Opinión: La verdad omitida de Aysén

08 Diciembre 2013
El problema de fondo que debemos resolver a nivel regional, es que no contamos en la actualidad con un plan de desarrollo, que permita un ordenamiento territorial integrado, que guíe la utilización sustentable del territorio y la relación con las comunidades.
Andrés Gillmore >
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El presidente Piñera fue claro al decir la semana pasada, que HidroAysén no cumple con la normativa vigente para otorgarle luz verde al proyecto, simplemente porque aun no han presentado el Estudio de Impacto Ambiental de la línea de transmisión. Lejanos están los días en que la transnacional pensó que la mejor estrategia para la aprobación del proyecto, era usar el ardid de dividir el proyecto: generación y transporte, cuando el proyecto es uno solo.

Los estrategas de HidroAysén entendieron ellos mismos que el proyecto es deficiente, mal emplazado y además es pretendido con tecnología del pasado en el mundo del futuro y que para lograr su aprobación, no quedaba otra que dividirlo y ver que pasaba. El gobierno al aceptar la burda artimaña, falto a la probidad con que se ha venido evaluando la intención desde sus inicios, que por más que le rebusquen y a pesar de todo, el transporte de la energía es otro duro escollo que tendrán que sortear de más de 2400 km. Incluso el gobierno ante la problemática nuevamente no dudo en ayudar a la transnacional al confeccionar la Ley de la Carretera Eléctrica, para allanarle el camino. Pero a pesar de todo la transnacional continua estancada y en punto muerto, a la espera de algún “milagro” y que el Consejo de Ministros entre gallos y media noche apruebe el proyecto.

Las incongruencias y las innumerables irregularidades cometidas para intentar sacar adelante HidroAysén, al parecer aun no están muy claras en la convivencia política interna de Aysén y por mucho que se trabaje para que estos mega proyectos se construyan con estándares profesionales de evaluación y de proyección de desarrollo, nunca estaremos a la altura de la inversión y del trabajo desplegado por HidroAysén comprando conciencias y mintiéndoles descaradamente a las comunidades para lograr sus objetivos.

HidroAysén en estas elecciones de una u otra manera logro llevar adelante la candidatura de Iván Fuentes y transformarlo en diputado. Muchos dirán que no existen pruebas de tal hecho, pero no podemos olvidar que él mismo Fuentes en Radio Santa María, cuando se le pregunto como financiaba su campaña, que para los parámetros ayseninos fue millonaria, no dudo en contestar que eran aportes de empresas privadas. Todos sabemos que los únicos que hacen esas inversiones son las transnacionales y que en ningún caso son empresas ayseninas y de uno u otro modo el ahora diputado Fuentes tendrá que pagar.

El gobierno regional por otro lado, con una actitud deplorable y con los dineros de todos los ayseninos, se pasaron toda la campaña ayudando al diputado David Sandoval Plaza (UDI) para que se reeligiera y finalmente lo consiguieron. El reelecto diputado Sandoval, ha representado desde siempre en Aysén a las transnacionales y una forma anticuada de hacer política, que no se condice con lo que se necesita hoy para lograr el desarrollo sustentable de Aysén y más que un adelanto representa su forma de trabajar un retroceso para los que quieren un parlamentario que trabaje por erradicar el centralismo, apoyar un regionalismo real y de paso crear un Aysén sustentable y para todos. Ambos candidatos a pesar de haber presentado un discurso de campaña ambiguo, así mismo fueron elegidos con amplias mayorías, aunque debemos tener claridad que solo voto el 41 % de los que tenían derecho a voto.

Quedaron en el camino candidatos como Antonio Horvarth Gutiérrez (RN), Viviana Betancourt (PS) y Claudia Torres (IND), que presentaron proyectos sustentados en una nueva forma de hacer más representativas de los nuevos tiempos y de lo que en teoría quiere la ciudadanía, luchando por la sustentabilidad regional, menos centralista, con una mayor autonomía y por sobre todas las cosas  por una administración más regionalista y que a pesar de todo lo expuesto quedaron fuera del congreso, demostrando que el mensaje no ha llegado como debería ser a la ciudadanía y que el camino para lograr un regionalismo real aun esta en pañales.

Es en este punto donde la “candonga se profundiza y nos enceguece” como se dice en el campo y no existe una lógica sustentable para entender como se maneja la conciencia de los individuos a la hora de tomar decisiones de relevancia, sobre todo en lo que concierne a estrategias de desarrollo y crecimiento. La vara con que se mide la proporcionalidad de las intenciones no es la más adecuada y en esto a estado la gran falla del gobierno regional y de los partidos políticos regionales. Una cosa es estar a favor de represar Aysén por creer de buena fe que podría ser un camino. Pero otra muy distinta es hacer caso omiso de tanta irregularidad y manipulación, problemas que a la larga nos afectaran a todos y la superficialidad con que reflexionamos nos pasara la cuenta.Podremos hacer miles de Movimientos Sociales que de verdad espero no se repitan, pero si no tenemos la capacidad de entender las consecuencias reales de lo que significa a quien le entregamos el voto de verdad estamos en un camino sin final.

El problema de fondo que debemos resolver a nivel regional, es que no contamos en la actualidad con un plan de desarrollo, que permita un ordenamiento territorial integrado, que guíe la utilización sustentable del territorio y la relación con las comunidades. La falta de un ordenamiento territorial eficiente y de un manejo integrado de cuencas, nos esta pasando la cuenta y debemos definirlo lo más pronto posible. Debemos tener la capacidad de hacer buen uso del territorio, mejorando la toma de decisiones, proyectando estrategias de desarrollo en forma integral, que definan bajo ese sustento la región como un todo y de acuerdo con los factores sociales, económicos, políticos y culturales que representan la región y que nos caracterizan culturalmente.