Democracia vigilada o democracia plena: Usted decide

11 Marzo 2021
La élite política no quiere soltar sus privilegios, tampoco quiere compartirlos, por eso reprimen y vigilan a la población. Pienso que quienes insisten en mantener una democracia vigilada y sometida al neoliberalismo, pueden considerarse de derecha, aunque se autoproclamen socialistas.
Jaime Retamales >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

El próximo mes se llevarán a cabo cuatro elecciones: constituyentes, concejales, gobernadores y alcaldes. Los medios de comunicación han puesto énfasis en el alto número de candidatas o candidatos como si fuera algo negativo e intentando desincentivar la participación democrática. Por otra parte, los partidos políticos tradicionales, han puesto una serie de obstáculos a los independientes. Aunque casi 80% de la población votó para que los partidos no redactaran la constitución, éstos decidieron ignorar el mandato popular, creando leyes entre cuatro paredes que les favorece, como mantener el sistema de lista, dándoles una sobre representación que no se merecen. La elite política siempre dice defender la democracia, pero sus acciones la contradicen. Es lógico preguntarse: ¿Qué tipo de democracia están defendiendo? ¿Es la misma democracia que anhela el resto de la población? ¿Tienen una democracia paralela?

Para empezar a responder estas preguntas, necesitamos definir el concepto Democracia, la Real Academia de la Lengua la define así:

1. f. Sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o por medio de representantes.

2. f. País cuya forma de gobierno es una democracia.

3. f. Forma de sociedad que reconoce y respeta como valores esenciales la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley.

4. f. Participación de todos los miembros de un grupo o de una asociación en la toma de decisiones. 

Hace unas semanas, el presidente Piñera declaró que “Carabineros de Chile es la primera línea en defensa de nuestra democracia”. Si en la definición que acabo de presentar “la soberanía reside en el pueblo”, obviamente, el Presidente tiene un concepto de democracia completamente distinto. Se refiere a una vigilada por los organismos policiales. La democracia implica, no sólo la libertad de elegir libremente autoridades locales o nacionales, es un ejercicio diario, donde tenemos derecho a expresarnos cuando hay algo que no nos parece, en todos los aspectos de nuestra vida. Por eso, la constitución en sus artículos 13, 14 y 15 consagra los derechos de reunión en lugares públicos. Sin embargo, pareciera que para nuestros líderes políticos, la democracia se reduce a los siguientes pasos: votar, irse para la casa y volver para la próxima decisión. 

Esta opinión no es exclusiva de la derecha, sino de todos el espectro político, desde la izquierda hasta la derecha. Por ejemplo, en el año 2016, el Diario U de Chile, publicó la siguiente noticia “Tanto estudiantes como corporaciones de padres y apoderados criticaron al intendente de Santiago, Claudio Orrego, y a la alcaldesa Carolina Tohá por el anuncio de ejercer acciones en contra de los padres de los estudiantes que participaron de la toma del INBA. “No lo hemos escuchado levantar la voz respecto al maltrato y a la vejación que han tenido los estudiantes detenidos en las comisarías”. Tohá y Orrego son dos miembros de la ex concertación (PPD, PS, DC, PRSD). En esta nota, no solo se les acusa de negar el ejercicio democrático de la protesta a escolares, sino también, de intentar enviarl a los padres a la cárcel. Otro miembro de la ex concertación, Jose Miguel Insulza, acuñó la tristemente célebre frase: “reprimir con energía” como castigo a los escolares que promovieron las evasiones del metro en el 2019. Como broche de oro, el intendente de Santiago, el 20 de diciembre del 2019, según el Mostrador declaró “que habría "tolerancia 0" para las manifestaciones sin autorización porque no podrían resguardar la seguridad de los asistentes”. Advirtió que habría "un poco más de mil Carabineros en ese lugar donde se van a desarrollar controles de identidad. Vamos a mantener el orden público en ese sector céntrico de Santiago”. De esa manera, amenazaba a los manifestantes, incluso antes de que la gente se reuniera en la plaza y yendo en contra de sus derechos constitucionales. Los dos conglomerados han actuado igual cuando la ciudadanía intenta expresarse en las calles, aunque sea de forma pacífica, reduciendo el ejercicio democrático a solo ejercer el voto. En pocas palabras, la razón es sencilla, mantener el poder, no compartirlo con la ciudadanía. Este contubernio se debe a que defienden sus intereses políticos y económicos. Realmente, la diferencia entre derecha e izquierda, no existe. Por eso, Mirko Macari ha sugerido unirlos bajo el nombre de “el partido del orden”. Esta élite política no quiere soltar sus privilegios, tampoco quiere compartirlos, por eso reprimen y vigilan a la población. Cuando Piñera dice que los carabineros son “la primera línea en defensa de nuestra democracia”, el sabe que necesita de las fuerzas policiales y militares para mantener el “orden”. Pero, esto no es nuevo, el partido del orden defiende los intereses de los poderosos, desde los inicios de la nación. Es lo que Mario Vargas Llosa llamó “la derecha cavernaria” en el año 2018, refiriéndose a la chilena. 

Personalmente, pienso que quienes insisten en mantener una democracia vigilada y sometida al neoliberalismo, pueden considerarse de derecha, aunque se autoproclamen socialistas. La élite política y económica chilena es arcaica, pues sigue manteniendo varios principios de la monarquía española de Carlos III. El tipo de gobierno de este rey es llamado: “despotismo ilustrado”, caracterizado por tener un carácter paternalista acompañado de la famosa frase “Todo para el pueblo, sin el pueblo”. Un ejemplo de esto último es la discusión del sistema previsional donde millones de personas han inundado las calles pidiendo el fin de las AFP y la creación de un sistema solidario como el que tienen las Fuerzas Armadas. 

Sin embargo, el Presidente, diputados y senadores, no solo no piensan terminar con las AFP, sino que quieren inyectar más dinero que terminará en los bolsillos de los empresarios más ricos. Las elecciones de abril son una buena oportunidad para quitarle el poder al partido del orden. La ciudadanía debe entender que informarse es un arma para que no tomen decisiones por ella. La democracia implica la participación activa, no solo de salir a protestar, sino de conocer a los candidatos, para no elegir delincuentes que se puedan convertir en diputados, senadores o Presidentes. No regale el voto a quien lleva años en política y no ha hecho nada por nuestra ciudad o estará votando por un operador político. Haga valer su voto para que se note que la soberanía reside en el pueblo y la ciudadanía es la que manda.