Alimentación saludable: La importancia de los colores

Acabamos de terminar unas ricas y bien comidas fiestas patrias donde una de las cosas que menos nos importa es contar calorías o carbohidratos en nuestra alimentación, ya que cuando estamos de fiesta el lema es disfrutar como tú más quieras y para muchos es un momento familiar que gira en torno a la cocina chilena.

Fuera de las bromas (o no tanto) del Lunes post fiestas, esas de “la lechuga es mi amiga”, “lechugas con latigazos” y “hoy comienzo la dieta”. Muchas personas intentan cambiar los hábitos alimenticios en estas fechas por salud, por amor propio o porque “se preparan para el verano” como dicen, en una especie de auto presión que se ponen algunos (as). Pero muy, muy lejos del tema del físico, está el bienestar del organismo cuando nos alimentamos, ya que en los casos donde “hacemos dieta” o “seguimos comiendo como siempre” generalmente nos olvidamos de los colores.

Los colores de los alimentos, básicamente representados en las frutas y verduras, denotan el contenido nutricional de estos mismos, las vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes son clave para una buena salud ya que refuerzan el sistema inmunológico así como reparan y construyen el cuerpo en general.

Es así como una ensalada de hojas verdes con una pechuga de pollo hervida no aporta lo que el cuerpo necesita para mantenerse sano y solo tiene pocas calorías. Por otro lado, el mismo pollo, asado con papas fritas, tampoco lo tiene y para esto no hay que ser experto, basta con ver los colores de tu comida.

En una tarea de mi hijo menor (foto) se plantea la problemática del bajo consumo de vegetales en la alimentación de los niños, para lo cual se pide hacer un plato de verduras entretenido para motivar a los niños a consumir más, pero la alerta personal es: si no enseñaste a tus hijos a comer vegetales a tiempo, seguramente has visitado bastante al Doc con ellos y probablemente hayas tirado la esponja para evitar el show en la mesa.

Aquí un par de datos de utilidad para transformar una mesa monocromática en una de colores.

(Dato útil para niños y adultos)

1. Dispone en el centro de la mesa una variedad de vegetales listos para auto servir y comer, si tienes niños, en trozos apropiados

2. Incluye vegetales crudos y cocidos, para tener varias texturas y consistencias (esto es grato en tu paladar)

3. Deja cucharas para que cada uno se sirva y motiva la creatividad en los más pequeños, dales la libertad de comer en platos con diferentes formas o tazones (no importa que ensucien todo, ese no es el tema)

4. Puedes incluir un plato con proteína como carnes, quesos o pescado y hacer un plato único para los más pequeños, es suficiente para ellos

5. Incluye una salsa tipo mayonesa, limonera o yoghurt para integrar sabores y puedes poner un top crujiente como crutón, pan, tortilla tostada o frita, hace más amigable las verduras para quienes aún no son tan amigos de ellas.

Les dejo el “Jarro Arcoíris” de mis hijos, luego de ponerle la tapa, lo batimos como un cóctel y con la salsa todo se integró, luego solo disfrutar.