Al que le quede el "Poncho Negro" que se lo ponga: Agricultores de Lluta reciben semillas de tomate ancestral

11 Octubre 2018

Iniciativa obtenida gracias al trabajo investigativo “Recuperación y masificación de la producción del tomate “Poncho Negro”: un patrimonio agrario ancestral de la XV Región de Arica y Parinacota: Una alternativa productiva y de adaptación al cambio climático”. 

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El tomate “Poncho Negro” fue introducido al valle de Lluta hace más de 40 años desde Cochabamba (Bolivia). Reconocido por sus especiales características, tuvo un promisorio auge, sin embargo, por su corta vida poscosecha fue desplazado por las nuevas variedades híbridas introducidas al mercado regional. Ante su inminente pérdida, la académica de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la UTA, Dra. Elizabeth Bastías junto a su equipo de investigadores, se propuso trabajar en su rescate y revalorización, buscando potenciar su desarrollo, y a la vez, conservarlo como un recurso fitogenético factible de utilizar como diversificación productiva e incorporarlo a un grupo de cultivos que toleren el inminente cambio climático y sus efectos en la producción de cultivos en zonas áridas y semiáridas de las diferentes regiones del mundo.

Es en este contexto, en el Campus Experimental Lluta de la Facultad de Ciencias Agronómicas de esta Casa de Estudios Superiores, se realizó la ceremonia de entrega de semillas a agricultores del valle de Lluta, iniciativa centrada en el proyecto FIA PYT-2017-0674: “Recuperación y masificación de la producción del tomate “Poncho Negro”: un patrimonio agrario ancestral de la XV Región de Arica y Parinacota: Una alternativa productiva y de adaptación al cambio climático”.

La actividad encabezada por la Directora del proyecto, Dra. Elizabeth Bastías Marín, quien estuvo acompañada por su equipo de profesionales, contó además con la presencia del seremi de Agricultura, Jorge Heiden Campbellm, del secretario de la UTA, Luis Tapia Iturrieta, del representante de la zona norte de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), Ignacio Delfino Yurin; agricultores del valle de Lluta e invitados especiales.

“Es parte de un anhelo antiguo, siendo uno de los objetivos más importantes el rescate y revalorización del germoplasma local como el tomate “Poncho Negro” y devolverlo al mismo valle. Hoy se le entrega al agricultor la semilla, a quien se le capacitó respecto a cómo tratar la semilla y cómo almacenarla para que no se infecte con enfermedades”, expresó la investigadora Dra. Elizabeth Bastías.

Agregó que el objetivo de esta entrega de semillas, “es para que los agricultores vuelvan a sembrar la semilla del tomate “Poncho Negro” como otro cultivo nativo como lo es también el maíz lluteño, para que a futuro, a través del Ministerio de Agricultura, poder tener la indicación geográfica. Este tomate es de calidad, que por sus especiales características organolépticas de color y sabor típico de los tomates de antes, en la actualidad son valoradas por consumidores que desean la recuperación de estos sabores perdidos y diferenciados cuyo consumo, además, aporta beneficios para la salud”.

Una especie de tomate que se adaptó a la zona

Por su parte, el Secretario Regional Ministerial de Agricultura, Jorge Heiden Campbell, destacó la labor que ha realizado tanto la Universidad de Tarapacá como la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) durante estos dos años, destacando que “esta actividad es muy importante para nuestra región donde se está trabajando en el rescate de esta semilla que es patrimonio de nuestra región y que estaba casi perdida por lo que toma hoy en día realce, primero porque es una semilla y una especie de tomate que se da muy bien en el valle de Lluta sin necesidad de sacar el boro, siendo una especie que se adaptó hace mucho tiempo acá”.

La ceremonia prosiguió con las palabras de la Decana de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la UTA, Dra. Pilar Mazuela Águila, quien agradeció el trabajo que desarrolla la Dra. Elizabeth Bastías y su equipo de trabajo quienes han focalizado sus esfuerzos en rescatar y valorar los tesoros de Lluta como el maíz lluteño y ahora el tomate “Poncho Negro. “El “Poncho Negro” debe su nombre a el hombro verde oscuro que tarda en virar a rojo, no es el único tomate con esta característica, pero sí el único que se adaptó bien al suelo y agua salina de este valle, alcanzando un alto grado de homocigosis”, explicó la decana.

Agregó que “merece la pena recordar que hacia el año 1962 aún no llegaba el agua del Lauca a San Miguel de Azapa y en ese sector hacia abajo, el regadío se hacía con vertientes y sondajes de pozos. He aquí la importancia del valle de Lluta… la producción de tomates se hacía principalmente en la parte alta del valle, hacia Chapisca, Molinos y Sora, porque agua arriba el agua está menos contaminada por efecto antropogénico”.

“La investigación no se hace en el desierto, sino en zonas más pobladas. Con el cambio climático y la escasez y salinización del agua es mucho lo que podemos aportar al mundo en conocimiento y manejo de cultivos bajo condiciones extremas. Ustedes agricultores, que viven de la tierra, son un ejemplo de cómo el hombre y la mujer, pueden sacar alimento de esta tierra en estas condiciones de salinidad de tierra y agua”, concluyó la Dra. Pilar Mazuela.

El paso siguiente: Revitalizar esa semilla juntos

En representación de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), su representante de la zona norte, Ignacio Delfino Yurin, expresó que, “este encuentro es fruto del trabajo y esfuerzo de los profesionales de la UTA en conjunto con los agricultores y las curanderas de las semillas. Esta semilla “Poncho Negro”, original de esta zona con más de 120 años se ha perdido a través de los años, pero hoy junto con la FIA esta semilla se ha revalorizado, se le está dando nuevos aires. Lo que se quiere es revitalizar esta semilla, volver a lanzarla al mercado y a través de un concepto que muchas veces cuesta comprender, que es la asociatividad, revitalizar esa semilla juntos, es el paso siguiente”.

Finalmente, el agricultor Froilán Estay Varas manifestó: “según los estudios y los trabajos realizados por la UTA buscamos que esta semilla de “Poncho Negro” obtenga su sello de origen porque posee características muy especiales, es dulce, tiene olor a tomate, no tiene un corazón duro como el que tiene el tomate híbrido y además lo más importante para nosotros los agricultores, es que podremos sembrarlos los lluteños porque este tomate no se va a dar en otras regiones ni tampoco en otro tipo de lugares de siembra”.

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