El agua en Chile: ¿Un derecho humano?

22 Marzo 2021
En el mundo más de 700 millones de persona carecen de acceso al agua potable, y mueren, diariamente, cerca de 1000 niños por condiciones insalubres de las fuentes de agua a las que tienen acceso.
Veronica Grunewald >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Nadie pone en discusión que el agua es trascendental para la vida, de hecho, el cuerpo humano está compuesto en un 70% de agua y toda actividad que involucre al hombre requiere del concurso del agua. Desde la concepción, el ser humano requiere de un medio acuoso y actos tan simples como observar una pequeña cascada de agua y disfrutar del sonido que produce o tan complejos como una represa construida para usar el agua en la generación de energía, observan la presencia de agua. Mayor relevancia han adquirido aquellas actividades relacionadas con la mantención de la salud  e involucran el acceso, uso y consumo de agua de calidad.

Pero, la disponibilidad de este recurso en el planeta es limitada, pese a ser llamado el planeta azul, por la vista desde el exterior, la verdad es que el 97% corresponde a cuerpos de agua salados, es decir mares y océanos, cuya agua no es apropiada para consumo humano ni para usos como agricultura y ganadería. Solo el 3%  corresponde a agua dulce, de ese porcentaje, un 79% se halla inaccesible ya sea porque se encuentra en los casquetes polares o está contenida en los glaciares en zonas alejadas de la población. Del resto de agua dulce, el 20% se encuentra en acuíferos subterráneos de difícil acceso. Por lo tanto, excluyendo las reservas de agua dulce que son las contenidas en hielos y glaciares y los acuíferos subterráneos, contamos finalmente con el 1% del agua disponible para todas las actividades relacionadas con la vida humana.

Nos puede parecer increíble, pero en el mundo hoy en día más de 700 millones de persona carecen de acceso al agua potable, por otra parte, mueren diariamente cerca de 1000 niños por condiciones insalubres de las fuentes de agua a las que tienen acceso. El sistema neoliberal ha permitido que en países con índices de pobreza tan marcados como Uganda, Burkina Faso o Nigeria mantengan contratos con multinacionales de hasta cincuenta años por el servicio de distribución del agua potable. Mientras que la asistencia técnica de los proyectos y las reformas regulatorias han sido apoyadas por el Banco Mundial. Los grandes ganadores son las empresas privadas, que han orientado sus inversiones en mejorar la recaudación con la instalación de medidores, mientras que los perdedores son los usuarios de estos países, que se enfrentan al riesgo de acceder a aguas contaminadas en caso de desconexión del servicio de agua potable.

En Chile, el agua potable fue privatizada en democracia, estaba todo planificado desde antes. Tal vez en la nueva constitución hagamos como los uruguayos y consignemos el acceso al agua potable como un derecho humano y la administración vuelva a estar en manos del Estado, de los ciudadanos, de todos los chilenos.