Carta abierta a los concejales de Arica y Parinacota

26 Octubre 2012

El Concejo es parte medular de las municipalidades y su accionar es fundamental en el quehacer del gobierno local. Debe colaborar no sólo con el crecimiento de las comunas sino también con temáticas relacionadas al desarrollo y ojala con una mirada más territorial

Edwin Briceño Cobb >
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En este últimos meses hemos conocido varios indicadores estadísticos de interés – Casen 2011, Censo- que nos dan cuenta de una fotografía de cómo estamos como país y como región, revelando el estado de la población en cuanto a su vulnerabilidad (Arica y Parinacota tiene una tasa de pobreza de 15,7%, 1,3 puntos porcentuales por sobre la media nacional) así como el despoblamiento de nuestras comunas rurales extremas (variación intercensal entre el 2002 y 2012 revela que el porcentaje de habitantes disminuyó en las comunas de Camarones (-36,5%), General Lagos (-24,8%) y Putre (-17,4%); mientras que en Arica subió un 14,1%).

El manejo de la información sobre la realidad local es por cierto central al momento de poner en práctica las políticas públicas desde los municipios. Es precisamente que en medio del debate generado por las elecciones municipales es que queremos tender puentes con los candidatos a concejales de la comuna de Arica y Parinacota.

El Concejo es parte medular de las municipalidades y su accionar es fundamental en el quehacer del gobierno local. Dado lo anterior, los/as concejalas/es electos tendrán una importante misión al momento de colaborar no sólo con el crecimiento de la región y sus respectivas comunas sino que también con temáticas relacionadas al desarrollo y ojala con una mirada más territorial.

En ese sentido, nos interesa como Fundación Superación de la Pobreza (FSP) que entre sus programas de trabajo puedan integrar temáticas como la superación de la pobreza y disminución de la vulnerabilidad de las familias de la región. Quizás algunos no poseen un programa de trabajo específico o no tienen esta importante variable incorporada como parte de sus lineamientos u otros los generarán posteriormente. En mi labor como director regional de la FSP en la Región de Arica y Parinacota me ha tocado escuchar y leer lo que muchos de ustedes aspira a realizar, pero me pregunto cuántos estarán dispuestos a primero escuchar, para luego empezar hacer. De una u otra manera queremos compartir con todas/os las/os candidatas/os a los concejos municipales de la región la siguiente visión de la pobreza desde la Fundación, mirada que guía las intervenciones que realizamos a través del programa SERVICIO PAIS.

Hoy la pobreza no es la misma que hace décadas pasadas. Antes teníamos una pobreza analfabeta, desnutrida y con déficit de vivienda, mientras que hoy enfrentamos dificultades más bien con la calidad de la educación, la obesidad en los sectores más pobres y la segregación habitacional. Entonces si la pobreza ha cambiado, también tenemos que estar a la altura de tener instrumentos que nos muestren esos cambios.

En mayo del presente año, en Arica, realizamos el lanzamiento de nuestra publicación “Voces de la Pobreza”, uno de los más importantes estudios cualitativos sobre pobreza realizados en Chile, que recopila las nociones y sentir de las personas que se encuentran en el circuito de la pobreza, profundizando en sus causas, sus visiones del pasado y las expectativas de superación.  El estudio reúne la opinión de 500 personas a través de focus grups y entrevistas grupales desarrolladas a lo largo de todo el país. Para el desarrollo de este trabajo la Fundación Superación de la Pobreza estableció alianzas con universidades de todo el país para poder obtener importantes conclusiones.

PRINCIPALES HALLAZGOS Y CONCLUSIONES

1.- Se reafirma que la pobreza es diversa: Desde el habla de los afectados, la pobreza no es una sola ni se vivencia de igual forma por todas las personas. No solo tiene diferencias por los ciclos de vida (niñez, juventud, adultez o ancianidad) y por territorios (urbano/rurales; o por la zona geográfica –norte, centro, sur, extremo sur-) sino muy principalmente, se diferencia por la forma en que se encaran los problemas cotidianos. Así, entre los principales grupos en pobreza, las personas identifican aquellos que participan de la cultura del esfuerzo-emprendedor, la del esfuerzo-resignado, la del oportunismo, la de los “papeles manchados”, la de la exclusión.

