Cambio de hábito: La lucha contra el plástico en Arica

28 Septiembre 2018

Cada chileno y chilena produce al día alrededor de 1.1 kilos de basura domiciliaria y más del 80% de personas señala que no recicla dicha basura. Entre las razones más citadas para ello se encuentra “la falta de costumbre” y “la falta de centros de reciclaje”.

Erick Leiva Soto >
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Si pensamos en el desarrollo sustentable, no podemos dejar de considerar la urgencia que existe por disminuir la cantidad de residuos que producimos diariamente. Durante los últimos años, poco a poco se ha adquirido consciencia sobre el impacto del plástico en el medio ambiente y, además, se han reconocido otros agentes que en el presente se están sumando a este problema, como la acumulación de desechos electrónicos y de ropa en los vertederos.

La lucha contra el plástico se ha tomado la escena durante este año. La promulgación de la Ley de Bolsas Plásticas que se está encargando de disminuir de manera progresiva las bolsas plásticas del comercio, es por lejos la iniciativa más llamativa en dicho ámbito. Por otro lado, es una invitación a cambiar nuestros hábitos de consumo, al tener que irnos adaptando al uso de bolsas reutilizables.

Es un importante cambio que se está iniciando y que como ciudadanos debemos tomarnos muy en serio, si queremos ser un aporte real para combatir la acumulación de este desecho en el entorno. Por lo mismo, es importante destacar algunas iniciativas, como la de SEREMI de Medio Ambiente de Arica y Parinacota, que durante esta semana ha lanzado una campaña para repartir 10 mil bolsas reutilizables en la ciudad de Arica. Esta acción se está llevando a cabo con la colaboración de algunas empresas de la región, lo cual habla de la importancia de que los diversos sectores puedan contribuir en la conservación del medio ambiente. Sin duda, este tipo de campañas serán de gran ayuda para potenciar un cambio de perspectiva y de hábitos en la población.

Las cifras hablan por sí solas. Según la Asociación de Industriales del Plástico, en Chile se utilizan alrededor de 3.400 millones de bolsas plásticas al año. Gran parte de esas bolsas van a parar a algún vertedero o al mar, causando un impacto tremendo para nuestro planeta. Debemos tomarle el peso a esta situación y entender que esa bolsa plástica que acabamos de botar a la basura (luego de un reducido tiempo de uso), se va a demorar más de 400 años en degradarse. Por eso la Ley de las Bolsas y todas las acciones que promuevan la reutilización y el reciclaje son muy bienvenidas en estos días.

El reciclaje, la gran deuda

Podríamos decir que la gran solución a todos los problemas que produce la acumulación de desechos, está en el reciclaje. Lamentablemente, como país aún estamos muy lejos de que esta práctica se convierta en algo cotidiano.

Según cifras entregadas por Publimetro, cada chileno y chilena produce al día alrededor de 1.1 kilos de basura domiciliaria y más del 80% de personas señala que no recicla dicha basura. Entre las razones más citadas para ello se encuentra “la falta de costumbre” y “la falta de centros de reciclaje”.

Lo cierto es que mientras el reciclaje no se convierta en una verdadera política de Estado, difícilmente se va a poder masificar y en consecuencia, la lucha contra el plástico y otros contaminantes seguirá siendo muy compleja. Podríamos empezar por cuestionarnos la cantidad de desechos que acumulamos en nuestros hogares a diario. Pensemos en la cantidad de ropa que ya no usamos, por esos televisores, electrodomésticos o celulares en desuso y que también están ocupando un espacio en nuestra casa o simplemente echamos al tacho de la basura.

Por ahora, el reciclaje es una cuestión de iniciativa personal. Es un hábito que debemos adquirir y promover por el bien de nuestro planeta. Debemos analizar nuestra forma de utilizar los diversos recursos que tenemos a disposición y tomar acción, cambiar nuestros hábitos. Por ejemplo, evitar el uso de utensilios innecesarios, especialmente los famosos “desechables”, cuyo principal material suele ser plástico. Cinco minutos de vida útil se traducen en 500 años de degradación. Esa es la realidad.

Imagen: Huawei / Agencia Uno

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