Familiares de víctimas piden ser escuchados en proceso de paz de Colombia

15 Octubre 2012

Decenas de familiares de víctimas del conflicto interno de Colombia se concentraron el domingo en la plaza Bolívar de la capital pidiendo que se les tenga en cuenta en el proceso de paz que instalarán formalmente el miércoles en Oslo el gobierno y las FARC.

Gloria Delucchi >
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Provenientes de diversas regiones del país, los manifestantes expusieron sus testimonios en una improvisada tarima, en la que además, exhibieron fotografías de jóvenes, mujeres y ancianos presuntamente secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y otros grupos armados.

Algunos portaban pancartas que decían: “Pedimos cárcel a las FARC y a Timochenko (Máximo líder guerrillero)” y “Terroristas, mentirosos, cero inmunidad”.

Clara Rojas, quien por seis años fue rehén de las FARC y actualmente dirige la ONG País Libre, que apoya a familiares de secuestrados, exigió “la participación de las víctimas en estas negociaciones entre el gobierno y las FARC”.

 “En esta simbólica jornada denunciamos que todavía existen cientos de secuestrados y miles de desaparecidos en Colombia”, dijo Rojas.

Secuestrada en 2002 junto a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, Rojas aseguró, citando cifras de País Libre, que 400 personas han sido secuestradas por diversos grupos en la última década, 17 de ellas este año.

Las FARC anunciaron en febrero pasado que renunciaban al secuestro de civiles, a la vez que liberaron a los últimos diez policías y militares que aún mantenían como rehenes.

“Primero liberen a los secuestrados y dígannos qué pasó con los desaparecidos. Después encarcelen a todos los guerrilleros. Cero impunidad”, clamaba el octogenario Pablo Contreras, quien vestía gruesas cadenas de metal oxidado como acto de protesta y denuncia de su propio secuestro durante seis meses por las FARC en la ciudad de Villlavicencio (centro) en 2005.

“Durante años se habló de (Ingrid) Betancourt, políticos, policías y militares secuestrados pero nunca de los miles de colombianos invisibles para las autoridades, el gobierno y el mundo#, lamentó Jameth Sánchez, integrante de la ONG Los que faltan, que congrega a más de 4.000 familiares de víctimas de secuestro y desaparición.

En el acto, los manifestantes presentaron ante unidades móviles de la Fiscalía miles de documentos con fotografías y otros datos de sus familiares secuestrados, así como informaciones sobre el pago de millonarias extorsiones.

“Antes de iniciar este proceso de paz debieron aclarar la situación de nuestros familiares”, reprochó Sánchez, quien denuncia que su hermano Oscar, un ingeniero civil, fue secuestrado en Caquetá (sur) por las FARC en diciembre de 1997, cuando tenía 36 años.

Las FARC son la principal guerrilla de Colombia, con unos 9.200 combatientes y casi 50 años de lucha armada.

El diálogo que comenzará esta semana en Noruega será el cuarto intento en 30 años por poner fin al conflicto armado.

Tras la instalación formal en Oslo, las conversaciones serán trasladadas a La Habana.

 “El proceso se inició con mentiras por parte de las FARC, que aseguraron que no tenían ni un secuestrado en su pode. Basta escuchar a todas estas personas para darse cuenta del horror que se vive en Colombia”, dijo el ex diputado Sigifredo López, él mismo rehén de las FARC, entre 2002 y 2009.

“Estamos aquí exigiendo justicia y paz, pero sobre todo visibilizando a quienes hemos sido víctimas de las FARC. Denunciamos el daño que han causado con el secuestro, la extorsión y los asesinatos”, lamentó López, quien abogó por la inclusión de la sociedad civil en los diálogos de paz.

Noruega, un país que ha participado en una veintena de procesos de reconciliación y de paz en las dos últimas décadas, es junto con Cuba garante del tercer diálogo formal entre el Gobierno colombiano y las FARC, tras los frustrados intentos de Casa Verde en la década de 1980 y del Caguán (1998-2002).

Chile y Venezuela ejercerán de acompañantes en un proceso que empezó hace dos años con los primeros acercamientos y tomó impulso con las conversaciones exploratorias de seis meses entre las partes en La Habana, que culminaron con la firma de una agenda de diálogo en torno a cinco puntos.

Desarrollo rural y mayor acceso a la tierra, garantías del ejercicio de oposición política y participación ciudadana, fin del conflicto armado, que implica abandono de las armas y reinserción de los guerrilleros, búsqueda de solución al problema del narcotráfico y derechos de las víctimas son los temas que se discutirán.

 

Fuentes: AFP - El País - EFE