Terrorista noruego Breivik sentenciado a 21 años de prisión

25 Agosto 2012

El terrorista noruego Anders Behring Breivik fue considerado cuerdo y sentenciado a 21 años de prisión prorrogables por la masacre de 77 personas el 22 de julio de 2011, la más sangrienta registrada en Noruega.

Gloria Delucchi >
authenticated user Corresponsal

            La decisión es unánime: Breivick fue sentenciado a una pena de cárcel de un máximo de 21 años y un mínimo de 10, en los que no podrá presentar demanda alguna de liberación condicional durante ese período, explicó la jueza principal, Wenche Elizabeth Arntzen.

            De acuerdo con la legislación noruega, existe la opción de extender indefinidamente la condena en el calabozo mientras el prisionero sea considerado un peligro para la sociedad.

            Tras el fallo judicial, el abogado de Breivik, Geir Lippestad, afirmó que su cliente no apelará la condena.

            La posibilidad de una apelación iba a concretarse sólo si Breivik era catalogado demente, condición que el ultraderechista rechazó desde el inicio del proceso legal en su contra.

            Dice que no va a apelar, dado que ha sido declarado cuerdo y por tanto, penalmente responsable, declaró Lippestad al ser interrogado por la prensa sobre la reacción  del extremista ante su condena.

            Breivik, quien escuchó la lectura del veredicto con una sonrisa, cumplirá su sentencia en un centro de máxima seguridad en el penal de Ila, al oeste de Oslo, donde permanece en prisión preventiva desde hace un año.

            Negado a arrepentirse por los asesinatos, Breivick es enjuiciado por la masacre de 69 personas en el campamento juvenil del Partido Laborista Noruego, y por la muerte de otras ocho, tras la explosión de una bomba en el complejo gubernamental de Oslo, horas antes.

            Según admite el ultranacionalista xenófobo, la masacre fue un acto cometido para “defender a la población étnica noruega del multiculturalismo y del Islam” y en protesta contra la política de tolerancia migratoria del gobernante Partido Laborista.

            Los familiares de las victimas de Breivik se mostraron el viernes satisfechos,   pero contenidos, durante la lectura de la sentencia.

            En la sala del tribunal de Oslo en la que se dio a conocer el veredicto reinaba el silencio. Los familiares tenían aspecto cansado pero satisfecho. Los allegados de los fallecidos se apoyaron mutuamente y algunos lloraron cuando el juez leyó un pasaje en el que describía el final de las víctimas de la bomba de Oslo.

            Entre los familiares de las víctimas y los supervivientes se detectaba un cierto alivio tras conocer que Breivik permanecerá encerrado el resto de su vida, al ser condenado a 21 años prorrogables, pero deseaba evitan evitar la apelación y que cada tres años se vuelva a discutir si está cuerdo o no.

            “Es un peligro y debe mantenérsele alejado de la sociedad”, declaraba Jon_Inge Sogn, que perdió en Utoya a su hija Isabel, de 17 años. “Que se le declarase responsable de sus actos o  no daba igual. Pero quería tener esta sentencia para no tener que aguantar la apelación y para que nadie intente cada 36 meses sacarlo de su celda”.

            En la misma línea se manifestaba el danés Patrick Piscot, de 18 años, que logró huir de la matanza en un bote a remos: “Es mejor que lo envíen a la cárcel, así nos libramos de tener que hablar de él cada vez que deban averiguar si está loco. Aunque para mí Breivik ya no significa nada: es aire”. “Sólo deseo no encontrármelo  un día por la calle”.

            De “gran alivio”, calificó el veredicto Adrian Pracon, el joven al que el fundamentalista cristiano Breivik respetó su vida porque según él le recordaba a él mismo de joven y se parecía a un ultraderechista: “Quiero seguir adelante y este es el primer paso”, afirmó.

Fuentes:-

Prensa Latina

elmundo.es

Agencias