Día Internacional de la Mujer: Mucho que conmemorar, poco que celebrar

08 Marzo 2017

Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, más conocido como el Día Internacional de la Mujer; fecha en que toman más relevancia las diversas reivindicaciones de género.

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Si bien no coincide con la fecha, el Día Internacional de la Mujer recuerda la tragedia del 25 de marzo de 1911, cuando más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes, murieron por las indignas condiciones laborales que tenían, en el Incendio de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York. Y tuvo que morir esa cantidad de mujeres para que la legislación laboral de los Estados Unidos tuviera cambios y fuera imitada en otros países. 

Maria Ester Buzzoni, psicóloga académica de la U. San Sebastián, explica que “esta fecha tiene que ver con la reivindicación de los derechos fundamentales de las mujeres, su constitución como sujetos sociales y que aglutina la necesidad de la recuperación de espacios con mayor dignidad y respeto”. 

Cabe destacar que en Chile sólo hace 200 años José Miguel Carrera dictó el decreto sobre la necesidad de fundar escuelas para las mujeres; 30 años después se creó la Universidad de Chile en 1842, pero el acceso a la instrucción universitaria estuvo vedado para la población femenina. Las mujeres podían asistir a la escuela primaria, a la Escuela Normal de Preceptoras -creada en 1854 y dirigida por las religiosas del Sagrado Corazón- y hacia fines del siglo XIX, a los primeros liceos femeninos. 

De acuerdo con la psicóloga, desde entonces las mujeres han ido tomando conciencia de su lugar en la sociedad, “de sus sufrimientos, sus dolores, de sus aislamientos sociales y esto tiene que ver con que a mayor adquisición de libertades, mayor conciencia de lo que no se tenía, no se tiene y lo que está por conseguirse”.

La historia de los derechos de la mujer en nuestro país continúa recién en 1877 cuando se promulga el conocido Decreto Amunátegui que autorizó el acceso de las mujeres a los estudios universitarios, basado en tres argumentos: la conveniencia de estimular en las mujeres la dedicación al estudio continuado; la arraigada creencia de que las mujeres poseían ventajas naturales para ejercer algunos oficios relacionados con la asistencia a otras personas; y la importancia de proporcionar los instrumentos para que algunas mujeres, que no contaban con el auxilio de su familia, tuvieran la posibilidad de generar su propio sustento. “Así la salida de las mujeres al mundo de lo público, en términos de historia ha implicado que se vayan disolviendo ciertas condiciones de aislamiento y se vayan colectivizando los procesos de tomar conciencia”, afirma Buzzoni. 

Así, las mujeres en Chile podían estudiar pero no eran consideradas aptas para elegir a sus autoridades. Y no fue sino hasta 1934 que se logró un gran avance, aunque con muchas observaciones, con la ley Nº 5.357 que incluía el derecho de la mujer a elegir y ser elegidas para las elecciones municipales. Y las luchadoras de entonces no bajaron los brazos hasta que el 22 de junio de 1937 (hace sólo 78 años) se presentó una moción de igualdad de derechos cívicos para ambos sexos ante la Cámara de Diputados, en la que se declaraba la “absoluta igualdad de los sexos para el ejercicio de todos los derechos políticos y administrativos”. 

Hoy el sueldo de una mujer en promedio es un tercio más bajo que el de un hombre y la brecha promedio a nivel mundial está estimada en el 15,6%. De igual forma el femicidio es desestimado en muchas ocasiones, dejando los hechos en episodios de violencia familiar y entregando la responsabilidad de las agresiones a la falta de denuncia de las mujeres, pero la lucha por la igualdad de género es más que una moda , ya que los “procesos de transformación social han sido conducido por este tipo de movimientos y responden a necesidades sociales que se van instalando y cuestionando las maneras de relacionarse de los sujetos en una comunidad y que hacen imposible un retroceso porque la estructura social ya ha cambiado”, concluye la académica de la U. San Sebastián.