Adiós a la señora Wile

27 Agosto 2020

Qué lamentable noticia de la partida de la Sra. Wilelma Varela Carmona, doña Wile, una persona tan noble y tan afable, de sonrisa angelical, de mirada cariñosa, que en el silencio  que le caracterizaba y sin molestar a nadie, nos  dijo adiós.

Marcelo Aguilar... >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Invitado

Estamos seguros que en las alturas, llegó al lado de quien le guió sus pasos en la tierra, en su amada Arica, a la que atesoró junto a los suyos, y que en broma decía querer partir para estar con su Diosito, pero no sin antes concretar y consolidar su pequeña empresa, su quiosco, el que levantó una y mil veces. Allá en la esquina de Bolognesi con 7 de junio, y un poco más acá en la Plaza del Roto Chileno.

Imaginar verla en su pequeño emprendimiento, en donde juntaba sus  monedas para sagradamente pagar la energía y el permiso de funcionamiento, fueron la tónica y  su máximo esfuerzo con el fin de no cerrar.

Su sonrisa, pese a que su mundo se caía en mil pedazos, la mantuvo en forma permanente,   aun cuando tuvo que trasladarse de esa  esquina tradicional, por presiones de quienes buscaron desarrollar sus proyectos, sin considerar su condición de adulto mayor, pese a que documentadamente estaba respaldada para trabajar en ese lugar.

Para qué decir el sufrimiento que hubo de padecer para habilitar su última instalación a un costado de la mencionada plaza.

Exigencias con una falta de criterio terrible como tener un techo acorde a estándares turísticos, instalaciones eléctricas de acuerdo a la normativa imperante, continuos partes y amenazas de embargo, estafas, robos reiterados sin ninguna respuesta, a lo que hubo que agregar una constante fiscalización, fueron los hechos que nunca la pudieron doblegar, demostrando que pese a la edad, siempre estuvo dispuesta a luchar.

No obstante lo anterior, pese a sus 90 años, trabajó hasta cuando fue posible y que posteriormente, debido a la pandemia, debió confinarse en su hogar  hasta  su partida.

Pensamos que por su labor, en forma autodidacta, fue la más antigua guía de turismo que tuvo nuestra ciudad.

No fue a curso alguno, pero fue ávida lectora de temas alusivos a la industria sin chimenea, de textos de historia, en especial alusivos a Arica, los que reforzaron  sus contenidos y que entregó a manera de información a quién lo requería.

A costo cero para las entidades del rubro, proporcionó información a cuanto visitante acudió a sus quioscos, entregó cientos de folletos turísticos, regaló poster de nuestro bello carnaval, perdiendo la cuenta de cuantas veces tuvo que contar la gesta del Asalto y Toma del Morro de Arica, pero , no fuimos capaces en vida de reconocer ese enorme trabajo que hizo por la ciudad desde  su noble corazón.

Fue la visión y vivo testimonio del Arica de ayer y  hoy, desde su lugar de trabajo vio la transformación del principal centro cívico, desde políticas desacertadas para cambiar la fisonomía de la plaza Colón, que ahuyentaron a las familias tradicionales que llegaban para disfrutar del lugar.

Desde su lugar de trabajo, fue testigo privilegiado  de la visita de Charles de Gaulle a nuestra ciudad, como también de ministros y autoridades del nivel central, quienes por emergencia llegaban a requerir de alguna bebida en la antesala de alguna entrevista en el Canal Arica TV.

Cuesta entender el porqué de su partida, cuesta entender el sino de una persona adulto mayor, que tuvo que luchar permanentemente por tener su espacio, para aportar y reafirmase de que era útil, y que muy pocos lo entendieron.

Su partida nos sorprende y nos entristece, pero a la vez, nos obliga a replantear las acciones en torno a nuestros adultos mayores, de aquellos que aún son autovalentes, de aquellos que quieren aportar, que no quieren ser una carga, que no les compliquen la existencia con trabas a su actuar, que solo quieren ese respaldo para continuar entregando lo mejor de sí en beneficio de la comunidad.

Señora Wile, perdone, sabemos que esto que estamos escribiendo no lo quería, pero estamos seguros que era lo mínimo de lo máximo de lo que Uds. fue en vida.