Reforma Tributaria: Discusión particular debe cerrar forados para elusión y evasión

31 Julio 2014

La reforma busca recaudar 8.200 millones de dólares para financiar los cambios en educación y otras áreas sociales y, al mismo tiempo, terminar con los enormes privilegios y franquicias que permiten a muchos eludir o evadir sus impuestos.

Carlos Montes >
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Michelle Bachelet y los parlamentarios de la Nueva Mayoría fuimos elegidos porque nos comprometimos a enfrentar a fondo la desigualdad y llevar adelante reformas estructurales, iniciar un nuevo ciclo y sentar las bases de un país que crezca, pero con una lógica solidaria. 

La discusión de la reforma tributaria es fundamental y un pilar del cumplimiento del programa de Gobierno. Busca recaudar 8.200 millones de dólares para financiar los cambios en educación y otras áreas sociales y, al mismo tiempo, terminar con los enormes privilegios y franquicias que permiten a muchos eludir o evadir sus impuestos. 

El más notorio de estos beneficios es la posibilidad de reinvertir las utilidades postergando en forma indefinida el pago de los impuestos, previo registro en el FUT. Este mecanismo se originó en los ’80, con otra realidad, con un país con bajo dinamismo, la banca saliendo de la bancarrota y un mercado de capitales incipiente. Hoy presenta muchos vacíos propicios para la evasión y elusión. 

La minería tiene 34 mil millones de dólares en el FUT, de los cuales 7 mil millones de dólares son impuestos diferidos. El sector comercial tiene 36 mil millones de dólares, de los cuales cerca de 8 mil son impuestos diferidos. Los fondos de inversión tienen 105 mil millones de dólares, de los cuales 20 mil millones de dólares son impuestos diferidos. Mucho de todo esto no es inversión productiva, sino mera especulación financiera. Otro tanto no está en el país, sino en paraísos fiscales y desde allá es retirado. Ello explica, además, parte de la concentración de nuestra economía. A mayor éxito, más utilidades y con ello más capital disponible a bajo costo para reinvertir. Terminar esto, tal como estaba originalmente en el proyecto, representa un punto del PIB, prácticamente, 2.700 millones de dólares anuales.

El Protocolo de Acuerdo es un importante avance. Significa que la oposición, RN y la UDI, aceptan los objetivos del proyecto, esto es: que se recauden 8 mil 200 millones de dólares para los fines que planteábamos y que se termine la posibilidad de reinvertir en los términos que la conocemos actualmente. Además, permite mejorar el ambiente económico, minimizando la incertidumbre en medio de una fuerte desaceleración y evita cualquier complicación en el Tribunal Constitucional.

Esto fue posible, entre otras cosas, por lo hecho en la Cámara de Diputados. El envío del proyecto y su pronta aprobación allí dio una señal categórica de que esta reforma, como otras que ya están en debate público, van y de que este Gobierno está decidido a cumplir su programa. 

Sin embargo, la labor está muy lejos de haberse concluido. Tengo claro que no basta con el Protocolo de Acuerdo. Hay riesgos, porque existen forados grandes. No podemos dejar de verlos considerando la elusión y evasión que podría generarse. Para que no se repliquen en la reforma los vicios y omisiones que existen hoy debemos cerrar, al menos, los siguientes 14 forados:

1°            Precisar en qué se puede reinvertir y quién decide en qué se reinvierte. Pensamos que debe ser en la propia empresa o sociedad y no en sociedades de inversión.

2°            Por cuánto tiempo se puede diferir el pago de impuestos. Hoy es hasta la eternidad. Hay que establecer un plazo específico, razonable.

3°            No permitir la reinversión fuera de Chile con dinero proveniente de franquicias tributarias, porque son recursos del país.

4°            No permitir que haya recursos que se vayan a paraísos fiscales, difíciles de fiscalizar, donde se retiran para el consumo sin pagar el impuesto global complementario.

5°            Corregir el sistema de retiros en exceso, en el que no se declaran utilidades, se piden préstamos de otras sociedades y se distribuyen. Es algo que hay que cerrar completamente.

6°            Terminar con el tratamiento de las pérdidas. Es decir, cuando una sociedad matriz con pérdidas recibe dividendos o retiros de filiales con utilidades que le permiten, incluso, pedir devolución de impuesto por tiempo indefinido. Hay que limitarlo a un año, máximo dos.

7°            Evitar que las reestructuraciones empresariales, fusiones y adquisiciones sean un método para absorber pérdidas y no pagar los impuestos de las sociedades con utilidad. Debe fortalecerse el control.

8°            Definir qué hacer con FUT histórico, tanto el positivo - US$ 270.000 millones – como el negativo -un cuarto del positivo-. Creemos que hay que congelarlo a la fecha de la ley y mantenerlo sólo para imputarlo al pago de impuestos. Para el caso del FUT negativo hay que terminarlo y que sólo se opere con esas pérdidas para la propia empresa.

9°            Se debe fortalecer la capacidad de fiscalizar, detectar y rechazar elusión por parte del Servicio de Impuestos Internos. Es imprescindible que pueda entrar a las cuentas bancarias sin consultar a un juez.

10°         Las ganancias de capital en fondos mutuos y fondos de inversión tienen que tributar como impuesto de 1ª categoría.

11°         El sistema de renta presunta debe analizarse, confeccionarse la lista de lugares donde se utiliza y limitarse a aquéllos casos en que se justifique y, en lo posible, por un lapso acotado que permita la formalización y el uso de mecanismos contables.

12°         En relación al artículo 14 ter, el límite de UF 100.000 es muy alto y puede transformarse en un incentivo al multirut tributario. Del mismo modo, debe clarificarse que la exención de 4.000 UF es para reinvertir en la propia empresa.

13°         Hay que regular las sociedades entre parientes y empresas relacionadas.

14°         Debe definirse cómo se tratarán los intereses de créditos destinados a la adquisición de acciones y derechos sociales. En el proyecto se cambia el criterio de los créditos que se piden para comprar acciones y derechos sociales. Hay que regular muy bien bajo qué condiciones.

El acuerdo es un paso que permite agilizar la tramitación, superar la incertidumbre y asumir con mayor respaldo los objetivos de recaudación y fin del FUT. Sin embargo, el debate en particular es clave para definir aspectos fundamentales del contenido del proyecto y si la reforma tributaria mantiene o no el carácter estructural.