2.- De todos los anteriores, destaca la fuerte presencia discursiva de la cultura del esfuerzo: La que lucha incansablemente, pone el hombro y se las rebusca por salir adelante. Esta es una imagen dignificada de la pobreza que domina en los discursos y que clama por ser reconocida y diferenciada de la pobreza que se queda entrampada en su desesperanza, que vive de la asistencia, y que en muchos casos, se alimenta de estereotipos generados por el resto de la sociedad.

3.- Se detecta la pobreza equipada e invisible: La dinámica de la pobreza que conocíamos ya por los resultados estadísticos de la encuesta Panel Casen 1996-2001-2006, perfila un rostro de pobreza equipada. Fruto del esfuerzo de dignificación y de la necesidad de integración simbólica a la sociedad de consumo que caracteriza al Chile de hoy, los hogares que participan del circuito de la pobreza cuentan con mayor equipamiento y las familias hacen esfuerzos por acceder a bienes que permiten una mejor participación o establecer una distinción social en el barrio, como es la ropa de marca o la dotación de electrodomésticos.

4.- La pobreza se experimenta con un profundo malestar. Pero la comprensión de la pobreza adquiere un carácter multidimensional más complejo, lo que se evidencia en un desplazamiento de la percepción que la pobreza es “NO tener”, asociada a carencias básicas (falta de abrigo, hambre), propias del pasado, a una construcción más compleja donde la pobreza, en el presente, se experimenta como un fuerte malestar emocional, donde lo que define y distingue a la mayoría de las personas que se ven afectadas por la pobreza es un NO SER y NO HACER. Coexisten sentimientos de discriminación e impotencia para desarrollar una vida plena o digna, donde las posibilidades de ser y hacer son muy restringidas y cuentan con fuertes obstáculos estructurales.

5.- Las personas que participan de la nueva pobreza se sienten invisibilizadas. La política social muchas veces no reconoce sus esfuerzos y, pese a su mayor disposición para generar procesos sostenidos de superación, se sienten poco apoyados para poder dar el salto que transformará sus vidas. No demandan asistencia, sino principalmente una oportunidad de trabajar y de aportar en su propio proceso. El llamado es tanto al gobierno y sus políticas sociales, como a la empresa y a la sociedad en su conjunto.

6.- La pobreza se ve como falta de oportunidades y se vive con impotencia. No poder cumplir con las obligaciones que la sociedad establece a los jefes de hogar, genera sentimientos de dolor y la angustia,  de no poder responder a los hijos y darles lo que requieren para proyectar una vida diferente a la que ellos han tenido. Se reconocen más oportunidades para educarse y acceder a la vivienda que antes, pero las diferencias de calidad de los bienes y servicios que ellos reciben constituye una barrera para enfrentar un desarrollo duradero y seguro.

7.- Se reconoce una fuerte asociación entre la superación de la pobreza  y las buenas oportunidades educación, salud y trabajo. Se reconoce en la educación y en las condiciones laborales dos factores claves que pueden favorecer u obstaculizar los procesos de superación de la pobreza. Mayor educación, particularmente la profesionalización, es un camino que abre oportunidades de acceso a buenos trabajos, bien remunerados y con mejores condiciones de desarrollo. Si no se cuenta con ello, se vive una condena a empleos temporales, precarios y de bajos sueldos que no solo afectan la calidad de vida presente sino que también la de las generaciones futuras

8.- En el mundo de la pobreza no sólo coexisten carencias, también hay recursos y activos humanos y sociales. Los principales son el esfuerzo, la honradez y la experiencia. Es necesario que la sociedad tome en cuenta estos activos. Asimismo, identifican algunas prácticas que dificultan poderlos movilizar, como los prejuicios, las políticas clientelistas, la poca transparencia, el maltrato y la larga espera a que habitualmente son sometidos. Saben que hoy cuentan con mayores oportunidades que en el pasado, pero que estas barreras muchas veces impiden su adecuado aprovechamiento.

