¿El Presidente Piñera conoce realmente el Chile que gobierna?

06 Noviembre 2019

Leyendo y escuchando declaraciones del último tiempo, tengo la sospecha de que es un fiel lector de Pilar Sordo. Espero estar equivocada y que las coincidencias no sean más que producto de mi gran imaginación. Al fin y al cabo, es el futuro de Chile y su gente los que están en juego.

Veronica Grunewald >
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Leyendo y escuchando declaraciones del último tiempo, tengo la sospecha de que nuestro Presidente Piñera es un fiel lector de Pilar Sordo. Es más, estoy casi convencida, sobre todo, luego de que ella nos tratara de dar lecciones de equidad con consejos como "si te sobró torta, llévasela al conserje". Desafortunada frase que me hizo recordar a cierta María que perdió la cabeza por decir algo similar.

Por su parte, no están muy lejos de ese tono los dichos del presidente Piñera, quien sólo 2 semanas antes del despertar chileno, hacía gala de un discurso centrado en las posibilidades de mejorar las competencias a través de la ciencia y la tecnología (Paracas, Perú). Aunque mencionó una revolución, estuvo lejos de visualizar la revolución que tenía por delante en su propio país. Mientras comentaba el desastre que había en los países vecinos, invitaba a su par peruano a ser lumbreras en este convulsionado sector de América Latina.

Me pregunto si el Presidente conoce el país que gobierna.

Creo que desconoce que está lleno de pobres y que los pobres también podemos ser buenos. No sólo somos manos que pueden trabajar, no somos sólo bocas que alimentar.

Somos la ola inesperada que surgió de la fractura de las placas subterráneas desiguales escondidas, porque no convenía mostrarlas.

Somos "La Cenicienta", confinada a la pieza de servicio, impedida de brillar.

Somos el pueblo cansado de la anulacion, de la negación.

Desconoce las necesidades de esos pobres. Todo lo que menciona, no refleja las necesidades verdaderas de su pueblo, el pueblo que gobierna.

Espero estar equivocada y que las coincidencias no sean más que producto de mi gran imaginación. Que el libro de su mesa de noche no sea uno de la señora Sordo. Ojalá que no. Al fin y al cabo, es el futuro de Chile y su gente los que están en juego.

Un pueblo despierto, un pueblo cuya movilización puede ser estudiada en el futuro como la revolución chilena. Al menos tenemos los ideales, buscamos poner fin a los 46 años de Dictadura, tantos años viviendo bajo un modelo económico asfixiante.

Sí, buscamos la libertad. Queremos un país con equidad, justo, nos cansamos de las migajas. Buscamos la igualdad y la empatía. Una revolución con los mismos ideales que no se han superado.

Al menos ya tenemos torta.

Ver también: ¿Cómo se puede replicar la revolución chilena en el resto del mundo?