prioridades.

¿Qué uso se le podría dar ahora? Difícil pregunta. Primero que nada habría que buscar la forma de rentabilizarla, porque mientras no produzca ingresos y esté sujeta al capricho del alcalde de turno, a la Piscina Olímpica le espera el mismo triste destino que a la Isla del Alacrán y varias otras maravillas de la ciudad que se encuentran botadas. 

Tal vez si las universidades volvieran a tener en sus mallas el acondicionamiento físico básico, como lo tuve yo cuando estudié, se podría hacer un semestre de natación que ayudara a financiar la operación. El futuro de los espectáculos deportivos masivos no se ve muy bueno que digamos, pero si se cerrara y temperara el área de natación, podría convertirse en una escuela con acceso pagado que funcione todo el año para que muchos ariqueños aprendan a nadar.

No se, es difícil para mi ver como sacar plata de ese monumento que nos recuerda la antigua Arica y que si no tiene actividades rentables terminará inevitablemente abandonada y destruida, como las viejas salitreras del desierto.

Sobre esto, como en muchas otras cosas, muchos conciudadanos ariqueños dicen furiosos que "hay que..." (llene la línea de puntos con lo que se le antoje, mientras más estúpido mejor) y afirmarán rotundamente que eso no puede ser un negocio y que "el estado" -esa entelequia que forma la burocracia que nos mal gobierna- "debería hacerse cargo" financiándola. Que ingenuos, el estado tiene deberes sagrados que cumplir, como robarse la plata y asegurar a los amigos, el resto es challa.