Opinión: Gobernanza y la decadencia de la información privilegiada

26 Agosto 2016

Al transparentarse el poder, por lógica los partidos políticos y sus funcionarios tienen que bajar del firmamento en el cual se encontraban y los que pensaron que podían quedarse; indudablemente caerán.

Andrés Gillmore >
authenticated user

Hace rato que venimos debatiendo enconadamente si vale la pena reformar la Constitución del 80; o crear una asamblea constituyente; o decididamente hacer una nueva, entendiendo lo que ello implica y los costos políticos a nuestra conmocionada sociedad, sabiéndose de ante mano que el tema genera profundas divisiones y que una vez asumido el reto, producirá una polarización ideológica que nos podrían introducir en un zapato chino de grandes proporciones, sobre todo ante el vertiginoso mundo informativo, que en la actualidad esta lleno de escándalos y situaciones desconfortables relacionados especialmente con la gobernanza.

Por eso es más que imprescindible, saber entender la significancia de los procesos en forma global y lo que ganaríamos como sociedad, si nos atrevemos a introducirnos en él, que queramos o no, que es la base de sustentación de toda sociedad que se respete a si mismo y es muy importante entender, que para lograr este y otros objetivos, necesitamos instruirnos en lo que significa realmente el proceso social y los protocolos que son necesarios para llegar a buen puerto y no morir en el intento.

Todo análisis comparativo tienen diferentes puntos de vista en el funcionamiento de la lógica social, que de una u otra manera dependen de la base de sustentación y el ángulo que se tome para desarrollarlo. Los grandes cambios sociales, políticos y económicos, generan distorsiones importantes en los fundamentos, que por mucho tiempo fueron la base de los modelos y por ello, se tienden a idealizar sus resultados. Sabemos que del dicho al hecho hay mucho trecho y la realidad siempre es difusa y poco agraciada y eso lo deja muy claro, las reformas que esta tratando de llevar adelante el gobierno de la Nueva Mayoría: en educación, tributación, trabajo, AFP; reformas que hasta hace muy poco se veían claras, pero una vez que se entró en ellas, nos hemos dado cuenta que no estaban tan claras como pensábamos, que todo es subjetivo y que producir reformas sociales no es como hacer matemáticas, donde el orden de los factores no altera el resultado y precisamente es todo lo contrario; y si no tenemos la capacidad de desarrollar un fundamento estratégico, del cómo se llevara adelante el proceso, el protocolo que deberá utilizarse y los parametros que se utilizaran para logra el objetivo. Existe el serio peligro de quedarse sin pan y pedazo.

No existe formato perfecto en ciencias sociales; cuando solucionamos una variable que creíamos fundamental y definitiva, inmediatamente surgen una serie de nuevas perspectivas que no habíamos considerado y muy diferentes entre si. Por muchos estudios que realicemos, siempre se llega a la misma conclusión, nada es perfecto; porque la perfección nunca existirá en ninguna organización humana, porque el hombre por esencia es imperfecto en su fundamento. La imperfección es la característica predominante del hombre como ser y es lo que precisamente nos hace tan diversos y complejos en los procesos internos y externos, sustentando lo que somos y la forma en que pensamos enfrentarnos a la vida y proyectarnos. Obligándonos a estar siempre en un constante aprendizaje.

La revolución tecnológica que vivimos en la actualidad, ha significado un nuevo paradigma social, al que aun nos estamos acostumbrando. Esta disimile realidad, nos ha predeterminado a reorientarnos en cómo nos introducimos en los procesos de la información y la forma en como llegamos a ella bajo esta nueva perspectiva del saber, reubicándonos en un espacio multidimensional nuevo al cual necesitamos adaptarnos, si queremos sobrevivir y desarrollarnos con proyección de futuro.

En el mundo del pasado, el poder se sustentaba en la utilización de información privilegiada y su manejo estratégico para sacar ventajas comparativas ente el medio económico, social y productivo. Estructura que tan bien utilizaron políticos y financistas para prevalecer; hasta hace muy poco eramos una ciudadanía desinformada y carentes de esa malicia que caracteriza a estas extirpes sociales. Muchos de los grandes poderes económicos nacionales y presidentes del pasado, usaron este ardid para conseguir objetivos y manipularon la verdad para hacer prevalecer las propias, ejercieron motivaciones a favor y en contra de muchos procesos políticos y económicos en los modelos de desarrollo. Por suerte es una realidad que en la actualidad ha cambiado radicalmente los procesos de decisión, democratizando como nunca pensamos la información y podríamos decir fehacientemente, que el cambio tecnológico nivelo la cancha en todo sentido para los ciudadanos, poniéndolos al mismo nivel de las autoridades. Al transparentarse el poder, por lógica los partidos políticos y sus funcionarios tienen que bajar del firmamento en el cual se encontraban y los que pensaron que podían quedarse; indudablemente caerán.

El descalabro de nuestra sociedad al enfrentar el nuevo paradigma y llevarlo a cuestas, ha hecho posible que se transparente el acceso a la información, dejando al descubierto antiguas formas del hacer, que en la actualidad no son permitidas. Aunque a muchos políticos de la vieja guardia no les parezca estas deduccines, antes eramos una sociedad enferma que no lo sabia. En la actualidad seguimos enfermos como sociedad, pero por lo menos sabemos que estamos enfermos y hemos empezado el tratamiento y eso por decir a lo menos es un gran avance.

Debemos tener como objetivo básico un plan de desarrollo estratégico a nivel nacional, que le permita tener la capacidad de industrializarse de acuerdo con todas las ventajas comparativas que posee. No hay reforma posible y por muy bien intencionada que esta este, si seguimos siendo un país prestador de servicios financieros y que nuestro desarrollo continué sustentándose en el precio del cobre y como lo dijo el Pdte de Codelco hace unos días, sobre todo cuando esta empresa en la actualidad no tiene “un puto peso” y no hay que ser muy inteligente para saber, que esta siendo pésimamente administrada, por directorios que fundamentalmente son políticos y no profesionales, que se deben a los gobiernos de turno, sin la autonomía necesaria para proyectarse y ser competitivos en el difícil mundo de la mega minería del cobre; donde el grafeno se asoma a pasos aggantados, como lo fue en el siglo pasado el salitre sintético alemán.
Tenemos que tener la capacidad de crear sustentabilidad tecnológica y valor agregado a nuestros recursos naturales. No podemos seguir comprando el cobre que producimos (un poco más de 2 USD la libra) para despues comprarlo al triple del precio en forma de cañerías. Es indudable que esta realidad debe cambiar y para que eso suceda, necesitamos invertir en conocimiento, financiar investigación; pero se hace tremendamente imposible con gobiernos que no tienen esa perspectiva, que solo gobiernan de facto por dos años. El primero año lo pierden en las incongruencias de siempre, en el último año se preocupan de la reelección y finalmente solo gobiernan dos años y más preocupados de las encuestas que de hacer y finalmente no hacen ninguna de las dos cosas bien.

El país debe tener la capacidad de garantizar políticas y planes de desarrollo estatal, con capacidad de proyectarse en el tiempo, que no queden superpuestos a los difusos criterios egoístas de los gobiernos de turno y de los partidos políticos, que se reparten la torta gubernamental sin pensar en el país, con una lógica del pasado en el mundo del futuro, con intereses que en la mayoría de las veces responden a criterios que no son los más aconsejables para la proyección de las futuras generaciones de nuestro querido y amado Chile.