¿Cómo que no hay relaves?: Organizaciones y comunidades de Arica y Parinacota solicitan actualizar registro

Más de 25 organizaciones ambientales y comunidades indígenas de Arica Parinacota entregaron hace algunos días una carta al Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN), con el fin de solicitar de manera formal y pública la actualización del número de relaves en la zona.

La iniciativa se genera debido a que esta repartición tiene catastrado sólo 1 relave en la región, mientras que el Ministerio de Medioambiente identifica al menos 6.

"Además, existen relaves históricos y de público conocimiento como los de Cerro Chuño y de la mina Choquelimpie que simplemente NO aparecen en el catastro oficial de la entidad, y que deben ser incluidos", explican desde Fundación Relaves, una de las organizaciones firmantes.

Como es bien sabido, las autoridades y el Estado siempre han postulado a Chile como un “país minero”, con todo lo que eso conlleva. En efecto, una de las consecuencias de la que se habla poco pero que deja mucho, es el residuo minero, más específicamente, los relaves, que son los desechos mineros tóxicos que se obtienen tras la extracción del mineral. 

Así, en nuestro país, por una tonelada de cobre se generan más de 250 toneladas de relaves, que se desperdigan por todo el territorio nacional. Y es aquí donde es importante detenerse, ya que en Arica Parinacota no aparece oficialmente ningún relave en el catastro de la entidad que debería conocerlos: SERNAGEOMIN (Servicio Nacional de Geología y Minería). 

“Los antecedentes con que cuenta el catastro de relaves vigente a la fecha en este servicio no considera relave alguno para la Región de Arica y Parinacota, información contradictoria a la entregada por el Ministerio de Medioambiente, que señala que existen en la actualidad 6 depósitos de relaves, además de otros casos de relaves históricos que son de público conocimiento y no han sido incluidos, como por ejemplo el relave de la faena Choquelimpie y los residuos tóxicos importados desde Suecia de Cerro Chuño y sus alrededores”, explica Juan Pablo Sanguinetti, abogado de Fundación Relaves, una de las organizaciones firmantes. 

Así, las organizaciones y comunidades plantean que esta información contrapuesta dificulta los procesos de transparencia en relación a la industria minera, sus políticas, regulación y normativas, además de los esfuerzos de la ciudadanía para obtener una información fidedigna y rigurosa respecto al manejo del territorio y su planificación. “Creemos que esta es una oportunidad que podría significar una instancia de transparencia hacia la comunidad, si SERNAGEOMIN contrasta, analiza y consolida en un sólo Catastro la información que hasta hoy existe”, explica Raimundo Gómez, Director Ejecutivo de Fundación Relaves.

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REFLEXIÓN DE COMUNIDADES Y ORGANIZACIONES INVOLUCRADAS 

Cabe destacar que tanto las organizaciones ambientales como las comunidades entienden la importancia de tener esta información tanto a nivel de planificación territorial, como para evitar posibles accidentes. “El no saber dónde se encuentran, o el hecho de no tenerlos catastrados, podría generar peligrosas consecuencias, tanto por posibles colapsos, escurrimientos y/o por erradas y accidentadas planificaciones habitacionales”, explica Raimundo Gómez, de relaves.org. 

Por su parte, Marcela Gómez Mamani, Presidenta de la Comunidad Indígena Aymara de #Umirpa y consejera del área de Desarrollo Indígena Alto Andino, plantea que “estos relaves que están-en su mayoría- fuera del radio urbano de la región, afectando a la madre naturaleza. La contaminación afecta directamente a valles, quebradas y montañas, y por eso, es importante que el Estado pueda catastrarlos y, en su momento, erradicarlos. Recordemos que estos altos niveles de contaminación dañan no solamente el medioambiente, sino también la salud de las personas. Y por eso hemos decidido, como comunidad indígena, apoyar esta iniciativa, que va en beneficio de la vida en nuestra región”.