Chile "on fire": Qué bueno que ocurra, pero debe ser sin violencia

Masticar la rabia y no saber canalizarla, terminará siempre en un estallido de ira que puede ser muy peligroso y transformarse en algo irreparable, y es lo que veo horrorizado en nuestro Chile hoy.

La violencia no se puede justificar bajo ningún punto de vista y, por lo tanto, siempre debe ser condenable y es necesario que se haga. Pero la violencia brotará si no logramos hacernos cargo de lo que provoca la rabia y ahí tanto izquierdas como derechas deben asumir su responsabilidad en esta catástrofe política y social que vivimos.

La sociedad se cansó de las desigualdades y de las colusiones:

• Se cansó de los perdonazos y que le cobren el estacionamiento para ir a comprarles a las grandes tiendas.
• Se cansó de las pensiones indignas.
• Se cansó de que rebajen los impuestos a los ricos y le suban la locomoción y la electricidad a la clase media y a los pobres.
• Se cansó que un parlamentario gane 35 veces el sueldo mínimo
• Se cansó de una clase política que ha sido incapaz de escuchar o, peor aún, que se han hecho los sordos a las demandas de una comunidad que hace mucho rato que viene dando las alertas.

Hoy Chile está “on fire” producto de la mofa de un ministro que llamó a levantarse temprano para pagar menos en el metro, producto de la incapacidad de un gobierno para manejar una crisis social y que enturbia la democracia sacando a los militares a la calle para reprimir al pueblo que grita a través de sus cacerolas.

Hoy Chile está “on fire” producto que se cansó de escuchar promesas y mentiras.

Hoy Chile está “on fire”, y qué bueno que ocurra, pero debe ser sin violencia, marchando y haciendo sonar las cacerolas hasta que cambiemos todos juntos lo que está mal.

Imagen: Huawei / Agencia Uno