Grecia designa a Lucas Papademos para dirigir Gobierno de Unidad Nacional

11 Noviembre 2011

Lucas Papademos, encargado de formar gobierno de coalición en Grecia, presenta el perfil sereno de un ex banquero experto en cuestiones financieras para un país al que ayudó a acercar al euro.

Gloria Delucchi >
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Su paso por el cargo de vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), entre 2002 y 2010, permitió a este social-liberal con pinta de colegial estudioso ganarse la estimación de los medios políticos y financieros internacionales. Este prestigio le valió figurar entre los consejeros económicos del primer ministro griego saliente, Giorgos Papandreu.

Como lugarteniente de Jean-Claude Trichet, que presidió el BCE hasta octubre pasado, Papademos, de 64 años, fue un verdadero motor intelectual de la dirección de la institución europea.

Pero siempre prefirió la discreción de los hombres del segundo plano, dejando en el primero a su jefe, aún cuando estaba regularmente a su lado en las ruedas de prensa mensuales del BCE.

Este perfil de gestionario sin jactancia y riguroso podría tranquilizar a una Grecia desgarrada por la crisis política que vino a agregarse a un recesión y que adquiere el aspecto de una depresión, tras cuatro años de marasmo económico.

Es también un europeo convencido, al tanto de todas las peripecias que llevaron a Grecia a la zona euro, durante su gestión como gobernador del Banco Central de Grecia (1994-2002), en asociación con el primer ministro socialista Costas Simitis.

Designado a la cabeza de un equipo encargado de conformar esta opción, frente a interlocutores que ahora evocan abiertamente una salida de la moneda común. Papademos deberá supervisar la puesta en marcha del acuerdo europeo para liberar Grecia de la deuda, concluido los días 26 y 27 de octubre en Bruselas.

Este acuerdo debe permitir aliviar en más o menos 100.000 millones de euros la deuda pública del país, que alcanza 350.000 millones, mediante la anulación de deudas por parte de los bancos y fondos privados de inversión, que deberán aceptar perder el 50% de su inversión inicial.

Comentando un primer esbozo de ese plan, elaborado en julio pero menos favorable para Grecia, Papademos expresó su escepticismo sobre el principio de una exoneración: “el beneficio económico de una restructuración de la deuda será mucho menos importante que lo que se dice, y esta gestión significa importantes riesgos para Grecia y la eurozona”, había declarado al diario To Vima.

Una exoneración del 50% debe lógicamente conducir a la nacionalización de los bancos griegos, lo que no es del gusto del sistema bancario griego y constituye una paradoja en un Estado casi en quiebra. El pequeño banco Pronton ya fue nacionalizado mediante el fondo de apoyo al comenzar la crisis.

En todo caso, Papademos parece contar con la confianza de Alemania, interlocutor clave de Atenas en la actual tormenta. Según la prensa alemana, cuando se perfiló la crisis griega a finales de 2010, Berlín habría deseado encargarle la organización de un plan de repunte presupuestario en Europa.

Como muchos otros miembros de la élite griega, este ex profesor de la universidad de Atenas hizo parte de sus estudios en EE.UU., donde diplomó como economista, al tiempo que obtuvo un doctorado de Filosofía en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).

Después de salir del BCE, había vuelto a EE.UU. para dar clases en la prestigiada universidad de Harvard sobre la cuestión de “La crisis económica mundial: respuestas y desafíos”.

Fuentes: AFP, EFE, BBC