Carta para Arica sobre la comuna de Recoleta: Algunas reflexiones sobre comunistas, Jaduismo y la Jaduemanía

25 Enero 2021

No voy a hacer aquí un tratado político sobre Jadue, solo pretendo poner en conversación observaciones y reflexiones para que los ariqueños y ariqueñas podamos debatir, hablar, cuestionar nuestra realidad mirando atentamente lo que se sucede en otros lugares.  

Marcos Cereceda... >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Soy un Ariqueño que desde hace unos meses estoy viviendo en la comuna Recoleta, como muchos de nuestros lectores sabrán, en Recoleta desde hace tiempo hay un alcalde del partido comunista que se ha ido ganando la confianza y cariño de los vecinos y vecinas, a pesar de la significativa desconfianza y desprestigio en la que han caído los políticos y su manera de comprender y hacer política. No es mi intención aquí hacer propaganda gratuita al alcalde Jadue, más bien lo que intento a continuación es hacer una breve reflexión crítica sobre lo que he ido observando durante mi estancia en esta comuna, una reflexión sincera que tiene como telón de fondo las realidades de Arica, en la necesidad de que Arica de alguna forma pueda salir adelante, modernizarse, ser un referente de bienestar, cultura, integración, ciencia y conocimiento. 

Mediante esta carta, quisiera darles a mis conciudadanos algunas pinceladas de los que he visto por estos lugares, para que se puedan hacer una opinión propia, libre de dogmas, que sirva de condimento para los amantes del buen debate y conversación, en un intento ir más allá y cuestionar las tradicionales y viajes estructuras del pensamiento político moderno en América Latina.

Es por eso que el título de esta nota es “carta sobre la comuna de Recoleta: algunas reflexiones sobre los comunistas, jaduismo y la jaduemanía”, un intento de describir y reflexionar sobre las cosas buenas, claroscuros y cosas no tan buenas que he ido observando a veces de manera directa o indirecta en mi corta pero intensa vida de “recoletano” adoptado. }

Sobre los comunistas chilenos del siglo XXI

En primer lugar, no todos los comunistas son del partido comunista, hay muchas personas que, de alguna forma u otra, sin necesidad de ser militantes comparten con los principios de justicia, igualdad y libertad, sin considerarse ni comunistas ni otra cosa. El partido comunista es uno de los partidos más viejos de Chile, desde su fundación en 1922 ha sido una organización que ha intentado ponerse a la vanguardia de los derechos de los trabajadores, pero al igual que en muchos países y partidos políticos, podríamos decir que este partido político ha ido cambiando a medida que la sociedad chilena también ha ido cambiando. Por ejemplo, desde ser un partido fundamentado en una lógica patriarcal, hoy en día podríamos decir que el PC es unos de los principales abanderados e impulsores de la lucha feminista y LGTBI; desde hace tiempo y quizá no fácilmente, es un partido que se ha ido desempolvando del estalinismo de los años 50. Hoy en día podríamos decir que el PC es una referente democracia, en los últimos lustros ha sabido relacionarse muy bien con el poder en tiempos del neoliberalismo, por ejemplo, a diferencia de otros partidos, el PC siempre con su pulso más reformista que rupturista, fue leal hasta el último momento al segundo de gobierno de Michelle Bachelet y de hecho, algunas compañeros y compañeras del partido adquirieron cierto estatus político, que les dio poder, un sueldo de clase media acomodada que, de facto, los hizo participes de las reglas del juego que en teoría ellos mismo criticaban, un posición bastante cómoda hasta el estallido de octubre de 2019. 

