Adiós Marcelo “Negro” Caqueo: La academia y el deporte de Arica no te olvidarán

29 Marzo 2021
El kinesiólogo y cirujano dentista fue académico y deportista, y formaba parte de una conocida familia ariqueña. Falleció en La Serena.
Nelson Rojas >
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A los 51 años y bajo circunstancias que se investigan, falleció en La Serena, Región de Coquimbo, el ariqueño Marcelo Caqueo Urizar de reconocida trayectoria académica, profesional y deportiva en nuestra ciudad. 

Una vez conocida la sensible noticia, conocidos y colegas inmediatamente manifestaron su pesar en las redes sociales por tan dolorosa partida, enviando las condolencias a la familia y amigos cercanos de Caqueo Urizar.

DEPORTISTA Y PROFESIONAL

Hijo de profesores de la Universidad de Tarapacá. Desde pequeño mostró un carácter inquieto y versátil, lo cual lo llevó no sólo a estudiar y titularse de diversas carreras sino a la práctica competitiva de diversos deportes. Apasionado. 

Formó parte de varias selecciones y equipos regionales, destacando su participación en la rama de fútbol de la Universidad de Antofagasta y de Tarapacá, y en el Club Magisterio. Corredor por naturaleza, siempre fue de realizar largas distancias. Además practicó el fisicoculturismo.

El deporte y la entretención con los amigos, fue una forma de canalizar sus inagotables energías. Ricardo Palomino destacado deportista ariqueño, así lo recuerda: “Quiero despedirme de él aunque no escuche mi voz, sabe que siempre estuvimos conectado por nuestra amistad en el deporte, en lo social y profesional... Aprendí mucho de él, de cómo luchar, caer y volver a sonreírle a la vida... Aún no creo lo de su partida, pero todos llegaremos en algún momento. Agradezco por tener su amistad”. 

En el ámbito académico, fue profesor de la carrera de Kinesiología y Rehabilitación de la UTA, correspondiéndole formar a la primera generación de esa carrera que se impartía. Allí sus alumnos lo recordaron como una persona cercana y amigable, lo cual no le impedía imponer las exigencias profesionales de una carrera que tanto aporta a la salud de los ariqueños.

Gonzalo Sana, su colega resaltó: “Su generosidad para compartir conocimientos y abrir camino a las nuevas generaciones”.
Su naturaleza inquieta, lo llevó al desafío de titularse también de cirujano dentista. Una vez logrado ese objetivo, asumió el desafío de ejercer en diversas clínicas dentales de Arica. No obstante, una atractiva propuesta laboral lo llevó alejarse de nuestra ciudad para trabajar en el Hospital de Andacolllo, tras lo cual tenía planes de retornar a la región. 

Como amigo siempre privilegió la sinceridad, solidaridad y cercanía con sus cercanos. Renato Beyzaga, amigo de infancia, expresó que “’Corno’, como lo llamaban cuando egresó de la Escuela de Música en La Serena, instrumento que Marcelo manejaba a la perfección. Siempre fue amante de la música, eximio interprete de la guitarra y todo lo que fuera vinculado con interpretaciones musicales. De sonrisa a flor de piel, buen amigo, persona con muchas aptitudes, cualidades. Muy  inteligente, querendón de sus hijos y de su familia. Deja un vacío inmenso entre sus amigos de deportes, andanzas y estudios. Para quienes pudimos conocer la esencia de Marcelo nos deja con una pena insoslayable, difícil de superar. Descansa tranquilo amigo mío, tu recuerdo siempre perdurará en el tiempo”. 

Uno de sus amigos y compañero de Universidad en Antofagasta fue Adolfo Robles, quien recibió la noticia en Osorno, donde reside. “La vida y la afinidad de personalidad nos llevaron a vivir juntos en la pensión ‘El Estudiante’. Para todos quienes lo conocimos concordaríamos que ‘El Negro Caqueo’ era un brillante... tocaba corno, violín, guitarra... Capaz de conquistar a cualquier mujer solo con su carisma. Lleno de sonrisas alegres... Un gato negro, nocturno. Desafortunadamente se le acabaron las 7 vidas”.

Marcelo “El Negro” Caqueo deja una huella imborrable en la comunidad, en especial en sus hijos Sebastián y Kaifulay, y en sus padres: Malena y Washington.