Depresión Norte #8: Mi hora favorita del día

18 Junio 2020

Me despierto y automáticamente tomo mi celular. Ya no reflexiono sobre mi estado actual ni donde estoy. No pienso en la sociedad y tampoco agradezco por un día más.

Carlos Carvajal >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Mi hora favorita del día siempre es la primera.

Me despierto y automáticamente tomo mi celular. Ya no reflexiono sobre mi estado actual ni donde estoy. No pienso en la sociedad y tampoco agradezco por un día más.

Simplemente tomo mi celular y doy inicio

Envuelto en mi soberbia digital disfruto del condicionamiento a través de algoritmos de las redes sociales para que me presenten el contenido embazado de la gente que sigo ordenadas según mi gusto y preferencia personal, según lo que he consumido a través del tiempo.

Mis amigos, mi familia, mis chicas favoritas, presentado cómodamente en burbujitas personalizadas de la aldea digital 2.0. Que bien que me conocen las redes, es el cálculo duro de lo que consumimos, que rico, pienso.

Veo tu insta, fantaseo contigo. Me dan ganas de compartir más contigo, empiezo a caer en la cuenta de que siempre me paso las “movies” contigo, Que siempre encuentro linda tus publicaciones. Disfruto de la fantasía unos segundos con los ojos cerrados, otro día más en que no te hablo. Siguiente “instahistorie”, otro perfil, lo mismo, repito el proceso.

Después de revisar el contenido de los demás, le doy una vuelta al mío. Veo mis “instahistories” y hago rápidamente el cálculo en relación a cantidad de vistas por el tiempo expuesto del contenido.

Me siguen 30 personas en Instagram, que rico, soberbia digital seguida de agradecimiento íntimo y personal, me tomo en serio mi blog y mi participación en el Digiworld.

A través de lo que comparto en mis redes, monitoreo mis “status”. Cuántas horas dormí, que he hecho, para donde me han llevado mis decisiones en el pasado. Cómo reacciona la gente a contenido en diferentes contextos. Así experimento conmigo y con ustedes, son mis fantasías.

¿Debería ver mis recuerdos de face ahora mismo que ya vi todas las “instahistorias” en la mañana o debería guardarlas para algún momento de soledad más tarde?, pienso que siempre es bueno racionar el contenido a disposición.

Si bien dicen que internet es la fuente ilimitada de conocimiento, he pasado tanto tiempo aquí que siento que ya me he visto YouTube completo como 4 veces, que ya no existe un meme nuevo, que ni siquiera tu perfil me sorprende tanto como pensé hace algún momento, poco a poco empiezo a introducirme en la realidad, y a percibir la existencia cotidiana categorizada y llena de patrones repetitivos.

Sueño con Beber un poco de Coca-Cola de desayuno como en los viejos tiempos, consumo un par de propagandas entre las “instahistories”, pienso en seguir cayendo más bajo, pienso en una droga más dura y decadente… ver las “histories” de Facebook, ahí me detengo.

Subiste una historie hace 1 min, es mi oportunidad de llamar tu atención y la de mi audiencia invisible subiendo un post nuevo. Un contenido piola para vaticinarle al mundo mi entrada a otro día más.

¡Aquí estoy!, ¡sigo vigente!, consumiendo y produciendo, ¿me gano tu LIKE?

La primera horita del día es rica porque disfruto de las redes sociales semidesnudo al lado de mi guitarra y mis lápices. Veo el perfil digital de todos y el cuerpo aun no recuerda que debo lidiar con mi ansiedad y mi depresión.

Aun no se calientan motores cerebrales, como un computador que recién se prende, poco a poco y aun erecto, voy recuperando las sensaciones que me acompañan a diario, estoy solo, es más rico así, desperté con hambre otra vez. Que rico, me digo.

Me introduzco a la ducha, rica agua, ni siquiera el shampoo en los ojos me quita la atención que le presto al sonido imaginario de una posible notificación con buenas noticias, posterior a la ducha siento que ya aterricé, rica hora, rica mañana, ricas redes sociales...

Me visto y me dispongo a continuar con el día

Me gusta este día, esta calurosito, jaja, me doy risa, debería escribir un estado de face con eso. Lo único que me ata al mundo compartido en la actualidad es mi telefono celular. En donde hago mi proyección miscelánea en todos ustedes, lo bueno y lo malo. Ayer me quedo una colita, la quemo y doy inicio a mi siguiente hora favorita del día.

La Segunda.