Proyecto facilitará la crianza de abejas reinas para exportación

“La generación de machos está condicionada al flujo de néctar de la región. Si el flujo se corta, las abejas matan a los machos y el inseminador o productor de reinas, no tiene semen para fecundarlas”, explica el coordinador del proyecto. Ricardo Acuña.

Y añade que, “a su vez, el cambio climático hace difícil determinar cada vez más cuando se corta este flujo”.

Por otra parte, el zángano es de corta vida y su material genético debe ser conservado por alguna técnica que asegure su uso en tiempo prolongado, ya sea para adelantar o alargar la temporada de producción de reinas.

Por ello, con esta iniciativa —que contempla una inversión de FIA de casi $126 millones— se pretende contar con semen de zánganos de Apis mellifera para adelantar y alargar el proceso de producción de reinas; movilizar semen entre continentes sin peligro de contaminantes biológicos; y crear un banco de espermios que ayuden a conservar castas para uso futuro; todo esto a través de la técnica de crioconservación.

Este sistema —utilizado en el área de Biología de la Reproducción— se basa en el congelamiento de células a bajas temperaturas (-196ºC) en nitrógeno líquido (NL), y que además se encuentran en soluciones químicas denominadas agentes crioprotectores (ACP), que protegen a las células del daño producido por la formación de cristales de hielo durante el proceso de congelamiento y descongelamiento, evitando posibles daños a la membrana plasmática.

Mercado potencial

“Esta tecnología permitirá a los criadores de abejas reinas programar de mejor manera su proceso productivo, al no depender de las condiciones ambientales para la obtención de semen de zánganos. Además, podrán controlar las líneas parentales que aseguran la obtención de reinas de calidad, facilitando los procesos de exportación de abejas reinas”, indica el ejecutivo de innovación de FIA y supervisor del proyecto, Juan Carlos Galaz.

En la actualidad, para una producción de semen de alta genética, se depende de la existencia de la reina madre. Si por accidente o por las propias abejas, la reina muere, se extingue la posibilidad de transmitir su genética a través del semen de sus zánganos.

“Esta es una de las razones que justifica la importancia de crioconservación del semen a largo plazo, más aún, cuando se sabe que dentro de una misma estirpe o línea genética, se puede inseminar reinas hasta siete generaciones, sin que afecte la consanguinidad entre ellas”, agrega Galaz.

Todo este proceso, apoyará la producción de abejas reinas en el país con fines exportables, ya que el mercado potencial total supera las 250.000 reinas anuales, para el mercado de Canadá; 25.000 reinas para el mercado Europeo; y 500.000 reinas para el mercado mexicano, entre otros, sin considerar el pujante mercado latinoamericano y chileno, que presiona cada vez más por abejas reinas de genética certificada.

Los mercados compradores demandan grandes cantidades de reinas y paquetes de abejas, y ven a Chile —por sus condiciones geográficas y controles fitosanitarios— como un potencial oferente.

Asimismo, esta iniciativa irá en directo beneficio de la apicultura nacional, puesto que “las pajuelas de semen congelado permitirán adelantar y alargar el ciclo de producción de reinas fecundadas instrumentalmente, abriendo la posibilidad de industrializar la abeja reina inseminada, haciendo que el apicultor tradicional las prefiera para su producción de miel, ya que sus productos podrían alcanzar un mejor valor comercial”, concluye Acuña.