Demolición de viviendas en Cerro Chuño y la desigualdad urbana contemporánea en Arica [FOTOS]

14 Diciembre 2020

En este proceso de demolición algunos pobladores se retiraron por su voluntad y otros tomaron la opción de quedarse por no tener soluciones habitacionales  garantizadas. 

Yaroslavl Rique... >
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Cerro  Chuño  se  ubica  al  noreste  de  Arica,  circundada  por  un   contexto  urbano  marcado  en  sus  orígenes  por  la  segregación  urbana  y  la  contaminación  medioambiental . Originalmente  concebido  como  una  solución  de  viviendas  sociales construidas por el Servicio Nacional de Vivienda y Urbanismo (SERVIU), -entre los años 1989 y 1995-, el conjunto habitacional Cerro Chuño fue ordenado con demolición  durante  el  primer  mandato  del  presidente  Sebastián  Piñera  (2010-2014),  el   año  2012,  puesto  que  su  edificación  fue  emplazada  frente  al  denominado  “Sector  F”   en  Arica:  localización  donde,  a  finales  de  1980,  fueron  depositadas  más  de  20.000  toneladas de metales tóxicos como plomo, cadmio y arsénico por la empresas sueca y chilena BOLIDEN METAL y PROMEL .

No  obstante,  desde  que  fue  ordenada  la  demolición,  los  habitantes  de  Cerro  Chuño sólo se han retirado parcialmente del lugar, debido a la demora en entregas de  soluciones habitacionales definitivas; o bien también, debido a la propia insatisfacción  que  han  tenido  respecto  de  la  soluciones  parciales que  les  han  sido  ofrecidas  para retirarse.

Una empresa  constructora    se  instaló  en  el  lugar  para  proceder  a  la  demolición  y  la  presencia  policial  se  hizo  cada  vez  más  recurrente  para  garantizar  la  realización  del  proceso.  El  motivo  seguía  siendo  el  mismo:  la  alta  contaminación  del  sector  era  un  riesgo  latente  para  los  propios  pobladores  de  Cerro  Chuño.  Y  la  negativa de los pobladores a retirarse también seguía siendo la misma: no lo harían sin sus respectivas soluciones habitacionales garantizadas.

Pero  no  todo  seguía  siendo  exactamente  lo  mismo  en  Cerro  Chuño  desde  la  fecha  en  que  se  ordenó  su  demolición  hasta  el  año  2017. En  este  particular  contexto  contemporáneo,  la  desocupación  parcial  de  Cerro  Chuño sumada  a  la  creciente  necesidad  habitacional  de  los  nuevos  migrantes  que  llegaron a vivir a la frontera durante aquellos años, terminaron por originar la toma de terreno en su aspecto y composición actual: una particular concentración de nuevos migrantes internos (provenientes de regiones chilenas mineras) e internacionales (provenientes de Latinoamérica y el Caribe) que se han visto obligados a tomar las casas desocupadas de Cerro Chuño con todo, los conflictos sociales por el futuro del suelo urbano en Arica se están acrecentando  cada  vez  más.

Algunos pobladores se retiraron por su voluntad y otros tomaron la opción de quedarse por no tener soluciones habitacionales  garantizadas. 

La información más detallada de todo el proceso puedes encontrarla AQUÍ