Reconocen que para modificar estas prácticas se requiere un cambio profundo en la forma como el Estado y la Empresa han entendido su rol en la superación de la pobreza. Asimismo, saben que aprovechar las oportunidades que resulten de ese cambio depende fuertemente de ellos y sus familias.

9.- Existe un paradigma del emprendimiento y problemas de validación social. En el pasado, para ser reconocidos y valorados por la sociedad, las personas requerían mantener valores y conductas como la disposición a trabajar, el esfuerzo y la honradez. Sin embargo, en la actualidad el proceso de validación social se ha vuelto más complejo, porque junto con los valores antes descritos, en el presente la responsabilidad de crear trabajo se traslada progresivamente desde la sociedad hacia el individuo, se instala la noción de emprendimiento. Si bien esta rompe con el paternalismo anterior y promueve la innovación y la creatividad, también les exige ser exitosos y constantes para validarse en dicho paradigma. Deben emprender como autoempleados o microempresarios, con múltiples dificultades y fracasos propios de una actividad independiente en contextos territoriales, sociales, económicos, institucionales restringidos.

10.- Existen dificultades para visualizar actores intermedios en las soluciones a la pobreza: En todos los focus se motivó a los participantes a discutir sobre cuáles son las causas y soluciones de la pobreza y quienes deben estar involucrados en ellas. Los resultados de dicha provocación nos llamaron profundamente la atención. Mencionaron en mayor medida a actores ubicados en la cúspide del poder: el gobierno/estado y los empresarios, pero por sobre estos dos, las referencias al propio individuo en pobreza o su familia son las que mayor presencia tienen en los discursos, en especial al referirse a las soluciones a la pobreza, cuestión que es consistente con lo expresado anteriormente de la instalación de la cultura del esfuerzo/emprendimiento. Llama poderosamente la atención también, que las menciones sobre actores intermedios de la sociedad son muy escasas, en especial en el tópico de las soluciones. En ese sentido, la superación de la pobreza parece jugarse hoy entre los esfuerzos de la base y la cúspide social, donde la zona intermedia aparece relativamente vacía, lo que indudablemente pone una luz de alerta no solo sobre la sustentabilidad de los procesos, sino también sobre el profundo fenómeno de atomización y aislamiento social que se está experimentando en contextos de pobreza.

PROPUESTAS

Los caminos de superación de la pobreza que las personas proponen y que piden construir a la sociedad chilena, parten del reconocimiento de sus propias potencialidades. No todo es carencia en la situación de pobreza y es necesario reconocer los recursos con que cuentan las personas para emprender esta transformación socioeconómica.

Son varias las voces que ven con optimismo el futuro de los hijos y la posibilidad de trascender a través de ellos. Sin embargo, el esfuerzo de las familias en pobreza no es suficiente para generar este cambio social. El Estado y la Empresa son vistos por las personas como importantes aliados en la construcción de este proceso y juegan un rol ineludible tanto en la generación de oportunidades como en la generación de condiciones de sostenibilidad de los avances logrados.

En ese contexto, Voces de la Pobreza deja planteados importantes desafíos para la política social, particularmente en lo referido a su mayor acercamiento a la población vulnerable, de manera de ir potenciando importantes espacios de participación a quienes vivencian la pobreza, tanto para la construcción de diagnósticos como en la búsqueda de soluciones que mejoren su calidad de vida, pero también en una mayor articulación del accionar público, a través de políticas integrales que perfeccionen el actual enfoque sectorial.

Chile está en un muy buen pie para asumir estos desafíos, por los acuerdos en torno a lo importante que es mejorar la equidad. Confiamos que estas voces serán escuchadas y sus demandas incorporadas en los desafíos que se ha planteado la autoridad social en esta materia.

Invito a todas/os las /os candidatas/os a concejalas/es de las distintas comunas de la región que les interese seguir conociendo este estudio, así como también otros y el trabajo que realizan los profesionales SERVICIO PAIS en la región (donde contamos con convenios de trabajo con 3 de los 4 municipios) a que me escriban para poder enviarles información que requieran y que le puede ser de utilidad para sus comunas.

 

Edwin Briceño Cobb

Director Regional Arica y Parinacota

Fundación Superación de la Pobreza

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