Traslado de canciller de Chávez a Cuba refuerza su poder en el régimen

02 Julio 2011

Nicolás Maduro se instaló en La Habana, para asegurar la comunicación y coordinación entre Hugo Chávez y su gobierno.

Gloria Delucchi >
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Según analistas venezolanos, el viaje da cuenta del creciente poder de Nicolás Maduro en el gobierno y su cercanía con el mandatario.

“Está en pleno uso de sus atribuciones”. El ministro de la Industria y Petróleo de Venezuela, Rafael Ramírez, aprovechó su asistencia a la cita semestral del MERCOSUR en Paraguay, para desmentir los rumores sobre el mal estado de salud del presidente Hugo Chávez, quien cumple tres semanas desde que fue intervenido de urgencia en La Habana, a causa de un absceso pélvico, según la versión oficial.

Pero junto con afirmar que el mandatario venezolano “gobierna desde Cuba”, Ramírez reveló que el canciller Nicolás Maduro se trasladó al país isleño para asistir a Chávez, lo cual refuerza su posición como “número dos” del régimen.

“El presidente Chávez se encuentra al frente de la Revolución Bolivariana, conduciendo la política del Gobierno Bolivariano de Venezuela, tomando todas las decisiones propias de su investidura presidencial”, aseguró Ramírez, quien explicó que Maduro, “en sus funciones de vicepresidente del Consejo de Ministros para Asuntos Políticos, se encuentra trabajando con el Presidente Chávez en La Habana, asegurando la comunicación y la óptima coordinación entre el presidente y todos los niveles e instancias de gobierno”.

A juicio del politólogo de la Universidad Central de Venezuela, Carlos Romero, la presencia de Maduro en La Habana, en su condición de vicepresidente sectorial de política del gobierno ministerial, no sólo podría indicar que el estado de salud del mandatario es peor de lo que se admite, sino también muestra cómo se prepara el régimen venezolano ante esta coyuntura.

“La permanencia de Maduro (en Cuba) también puede explicarse porque él es miembro de uno de los grupos que están en este momento en pugna sobre cómo va a venir el próximo tiempo con un Chávez enfermo. El representa a un sector en La Habana”, explicó Romero.

En ese sentido, el analista político Herbert Koeneke dijo que por estos días en Caracas corre la versión de que en las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) “hay temor por el futuro de la revolución bolivariana, lo que habría generado enfrentamientos entre algunos de sus dirigentes, que aspiran a ser el sucesor de Chávez”.

“Su hermano Adán, gobernador del estado Barinas, declaró recientemente, por cierto, que los revolucionarios no deben olvidar ni descartar en el futuro la lucha guerrillera, lo que ha llevado a especular que hay un sector de las Fuerzas Armadas dispuesto a restaurar el orden en el país (por ejemplo, ante la falta absoluta del presidente)”, sostiene.

Independiente de cuán grave sea su estado de salud, la enfermedad de Chávez ha puesto en la agenda el problema de su sucesión, opina Heinz Dieterich, el académico alemán nacionalizado mexicano que lo inspiró en su ruta al “Socialismo del siglo XXI”.

“El delfín de Chávez para sucederlo en el poder es Nicolás Maduro. Hace tiempo que Chávez quiere nombrarlo vicepresidente, para reemplazar al gris ex miembro de Bandera Roja, Elías Jaua. Pero no se ha podido hacerlo, porque no encuentra un sustituto para la cancillería. Maduro sería el candidato presidencial del PSUV, si Chávez no pudiera seguir gobernando”, afirmó Dieterich en una columna. El nombre de Maduro se suma así al del hermano del presidente Adan Chávez citado por otros analistas como posible sucesor.

En todo caso, el propio Dietrich reconoce que Chávez “es un maestro de la oportunidad mediática”. “De ahí que el secretismo y dramatismo en torno a su enfermedad puede ser una estratagema publicitaria para lanzar su candidatura presidencial (para 2012) el día de su regreso a Cuba, el 5 de julio”.

 

Fuentes:-

La Tercera 

El País