¿Cómo dice que dijo?: El Apruebo del socialdemócrata Joaquín Lavín

02 Septiembre 2020

Dos giros inesperados de otrora Candidato Presidencial de la Derecha chilena y actual alcalde de Las Condes.

Miguel Ángel Leiva >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Invitado

El alcalde de Las Condes constantemente nos sorprende con sus locuras y populismo efectivo, digo efectivo porque están a la vista, y como aquellos que prometen castillos en el aire que sin resultados, terminan derrumbándose en sus propias cabezas.

Pero esta semana el sonriente y mediático alcalde se mandó dos giros de proporciones colosales. Primero autodefinirse como un socialdemócrata y luego casi inmediatamente  encabezar un bloque de alcaldes de derecha que van díscolamente votar por el Apruebo.

Como sea, Lavín al igual que el alcalde Jadue, han irrumpido en la política comunicacional chilena con esas ideas innovadoras y reales que obligan a los  medios a entrevistas y sacadas al aire casi a diario, estrategia comunicacional electoral que hoy los ubica en los top ten de las encuestas presidenciales, de hecho, todas apuntan a que el  próximo presidente de Chile vendrá del mundo municipal y en esto, Recoleta y Las Condes la llevan.

Pero una cosa es proponer y realizar locuras y otra es dar un giro político tan bizarro como decir que uno de los UDi más cercanos al gobierno militar y al modelo neoliberal,  hoy aparezca diciendo que se siente un “Socialdemócrata”, corriente política,  económica, filosófica y dogmática, situada en la centro izquierda, por su sentido precisamente social y demócrata.

Países nórdicos por excelencia como Suecia, Dinamarca, Noruega,  Finlandia y otros han logrado los más altos estándares en calidad de vida de las personas, protección del medioambiente en los proyectos verdes no contaminantes, sueldos y jubilaciones que superan el millón de pesos chilenos, salud integral subsidiada por el Estado,  educación de calidad y sin lucro, etc.

En la socialdemocracia las empresas pagan altos impuestos, que permiten contar con una cartera fiscal desbordante y dispuesta para financiar los programas  sociales más sensibles y necesarios, con gratuidad en muchos servicios para el crecimiento integral de los individuos y sus familias, por cierto los trabajadores también aportan fuertemente al Estado, pero con condiciones laborales, sindicales y sociales acodes a la dignidad y al nivel que merecen, por lo mismo jubilarse es un premio y no un castigo, como ocurre en países como los nuestros.

Entonces los primeros sorprendidos con estas “Locuras Lavinescas”, no fueron de la oposición sino los de su mismo sector, tanto así que de inmediato saltaron a la palestra Longueira buscando la presidencia de la UDI y Evelyn Mattei como nueva carta presidenciable del ala más dura y conservadora, buscando el voto de los cercanos a los principios de la derecha.

Pero ninguna de estas patadas en las canillas inmutan al ahora compañero socialdemócrata Lavín, todo lo contrario, lo fortalecen.