Bajada de Longueira: unidad o el harakiri aliancista

18 Julio 2013
La renuncia de Pablo Longueira a la candidatura presidencial del bloque oficialista no sólo vuelve a foja cero la opción de la Alianza, pues deja sin efecto el carácter vinculante de las primarias entre Andrés Allamand y el ex ministro de Economía. Por Casa de La Paz
Rodrigo Bustamante >
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El batatazo político se dejó sentir este miércoles. Al igual que la incredulidad, los lamentos y luego los llamados internos a la unidad de la Alianza, como los mensajes de pronta recuperación emanados desde los otros aspirantes a La Moneda.

La renuncia de Pablo Longueira a la candidatura presidencial del bloque oficialista no sólo vuelve a foja cero la opción de la Alianza, pues deja sin efecto el carácter vinculante de las primarias entre Andrés Allamand y el ex ministro de Economía, sino que abre la incertidumbre total por la definición de la carta de la centro-derecha al sillón presidencial.

Es más, el artículo 38 de la Ley de Primarias señala que tanto la UDI como RN quedan en libertad de acción para presentar nuevos candidatos a la presidencia, o bien, pueden llegar a un acuerdo para presentar una opción de unidad.

Unidad que precisamente se ha visto más que cuestionada y agrietada tras la rápida jugada de RN para presentar un proyecto de ley junto a los partidos de la Concertación para modificar el sistema electoral binominal, lo que obligó al gremialismo a realizar la misma acción días después en conjunto con el Gobierno.

Las sucesivas reuniones de las comisiones políticas de ambas tiendas del oficialismo lanzarán las primeras señales sobre la acéfala candidatura del bloque y comenzarán a vislumbrar la pertinencia de los rumores que ‘reviven’ la aspiración del también renunciado Laurence Golborne, o despejarán las dudas sobre las reales opciones que tengan nombres como el de la ministra Evelyn Matthei o incluso la del propio Felipe Kast de Evópoli. Mismo panorama para quienes pretenden reinstalar al estrechamente derrotado Andrés Allamand, a quien -señalan- ostenta la legitimidad que le dan los más de 400 mil votos obtenidos en la primaria de la derecha.

A cuatro meses de las presidenciales, la Alianza puede salir rápidamente de este golpe de incertidumbre a través de un acuerdo para un candidato unitario o, como muchos creen, dividirse con dos cartas y prácticamente hipotecar y/o sepultar sus opciones ante el contundente apoyo ciudadano que reúne Michelle Bachelet.

La derecha, quizás hoy más que nunca, está ante su máxima prueba de unidad. 

*Rodrigo Bustamante; Periodista de la Universidad Andrés Bello, Diplomado en Política Mundial (Universidad de Santiago) y en Democracia en América Latina (PNUD), Tesista de Magíster en Ciencia Política, Universidad Mayor.