Pero sepan ustedes, estimados conciudadanos y conciudadanos, que el PC chileno no apoya ninguna salida o solución revolucionaria violenta o no violenta al actual sistema neoliberal, aunque se sitúa como un partido antineoliberal, en las resoluciones del último congreso en ningún departe dicen que lucharan por “abolir la propiedad privada de medios de producción” o que estatizaran los sectores estratégicos de la economía nacional o que abolirán la propiedad privada sin más. Más bien, en el actual momento constituyente, lo que se proponen es construir un Estado que pueda garantizar derechos humanos, pensiones, salud, educación, vivienda y protección del medioambiente ¿Quién, en su sano juicio, podría oponerse a estos objetivos para el Chile del mañana? Es más, me atrevería a decir que son objetivos que pueden ser asumidos perfectamente desde diferentes sectores de la política, incluso por algunos sectores de la derecha sociológica (política, empresarial, universitaria, etc.)  por lo que podríamos decir, que más allá de los discursos y estéticas vanguardistas, hoy por hoy, en términos prácticos el PC se podría considerar como un partido postindustrial o post-capitalista que, aunque se vende como una formación ideológicamente antineoliberal, no por eso se le puede considerar como una partido anticapitalista: según desde donde se mire, al PC contemporáneo se le puede considerar un partido del establishment chilensis, que conserva cierta estética revolucionaria de antaño, por lo que podríamos situar al PC como un partido socialdemócrata de centroizquierda (al estilo europeo) que hace suyo un largo historial de demandas de diversos sectores de la ciudadanía, que no precisamente se consideran a si mismo como “comunistas de partido” o comunistas o personas que nada tiene que ver con el comunismo.

El problema del PC es que sigue guardando cierta correlación con el resto de partidos políticos, por ser eso: un partido político, centralizado, jerárquico, con una democracia interna que, en conjunto y al igual que otros partidos está afectado por el descredito que actualmente tienen casi todas las formaciones políticas del Estado, lo que lo hace poco atractivo para sectores de la ciudadanía más jóvenes, que aun estando fuertemente politizados no consideran la organización de partido político como un instrumento válido para hacer los cambios que se necesita el Chile y Arica del mañana. 

El Jaduismo

El “Jaduismo” es otro nivel de discusión, mucho más entretenido. Podríamos decir que el Jaduismo es un fenómeno que en política sucede cuando emerge un/una líder político que logra inscribir en la acción política su propia estampa, estilo, carisma, forma de hacer, es decir, cuando un político logra posicionar su propia marca, más allá de los bordes que dibuja su propia formación política. Podríamos decir que el Jaduismo es uno de estos casos. Aunque Jadue es un hombre de partido, el Jaduismo va más allá de lo que es él y de la propuesta del partido comunista. Es más, sin “Jaduismo” el partido comunista más allá de los discursos y estéticas, se vería seriamente afectado por lo problemas que aquejan a todos los partidos políticos (de izquierda y derecha). Pero ¿qué es el Jaduismo? En primer lugar, podríamos decir que el Jaduismo es acción municipal, es decir, el Jaduismo nace y encuentra su razón de ser en la acción municipal, el Jaduismo no se entiende o no tiene posibilidades desde el Congreso o desde algún tipo de gobierno que no sea municipal. Una segunda característica, podrías ser que el Jaduismo que no se caracteriza por ser “populista”, aunque a casi todos los proyectos que ha impulsado tienen el apellido de “populares” si hay algo que caracteriza al Jaduismo es la innovación en un sentido bastante amplio, desde los económico (fomentando cooperativas) hasta el cultural y tecnológico. Si, innovación, un concepto que ha sido bastante manoseado por el neoliberalismo, que entiende la innovación como una actividad propia de las empresas o bien desde las políticas de innovación del ministerio y de las universidades. Con el Jaduismo, la innovación es partes sustancial de la iniciativa municipal, a través de la creación de servicios municipales tales como:  Innovarecoleta, una corporación mediante la cual se ha impulsado la Inmobiliaria popular, un programa de viviendas para que sectores vulnerables de la ciudad que, por medio de un alquiler barato, puedan ahorrar y hacer la transición al hogar definitivo, la Óptica popular, un servicio que receta y vende lentes ópticos a bajo precio, la Farmacia popular donde los recoletanos pueden adquirir una amplia gama de medicamentos a bajo precio. También podríamos hablar de “Recoletras” la libraría popular donde hasta yo me he comprado libros de primera calidad y muy baratos o la Universidad Abierta de Recoleta (UAR), una universidad abierta que apuesta por la distribución del conocimiento a través del trabajo voluntario de académicos y la impartición de cursos de formación.  Dejando fuera los cursos de formación gratuitos de la UAR ninguno de estos servicios es gratuito, más bien lo que hacen es reducir los costos de operación para poder bajar los precios finales y así marcar los precios de este tipo de insumos.  En la librería, a la óptica o en las farmacias pueden comprar ciudadanos con independencia de su color político, nadie les pregunta si “tienen el carné del partido” solo exigen en algunos casos el certificado de la junta de vecinos para acreditar que uno es ciudadano que vive en Recoleta (como es el caso de la óptica popular). Podríamos decir que, en conjunto, son una serie de “pequeños grandes proyectos” que a través de una excelente campaña comunicativa en redes sociales (otras características del Jaduismo), ha logrado despertar el interés de municipios, políticos y ciudadanía del país por estas iniciativas innovadoras, que se ha ido extendiendo o copiando a otros municipios, un fenómeno que hace del Jaduismo, incluso , un modelo de gestión municipal exportable a otras comunidades, en las que la innovación es su principal carta de presentación. Ser jaduista no implica ser comunista, de hecho, llegadas las circunstancias Jadue podría fundar su propio partido “Jaduista”, desfondando el capital político que ha ido generando el PC en torno a la figura de este político.  

