Apruebo o Rechazo: Cuando está en juego el Chile en el que queremos vivir

09 Octubre 2020

Quienes optan por el apruebo culpan a la constitución de la privatización de los derechos sociales que ha acentuado la brecha de inequidad y quienes apoyan la opción Rechazo buscan mantener las cosas tal como están.

Jaime Retamales >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

El plebiscito que definirá el futuro de la constitución creada durante la Dictadura está muy cerca y las posiciones son bien claras: Apruebo o Rechazo. Sin embargo, las dos opciones no son lo único que se juega en este plebiscito. También está el tipo de sociedad donde quieren vivir los chilenos. Creo que las dos posiciones han sido bastante claras al momento de exponerlas. A pesar de eso, me gustaría analizar el país que proponen las dos opciones, a través de sus símbolos. Recordemos que además están la Convención Constituyente (el pueblo elije a todos los constituyentes) promovida por el Apruebo y la convención mixta (El pueblo elije la mitad y la otra mitad la elijen los políticos) promovida por el Rechazo. No diré cuál es mejor o peor, usted saque sus conclusiones.

Quienes optan por el apruebo culpan a la constitución de la privatización de los derechos sociales que ha acentuado la brecha de inequidad, pues, se venden o arriendan como productos de consumo donde quienes tienen mejor poder adquisitivo pueden pagar por un buen servicio, mientras, quienes tienen nulo o poco poder adquisitivo son marginados del mercado. Además, acusan a la elite política y económica de mantener la constitución porque le entrega enormes privilegios prohibidos al resto de la población chilena. Recordemos que el plebiscito de la constitución es un triunfo del movimiento social, pues, es una de las salidas que la clase política propuso para calmar a las multitudinarias protestas. Por otra parte, quienes aprueban se oponen a la idea del “oasis latinoamericano”, término acuñado por Sebastián Pinera, construido a partir de la visión sesgada que tienen los habitantes de las comunas más ricas de Chile. Las marchas y manifestaciones no han tenido un líder sino una serie de organizaciones sociales que se han dedicado a mostrar al Chile real, pobre, endeudado, mestizo, indígena, afrodescendiente, sexualmente diverso, feminista, campesino, minero y obrero. En esta pandemia estas organizaciones han organizado ollas comunes para ayudar a miles de chilenos que sufren diariamente debido a la mezquindad e indiferencia del gobierno y parte de la clase política.

Los símbolos de las marchas y manifestaciones del Apruebo reflejan un país diverso, donde las distintas identidades interactúan y se aceptan, por eso, además de la bandera chilena aparecen los emblemas feministas, mapuches, aimaras, de la diversidad sexual o barras bravas. Además, se pueden observar pancartas contra la violencia de género, contra el racismo, contra las AFPS, en defensa de los derechos humanos, contra el maltrato infantil o contra la depredación del medio ambiente. Problemáticas que encuentran su origen en el modelo económico y la cultura patriarcal. Los manifestantes han excluido a partidos políticos o cualquier signo del poder hegemónico que ha acentuado la injusticia y negado derechos a los chilenos. Así como se ha excluido a partidos políticos se valoran expresiones culturales marginadas por la elite, como el emblemático Víctor Jara. Los chilenos que apoyan el Apruebo no solo quieren votar sino ser escuchados y participar en la elaboración de una nueva constitución, o sea, construir una sociedad realmente democrática y no dejar que sea la elite que impongan leyes sin consultar al pueblo.

Quienes apoyan la opción Rechazo buscan mantener las cosas tal como están. Creen en el “oasis latinoamericano”, piensan que el país antes del estallido social funcionaba perfectamente y que la causa de las manifestaciones seria la infiltración de agentes de la ultra izquierda internacional financiada por Maduro y Cuba. Creen que los millones de manifestantes que salían a la calle antes de la pandemia eran delincuentes, terroristas o narcotraficantes, por eso, piden que la policía y las fuerzas armadas actúen con mano dura como en la Dictadura. Prefieren que el país sea dirigido por la elite, marginando al resto de la población. Rechazan las protestas, aunque sean pacíficas y piden que sean reprimidas, aunque se violen los derechos humanos de los manifestantes. Por eso, echan de menos a Pinochet y les gustaría que estuviera el dictador para que callara con balas las demandas de la población, como se muestra en esta foto:

No solo apoyan a Pinochet, sino a otros criminales como Miguel Krassnoff, a quien un manifestante lo justifica por torturar, violar mujeres y matar civiles incluyendo niños. En su camiseta aparece un mensaje en inglés que significa” Krassnoff no hizo nada malo”, o sea, no era malo exterminar gente inocente.

