Correo electrónico de un hijo a su padre

Ahora que decidido tener mi correo, he decidido comunicarme contigo, lo he querido hacer antes, pero un montón de dificultades lo impedían. Pienso que tú no tienes tiempo para mí.

Papá, no dudo que me quieras, pero hay actitudes que me desconciertan, a veces te veo tan cerca para dialogar, pero algo te frena hacerlo.

¿Por qué eres tan severo conmigo? Sabes muy bien que te quiero, además te respeto mucho, trato de cumplir con todas mis obligaciones como estudiante e hijo en los quehaceres de la casa. Pero siempre te siento disconformes con mí actuar.

A veces pienso que quieres que sea el mejor, porque eso te hará sentirte superior entre tus amigos.

¿Cuándo será el día que reconozcas mi cosas positivas, que me entregues palabras estimulantes y cariñosas. No pretendo que me ensalces, solo pretendo escuchar de ti, reconocimiento, pero que broten de tu corazón. No se sí lo haces, para despertar en mí el deseo de competir, pero con tristeza escucho como alabas a mis compañeros, algo que jamás he escuchado de ti hacia mí.

Pienso que al hacerlo, crees que puede ser un signo de debilidad y pérdida de autoridad. Quizás lo haces ante tus amigos, pero eso a mí no me interesa, quiero oírlo yo mismo.

Sé que estás ahí, pero a su vez te veo demasiado lejos.

¿Porque eres tan gritón? No se justifica esa actitud tan agresiva al llegar de tu trabajo, hay veces que preferimos que no llegaras, mis hermanitos pequeños sienten mucho miedo cuando te enojas. Te molesta si estamos sentados en el computador, si estamos jugando en el celular, si tenemos el equipo de música muy fuerte.

Perdona papito, pero el problema pasa por ti, tú eres el que está lleno de insatisfacciones. Como seriamos felices sí cuando llegaras a la casa nos dieras un abrazo y nos preguntaras por nuestras tareas. Ver tu cara con una sonrisa y yo con mis hermanitos poder correr y darte un beso, te confieso que te tengo miedo porque temo que me digas “no seas mujercita anda a estudiar”

Recuerdas el día que me castigaste por haber ido donde un amigo, lo que tú no sabías era que había salido a realizar un trabajo de matemáticas, y tú me gritaste y me prohibiste a chatear con mis amigos. En ese momento tuve mucha rabia incluso pensé en no esforzarme en los estudios, total da lo mismo, no sirve de nada ser un buen alumno.

Como me gustaría ser tu amigo, para contarte mis aventuras de colegio, saber cómo eras cuando tenías mi edad con las niñas, pero te veo tan distante, y lo peor es que me pongo muy nervioso ante ti.

Sí tú fueras como el tata, que siempre nos está haciendo cariño y ayudándonos en las tareas además de escuchar y solucionar nuestros problemas, que lindo serían las cosas entre nosotros.

No me retes delante de mis amigos. Ya no le es grato venir a compartir conmigo y sabes porque “te tienen miedo” Me gusta que mis amigos vengan a jugar, y se queden a tomar tecito con nuestra familia, pero te portas tan gruñón.

No me hagas mentirles diciéndole, que te disculpen porque estás muy estresado por los numerosos problemas de tú trabajo, pero tú sabes que eso es mentira.

Papito no te pido que me andes destacando todo lo bueno, eso sería malo, me impediría madurar, solo deseo tenerte cerca con mis virtudes y defectos.

En este día papito, solo te pido que actúes con el corazón; cuando tenga la música a todo volumen, hacedme un gesto cariñoso y yo comprenderé que te molesta, cuando no vayas a trabajar regálame unos momentos para conversar y sí algún día me quieres invitar al estadio, recuerda que salir contigo me hace muy feliz.

Ojala, no te enojes por haberte mandado este correo. Yo te quiero mucho y recuerda que lo que más deseo en el mundo es ser tú amigo.

Feliz día papá.