La Jaduemanía

La Jaduemanía es lo que traduce al Jaduismo en un fenómeno sociológico, me refiero a las pasiones, esperanzas y esperpentos que produce la emergencia del Jaduismo. La Jaduemanía es lo que hace que el Jaduismo se ponga de moda, es la gente que dentro de la espesura del descontento ve el Jaduismo la esperanza o el peligro. Aquí emerge la figura del líder carismático que para algunos es la versión 2.0 de Allende, para otros la encarnación del mal, para algunos es el intelectual buenmozo que necesita Chile, un “turco” que sabe hacer las cosas bien o un “turco” (que en realidad es chileno descendiente palestino) que nos puede llevar al apocalipsis.  En la Jaduemanía participan comunistas y no comunistas que, instruidos en hacer tecnoactivismo, participan activamente en las redes sociales, por ejemplo, además de los que sucede en Twitter,  en Facebook existe varias páginas de diferentes comandos “Jaduistas” (que no son del PC) con miles de seguidores, también cada miércoles Jadue participa en el Fecebook-live “Una conversación sin maquillajes” un programa dirigido por César Abud-eid, en la que Jadue conversa de todo, contesta preguntas difíciles, pero donde unas 600 personas cada miércoles  van haciendo comentarios, preguntas, observaciones, inquietudes, etc. donde Jadue aprovecha también de dar a conocer su pensamiento, defenderse de ataques, aclarar las acusaciones, etc.  La Jaduemanía es lo que ha hecho aceptar a Jadue -quizá a regañadientes- ser el candidato a presidente, un papel que quizá no le gusta ya que lo aleja de la acción municipal, pero que sectores de la ciudadanía se lo imponen o se lo piden a gritos.   La Jaduemanía va en ascenso, cada vez son más lo que participan ella y no son precisamente comunistas, son simples ciudadanos que les gusta lo que hace el Jaduismo en Recoleta, les cae bien ver por fin que existe un político intelectualmente poderoso, sin corbata, que quizá se compra las camisas en patronato y que se pone zapatos mocasines sin calcetines, que no fuma ni bebe alcohol pero que se declara liberal, aunque yo diría que es más un libertario. También algunos colegas que trabajan con él, me comentan que es un jefe exigente, enérgico y a veces le toca hacer de “jefe camote”.

No voy a hacer aquí un tratado político sobre el Jaduismo y la Jaduemanía, solo pretendo poner en conversación estas observaciones y reflexiones para que los ariqueños y ariqueñas podamos debatir, hablar, cuestionar nuestra realidad mirando atentamente lo que se sucede en otros lugares.  

Ver también: Arica no es Chile: Apuntes para una futura ciudad Estado