La frase la copiaron de la extrema derecha de los Estados Unidos, quienes también simpatizan con Pinochet y usan su nombre para adornar sus marchas, como vemos en esta foto tomada el año 2018 en una manifestación a favor de Trump.

En las marchas del rechazo, no solo han imitado a los supremacistas blancos también ha declarado su admiración por el presidente de Estados Unidos, como vemos a continuación:

Trump se ha convertido en el líder de la ultra derecha de los Estados Unidos, quien no ha ocultado sus ideas racistas expresándolas abiertamente en sus actos de campaña. Intencionalmente, ha dividido a los norteamericanos agudizando el problema racial. Por ejemplo, durante la pandemia se han acentuado los ataques raciales contra ciudadanos norteamericanos de origen asiático. Trump echa más bencina al fuego, pues, llama al COVID, el virus chino, aunque sepa que provoca animadversión contra los ciudadanos de origen asiático.

Otra cosa que llama la atención en las caravanas del Rechazo son los manifestantes vestidos como militares. Parece que imitan a las milicias fascistas que siguen a Trump.  Durante su gobierno han aumentado los grupos paramilitares, antes se sabía del KKK, ahora aparecieron The boogaloo movement, Qanon, Patriot Prayer, Proud boys, entre otros. En general, todos tienen ideas neonazis combinadas con fundamentalismo evangélico. Participan en las campañas de Trump, atacan a quienes protestan por el respeto a los derechos humanos, amenazan a las autoridades locales y siguen fervorosamente al mandatario. Por ejemplo, cuando el presidente se opuso a las cuarentenas recién iniciadas en estados gravemente afectados. En esta foto aparece una de estas milicias tomándose el edificio de la gobernación de Michigan. Se puede apreciar escrita la siguiente frase: “End the lockdown” (terminen el confinamiento). Son peligrosos, esta semana se desbarató un intento de secuestro contra la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer.

Los medios de comunicación nacionales han llamado “La Vanguardia” a los simpatizantes del rechazo que se visten de militares. Generalmente, son escoltadas por carabineros, por lo tanto, su objetivo sería amedrentar al resto de la población, como vemos en esta foto:

Además de la bandera chilena en las marchas del rechazo, han aparecido otros emblemas como la bandera confederada. El emblema representa a los estados del sur esclavistas que provocaron la guerra civil de los Estados Unidos. Es el símbolo que se compara con la bandera de los nazis. En la siguiente foto se ve a un simpatizante del rechazo usando esta bandera como una capa:

A propósito, los emblemas nazis son otros símbolos que portan los simpatizantes del rechazo. No está demás, recordar lo que hicieron los nazis. Primero, se creen una raza superior aria y que tienen el deber de eliminar o juzgar a las que consideran inferiores. Cometieron crímenes terribles contra la humanidad contra gitanos, polacos, soviéticos, testigos de Jehová, discapacitados, homosexuales, afro alemanes u opositores al régimen nazista. El más horroroso crimen fue el genocidio de seis millones de judíos que obligó a prohibir esta nefasta ideología en Alemania y otros países civilizados.  En la foto se pueden ver a miembros del rechazo mezclando las banderas de Patria y Libertad, la bandera confederada y símbolos nazis frente a la municipalidad de Las Condes.

Por último, el lema de Trump transformado en uno de los lemas del rechazo “Make Chile great again” (Hagamos a Chile grande otra vez) que vemos en esta gorra.

Trump eligió la frase “Make America great again” para atraer al electorado blanco de derecha. Tiene un significado racista, pues se refiere a volver a la época donde los blancos imponían superioridad sobre las minorías. Realmente, quiere decir “Make america White again”. Trump sabía que existía mucho descontento en los blancos racistas durante el gobierno de Obama y lo aprovechó para ganar. La versión chilena “Make Chile great again” critica al gobierno de Piñera por entregar la constitución de Pinochet, quieren mantener al “Oasis latinoamericano” y sienten nostalgia por el Chile de la Dictadura militar.

Finalmente, si usted no ha decidido por cual opción votar, recuerde que no solo se trata de cambiar la constitución, sino también de construir una nueva sociedad ¿Cuál prefiere? ¿La que nos ofrecen el Apruebo o el Rechazo? Usted tiene la última palabra.