"Mirosevic y Boric: los nuevos rostros del regionalismo en el Congreso"

Ya han pasado casi una semana de las elecciones en nuestro país. El escenario ya se está poniendo claro: una derecha oficialista que se encuentra decaída y una nueva mayoría que se reestructura fuera del poder. Sin embargo, en este nuevo espectro surgen nuevos referentes y vienen desde la lejana orbita de las regiones.

Gabriel Boric y Vlado Mirosevic compitieron fuera del duopolio y lograron su objetivo, el de ser profetas en sus tierras.  Gabriel representa al movimiento político conocido  como “Izquierda autónoma”, que tiene una gran experiencia en la arena universitaria. Vlado, por su parte proviene del liberalismo progresista, del centro laico y reformador y que marca una nueva etapa del movimiento liberal chileno. Estos dos diputados electos tienen mucho en común: vienen de las zonas extremas del país y con un ánimo regionalista que va a marcar la agenda nacional.

Después de estas elecciones, el centralismo exagerado de Chile estaría comenzando a entrar en decadencia.  Lo anterior es por el hecho de que estos dos jóvenes diputados serán la bisagra para las reformas que quiere implementar la Nueva Mayoría (ganadora segura de la segunda vuelta). Es ahí la diferencia de que puede marcar estos dos noveles diputados a nivel nacional: Negociar las reformas para darle mayor poder a las regiones. Poder a las regiones que se hace necesario, descentralizar tanto el poder político como económico va ser una de las discusiones que van a destacar estos dos jóvenes, más otros diputados y senadores que se afilian al movimiento regionalista (Horvath, Bianchi, Cantero, Iván Fuentes, etc).

Pues claro esa es la gran derrota hasta ahora de las regiones, su pérdida centenaria de poder y su aparente poco importancia para las grandes decisiones que se toman en las avenidas de la gran capital. Arica y Punta Arenas, nos han demostrado que están por los cambios institucionales, que aún confían en este tan lejano Congreso, que emplazado en una región ha sido tan esquivo con ellas. Es el momento de los cambios, no olvidemos el ejemplo de Aisén, el letargo y el olvido, tienen sus consecuencias y la confianza institucional tiene su límite.

No va de sorprender, y confiamos en ello que estos jóvenes marquen la agenda nacional. Un futuro abogado y cientista político, que más de allá de tener diferencias en sus líneas ideológicas, tienen en común: vivieron en regiones, conocen su letargo y saben la necesidad de descentralizar el poder.