Mujeres y Noticia: cómo el machismo se va permeando en publicación y en el consumo noticioso

08 Marzo 2019

Dentro de la observación de nuestros machismos, siempre es más fácil ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Pero este 8 de marzo instala la necesidad de revisar nuestras lógicas internas por donde el machismo se permea.

Cecilia Fuentes... >
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El 8 de Marzo (8M) y el contexto de movilizaciones motivadas por la Huelga Feminista nos ha tenido conversando y reflexionando toda esta semana previa a este Día Internacional de la Mujer 2019.

El machismo y el Patriarcado es una cuestión que nos atañe a todos, especialmente a todas, y eso ha sido el centro de la convocatoria. Más allá de las críticas necesarias y la protesta hacia las estructuras que sostienen esta cultura machista e injusta con la mitad de la población humana, este debate público también busca generar la necesidad de revisar nuestros pensamientos y sobre todo, revisar nuestro actuar cotidiano.

Dentro de la observación de nuestros machismos, siempre es más fácil ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Pero la necesidad de refundar nuestras relaciones entre géneros hace necesario que la deconstruccion (que palabra más de moda, ¿no?) esté antecedida de una profunda reflexión interna. Una reflexión que no puede dejar de lado a El Morrocotudo y sus pautas de noticias, tanto en publicación como en consumo.

Porque la cosificación del cuerpo de las mujeres se traspasa a la confección de las consideradas "no-noticias", rebosantes de las modelos de TV que muestran su nuevo bikini, en esa estética Instagram donde la ostentación incluye al cuerpo en sí. Junto a cada nota que he enviado buscando informar y generar reflexión respecto del machismo y patriarcado, han habido notas sobre "la espectacular fotografia", "deleite a sus seguidores" o el clásico sobreutilizado "hizo estallar las redes sociales".

Pero no fuera nada que un par de editores decidiese instalar esos contenidos como pauta informativa. Lo realmente desmoralizador es que siempre una nota que cosifica a la mujer es la más leída. Siempre. Saqué todos estos ejemplos de días y meses distintos del 2018. Siempre igual, aún siendo que las noticias contingentes y locales atrayeron visitas. Incluso hoy, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, un día donde las mujeres columnistas y los contenidos relativos a nuestro rol social están en toda la página, lo más leído sigue siendo las notas de cosificación, como graficando aún más explicitamente esta ironía que siento cada vez que utilizo un espacio valiosisimo para hacer notar que las mujeres nos estamos movilizando ante la opresión cotidiana.

Porque estas notas son un anzuelo para los miles de peces que andan rondando en la red. Son el anzuelo para esos que forman redes vía Telegram, los que comparten fotografías con sus amigotes en el grupo de Whatsapp, los que se instalan a comentar un cuerpo humano como quien comenta una pichanga de fútbol. Esos son los clicks que después el mercado ve como público objetivo, para sacar productos de venta segura, para financiar ideas. Como cantaba Jorge Gonzalez en "Sexo": y les sigues el juego, y les das tu dinero, y te sientes muy hombre, y me rio en tu cara de tu estupidez.

Los medios de comunicación no podemos ser instancias para sacar productos de venta segura. Los medios de comunicación somos constructores sociales de realidad, y a mi ver esto sólo me hace ver que falta tanto. Que por más que nos digan que "se ha avanzado", el avance no tiene sentido si este sistema insiste en vernos como mercancía. No a mí, sino a mis congéneres que se ven además insertas en este círculo vicioso por la misma necesidad que un medio de comunicación pequeño: por la necesidad de subsistir.

Ante el pesimismo de la razón, tengo la esperanza de la voluntad que fechas como hoy, movilizaciones como hoy pueden empezar a generar cambios culturales que vayan erradicando estas malas prácticas. Es necesario porque hay un mundo que está cambiando, hay generaciones completas que están aprendiendo a leer con otros códigos y esas generaciones serán quienes luego se informen a través de medios, y van a pedir que estos se adapten a los tiempos. Creo que nunca es tarde para empezar. O al menos para darse cuenta.

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