El problema no son los migrantes venezolanos, el problema es Nicolás Maduro [VIDEO]

10 Agosto 2019

En Arica, la ciudad más cercana a la mayor crisis migratoria de América Latina, también nos encontramos con los silencios políticos de nuestras autoridades senatoriales y diputados. 

Marcelo Oñederra SJ >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

La crisis de Venezuela ha sido posiblemente una de las noticias que más ha sonado en las páginas de los diarios y revistas en estos últimos años. Cada día aparece una sentencia de Nicolás Maduro en sus audiencias televisivas o de radio, argumentando su lucha permanente contra Trump o con poner en prisión a los “vende patrias” como trata a sus propios compatriotas. En Chile también se suceden los hechos con las apariciones públicas del Senador Navarro que levanta su puño en acuerdo con las luchas de Maduro, lo cual le trae las debidas consecuencias de querer ser destituirlo como presidente de la mesa de DDHH del Senado de Chile, en donde no se entiende cómo puede estar a la cabeza de una mesa de DDHH y apoyar a un dictador. Todas y estas noticias aparecen a cada rato en la prensa local, además de los cientos de dichos de Maduro que van completando un millar de palabras por semanas en el debate internacional. Pero lo que es cierto, es que la problemática de Venezuela no termina, no se ve posibilidad de cambio, ni siquiera sus perspectivas económicas se mejoran, y cientos y cientos de venezolanos se van del país, estimándose que para el año 2020 habrá más de 7,5 millones venezolanos viviendo fuera del país.

Durante estos dos últimos dos meses la noticia de cientos de ciudadanos venezolanos viviendo a las afueras del Consulado de Chile en Tacna ha aparecido en algunas noticias de la región. Posiblemente es la crisis migratoria más grande que ha vivido América Latina en la historia. Algo nunca antes visto, parecido en algo a las crisis migratorias de Siria y África. Las autoridades de Chile tratando de ordenar la entrada de migrantes al país, pero dando muchas veces respuestas poco claras a quienes solicitan el ingreso por razones humanitarias. Familias que quieren reunificarse y otras que buscan un salir de la tremenda crisis que vive el país del Caribe. Por otro lado, Perú y Ecuador también poniendo restricciones al ingreso de los venezolanos. Situación que se asemeja a las defensas del juego de ajedrez, sin dejar ningún flanco para que entre el contrincante.

El problema es que el contrincante o el enemigo no son los venezolanos, ellos vienen saliendo de un sistema que no responde ni ha respondido en años al cuidado de la persona y sus derechos en Venezuela. El problema es cómo en América Latina hacemos algo para que Nicolás Maduro entienda que su país está viviendo una crisis humanitaria que produce hambre en sus compatriotas. Si no que nos diga en sus discursos públicos cómo se explica la huida diaria de cientos de personas de Venezuela a algún país latinoamericano. La gran deuda de los Estados Americanos es Venezuela y su incapacidad como región de hacer algo con un país que se va extinguiendo en las manos de una dictadura que hemos dejado existir. En donde el abuso de poder es la estrategia diaria de la eliminación de la persona y sus derechos más básicos.

En Arica, la ciudad más cercana a la mayor crisis migratoria de América Latina, también nos encontramos con los silencios políticos de nuestras autoridades senatoriales y diputados. La verdad no es mucho lo que han dicho quienes fueron escogidos por la región para ser representados en los escaños del poder político nacional. Ni la tradicional izquierda ni las nuevas formas de hacer política dicen algo inteligente y que ayude, y la vieja derecha local no tiene la preparación intelectual para decir nada inteligente en relación a una crisis de esta envergadura.

Ver también: ¿Políticas migratorias o políticas de rechazo? [VIDEO]