Plan para controlar La Frontera Norte

05 Octubre 2011

El Gobierno ha reaccionado correctamente a las peticiones de poner en funcionamiento un amplio  plan para poner fin al descontrol de la frontera norte de Chile.

Gloria Delucchi >
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               Ahora corresponderá a las instituciones policiales y a los servicios públicos involucrados demostrar su capacidad de gestión conjunta para este cometido.

                 Hace años que la situación vecinal en el norte ha escalado a una extrema gravedad de contrabando, narcotráfico, robos de vehículos e ingresos de ilegales con crecientes riesgos para la seguridad ciudadana y nacional. Medidas de control semejantes ya adoptaron Argentina y Brasil con los instrumentos más avanzados, incorporando incluso a numerosos efectivos militares, radares y aviones no tripulados, para abordar las repercusiones del creciente tráfico de drogas, ingreso de indocumentados y delincuentes provenientes desde Perú y Bolivia. Perú ha pasado a constituirse en el primer productor mundial de coca y. junto a Bolivia, supera el 50 por ciento de la oferta mundial de cocaína.

                Asimismo, se han detectado complicidades entre la policía boliviana y narcotraficantes, mientras la comunidad internacional insta al gobierno de Evo Morales a colaborar y reconsiderar, sin condicionamientos, su retiro de la Convención sobre Drogas de la ONU.

                El subsecretario del Interior chileno anunció que se quintuplicarán los recursos presupuestarios y se contemplaría la eficaz coordinación de las policías, FF.AA., el Estado Mayor Conjunto, el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), Aduanas y las tres Intendencias del norte.

                La Cancillería debería también participar en este programa, pues los eventos fronterizos inciden en las relaciones internacionales y la diplomacia es irreemplazable para la necesaria cooperación entre países vecinos. La actual ausencia de articulación entre las instituciones civiles y militares en la frontera norte desalienta la colaboración y favorece competencias contraproducentes entre ellas,

 A su vez, los escasos medios disponibles impiden la vigilancia de numerosos pasos no habilitados. Favorecen al narcotráfico y permiten la impunidad de delincuentes y de miles de indocumentados que ingresan subrepticiamente al territorio nacional para luego negociar, trabajar y residir ilegalmente en el resto del país.

                Incluso un importante contingente militar peruano armado ingresó al país sin que fuera detectado en las proximidades de Arica. Es difícil entender que se sigan gastando presupuestos importantes y se destinen contingentes militares numerosos a patrullajes en Haití, en vez de cuidar puntos críticos del territorio nacional.

                Resulta encomiable que el Ministerio del Interior diseñara este completo plan de control de la frontera norte, junto a numerosas reparticiones públicas acostumbradas a operar separadamente. La tarea siguiente es desafiante: supone la vigilancia, prevención y reacción en más de mil 300 kilómetros limítrofes y en extensas zonas aledañas.

 EE.UU. y México, con muchos más recursos, tienen enormes dificultades y logros insuficientes en el control de su frontera: se estima que casi medio millón de mexicanos es detenido anualmente, y otro tanto ingresa de modo ilegal.

Carabineros e Investigaciones serán decisivos y excluyentes en las zonas limítrofes, pero  sería un gravísimo error involucrar directamente a las Fuerzas Armadas en este combate, lo que postula EE.UU., sin hacer propio este consejo.

La opinión pública sigue con preocupación el descontrol de la frontera, vigilarla es un ejercicio esencial de la soberanía y de la seguridad nacional, y estará atentando al funcionamiento de este nuevo plan.

 

Fuentes:-

Emol

Diario 21