Agencia de Calidad de la Educación entra en vigencia ante las críticas del movimiento estudiantil

Luego de que el 11 de agosto de este año el Gobierno promulgara la “Ley de Aseguramiento de la Calidad de la Educación”, que creaba una Agencia de Calidad y una Superintendencia del ramo, el Presidente Piñera valoró la legislación, recalcando que “es una oportunidad para las nuevas generaciones de ingresar al mundo del conocimiento de calidad”.

La legislación propuesta en el 2006 como consecuencia de la denominada “revolución pingüina”, estancada en el parlamento desde el 2007, fue aprobada por las dos cámaras en abril del 2012, por lo que con la puesta en marcha de la Agencia de Calidad de la Educación el 2 de octubre, concluye la instalación de los dos nuevos organismos creados para reforzar el sistema educacional chileno.

Junto al entonces Ministro de Educación, Felipe Bulnes, el Presidente Piñera recalcó que “la fortaleza de ese acuerdo se reflejó en que prácticamente fue aprobado por la unanimidad del Senado y por una inmensa mayoría en la Cámara de Diputados, lo que significa que cuando nos unimos detrás de un objetivo grande, los chilenos somos capaces de lograr consensos”

Respecto del nuevo organismo, las metas a corto plazo serán acordar con el Consejo Nacional de Educación los factores a medir; por ejemplo convivencia escolar, vida saludable y proyectos específicos para liceos y colegios, aunque de aquello aún no hay nada concreto.

De esta manera, el recién nombrado Secretario Ejecutivo de la agencia de calidad, Sebastián Izquierdo, señaló que la institución va a solicitar “rendición de cuentas a todos los establecimientos. Vamos a medir la calidad desde un punto de vista más integral y todas estas funciones se van a ir implementando de manera progresiva”, detalló.

Si bien los planes que desarrollará la Agencia de Calidad de la Educación comenzarán a regir durante la segunda mitad del próximo año, Izquierdo recalcó que durante lo que queda de este semestre y el primero de 2013, utilizarán los datos arrojados por el Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (SIMCE). No obstante, el Secretario Ejecutivo del nuevo organismo no se refirió a las detracciones presentadas por docentes, alumnos y escuelas respecto de la validez y eficiencia de dicha prueba.

Consultado al respecto, Juan García Huidobro, investigador del Programa Interdisciplinario de Investigaciones de la Educación (PIIE), manifestó que la creación de estos organismos es una “buena oportunidad para profundizar mejoras en la educación pública, aunque la agencia no tiene ninguna atribución fuerte para los déficit de la educación”. En ese sentido, García asegura que para asegurar la eficiencia de la agencia, “hay que pedirle a estos instrumentos que cumplan su rol, que sirva para fiscalizar los dineros públicos que se gastan en educación y que la agencia provea de un diagnóstico acabado en el tiempo”..

En tanto, desde el movimiento estudiantil observan esta medida con desconfianza.  Eloísa González, vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), indicó que “la Agencia de Calidad de la Educación no representa cambios para una institucionalidad que fracasó, cimenta los acuerdos políticos que desde el 2006 han profundizado la crisis en la educación chilena, y no va en la línea de las demandas estudiantiles. Un retroceso más que un avance”, aseguró la dirigente.

En sus declaraciones, González hace referencia también a ciertas características de la nueva agencia que pueden obstaculizar su desarrollo. “El encargado de la superintendencia fue también encargado de las becas que emanaban desde el Ministerio, por lo tanto también responsable de lo que ha sido la malversación de fondos”, detalló, e insistió en que “aquí lo que tiene que existir son organismos estatales descentralizados a cargo de los liceos públicos y con una real participación de las comunidades educativas y territoriales”.

Con oportunidades, críticas y 28 mil 600 millones de pesos del presupuesto fiscal, la Agencia de Calidad de la Educación comenzó a regir, reviviendo el mayor acuerdo parlamentario en materia de educación, propuesto en reacción a las jornadas de manifestaciones estudiantiles que cambió la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) por la cuestionada Ley General de Educación (LGE).

Revisa esta nota en www.radio.uchile.cl

Foto: Galería de Donmatas1 en Flickr