Diputado Vargas acusa al gobierno de estar favoreciendo a las semilleras y a las grandes empresas agrícolas

Su preocupación manifestó el diputado por el Distrito de Arica y Parinacota, Orlando Vargas, por el “empecinamiento” del gobierno de entregar tierras destinadas a la agricultura a grandes empresarios en desmedro de las familias que históricamente han trabajado la tierra en los valles ariqueños.

“Con la publicación de las bases de licitación y su empecinamiento el gobierno está favoreciendo, una vez más, los intereses de las grandes empresas agrícolas y de los dueños de las semilleras que están devastando de olivos el valle de Azapa porque serán los únicos que podrán optar a adjudicarse las 1.050 hectáreas de Pampa Concordia”, acusó el diputado a la vez que anunció que va a solicitar más información al respecto a los organismos regulares.

El ministerio de Bienes Nacionales, en su página web, realizó el llamado a licitación pública para la concesión de cuatro lotes destinados al desarrollo de proyectos agrícolas ubicados en la llamada Pampa Concordia. Los terrenos se encuentran a diez kilómetros al norte de la ciudad y se pretende concesionar por veinticinco años, entregados con derechos de agua incluidos.

“Mantengo mis aprehensiones respecto al tema del agua necesaria para el riego ya que previamente se planteó se utilizarían los pozos de la Concordia –principal acuífero del sector- con un caudal de 75 litros por segundo, mientras que la información recopilada desde los tiempos de la Junta de Adelanto conocemos que el caudal es de 200 litros”, consignó el parlamentario, argumentando, además desconocer la forma en que se traspasarán esos derechos de aguas fiscales a privados para su usufructo. En esa dirección, adelantó que “solicitaré a la Dirección General de Aguas todos los antecedentes para cerciorarme que están en concordancia con el Código de Aguas y del cambio de uso de consumo humano a riego agrícola”.

Recordó que en agosto del año pasado se reunió la Ministra de Bienes Nacionales, Catalina Parot, a quien le manifestó que esos terrenos eran un lugar propicio “para emprender una fuerte cantidad de proyectos agrícolas a través de agricultores ariqueños tomando en cuenta su experiencia, su voluntad y la capacidad de mano de obra que se podría generar, provocando en la región un nuevo estado de ánimo”, explicó Vargas, confirmando su rechazo a la posibilidad que un par de empresarios se adueñen de la tierra y de las aguas y su defensa irrestricta del derecho de los agricultores originarios de los valles ariqueños y parinacotenses.