Buenas conversaciones, buenos futuros
El robo de la quinoa andina y del lupino ruso por el imperio Von Baer
En 2001 el empresario y genetista Erik von Baer (nacido en 1941, en Alemania) registró a su nombre la quinoa, especie que es parte del patrimonio ancestral de los pueblos indígenas. La patente expira el año 2016. Por Lucía Sepúlveda Ruiz.
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authenticated user Corresponsal Corresponsal InvitadoEn 2001 el empresario y genetista Erik von Baer (nacido en 1941, en
Alemania) registró a su nombre la quinoa (kinwa para los mapuche, quinua
para los aymara) bautizando como "Regalona" la variedad de una especie
que es parte del patrimonio ancestral de los pueblos indígenas. La
patente expira el año 2016.
También a nombre de von Baer, vicepresidente de la Asociación Nacional
de Productores de Semillas Anpros, y cabeza de Semillas Baer, están las
variedades de trigo Bakan, Caluga, Fritz, Impulso Baer, Invento, Maitre,
Porfiado, Puelche, Quijote, Quino, además del triticale, un híbrido de
trigo y centeno que él llamó Lonko (www.sag.cl). Generalmente una
variedad “certificada” o registrada es impuesta en el mercado a través
de alianza con las instituciones del Estado o los bancos, desplazando
progresivamente las variedades nativas.
En esos negocios participa con un 15% la vocera de gobierno Ena von
Baer. Su hermana Karina, directora de la Sociedad Nacional de
Agricultura, dirige un holding productor y exportador de avena y raps, y
su otra hermana, Ingrid, se dedica a la genética de la quinoa.
Entre
todos controlan cerca del 50% del mercado de la semilla. Pero quieren
más. Los von Baer juegan un rol activo a favor de la aprobación del
convenio UPOV 91 que aumentará a 25 años la vigencia de las patentes y
le permitirá a los “obtentores” que registren semilla híbrida o
transgénica, perseguir judicialmente a quienes usen el producto de una
cosecha de semilla “mejorada”. Ello no está permitido por la ley actual
sobre obtentores ni por el convenio UPOV en su versión 1978. La
contraloría investiga una denuncia contra Ena von Baer por conflicto de
interés, interpuesta por un grupo de senadores encabezados por Ximena
Rincón y Alejandro Navarro.
Primero fue el lupino
En 1999, entretanto, el lupino (planta de alto valor proteico que se
utiliza como forraje) en su variedad Typtop fue registrado por Erik
von Baer, que luego registró Liapec 1(en 2007), Lila Baer (2010) y Rex
Baer (2011). El padre de la vocera dice haber empezado el negocio del
lupino cuando “regaló un saco de lupino a un mapuche y luego compré toda
su producción (Revista del Campo 10/05/11).” El lobby de Erik von Baer a
favor de UPOV 91 detonó el retorno de la verdadera historia del
fundador de las empresas Baer, relacionada con los nazis, el lupino, y
el saqueo de laboratorios soviéticos en la ocupación alemana.
Esta
denuncia se publicó en internet el mismo día que las empresas
transnacionales y sus socios locales defendían el convenio UPOV 91 ante
el Tribunal Constitucional. La iniciativa aprobada por el Senado en
mayo fue cuestionada allí como inconstitucional por 17 senadores y más
de 50 organizaciones campesinas, indígenas, sociales y ambientales. En
la web circularon el 22 de junio más de 299 reproducciones del artículo
“El abuelo nazi-SS saqueador de laboratorios rusos y su conexión con
Semillas Baer y
UPOV91(http://www.kaosenlared.net/noticia/lupino-ruso-semillas-transgenicas-nazis-von-baer-toma-chile)
La revista virtual chilena Politika relata el trabajo desarrollado
para los nazis -al lado de un campo de concentración- por el genetista
Erik von Baer Tatarinoff, abuelo de la vocera, a partir del lupino
saqueado en 1943 desde el Laboratorio del botánico y genetista ruso
Nikolai Vavilov y sus bancos de semillas de Leningrado, Ucrania y
Crimea. El creador de la Semillas Baer en la Región de la Araucanía en
1956 (muerto en Chile en 1965), emigrado fraudulentamente desde Bélgica a
Chile en 1949, había sido miembro del partido nazi al que ingresó en
mayo de 1937, con el número 4.174.671, y de su grupo de choque, las SS,
como revelan los archivos de la II Guerra Mundial de Estados Unidos.
En 1948 los alemanes procesados o investigados por su pasado nazi tenían
prohibición de salir de su país. Erick von Baer y su esposa Agnes von
Lochow huyeron de la zona ocupada por Gran Bretaña y los EEUU hacia
Bélgica, y obtuvieron su ingreso a Chile ocultando su pasado.
El doctor Flavio Rojas R, académico en la Universidad de Chapel Hill,
de Carolina del Norte (Usa) hizo estos hallazgos a raíz de una demanda
judicial por injurias graves que presentó en 1999 contra el entonces
rector de la Universidad de la Frontera, Heinrich von Baer (tío de la
vocera de gobierno) que alegaba pertenecer a una familia de
“antecedentes irreprochables” pero terminó encargado reo el año 2000.
El pasado nazi del abuelo de la vocera, silenciado por su padre Erick,
ferviente pinochetista y uno de los primeros chilenos que firmó las
filas de la UDI, quedó así al descubierto.
El abuelo von Baer trajo el lupino ruso pero su hijo lo inscribió,
legalizando el despojo con un “mejoramiento” construido seguramente a
partir del trabajo con pequeños productores que ignoraban que luego se
patentaría esa variedad. Otra variedad de lupino registrada en el SAG,
registrada por Lyle Morrison da como país de origen Ucrania. En cambio
para Baer (hijo) su variedad tiene como país de origen a Chile.
Y ahora la quinoa
En 2001 Erik von Baer registró la quinoa, afirmando que se trataba de
una especie “nueva”, homogéna y estable, como exige la ley. Se trata de
una segunda apropiación y despojo, en esta oportunidad de un cultivo
de uso ancestral por los pueblos indígenas andinos y por el pueblo
mapuche. El cultivo de quinoa había ido desapareciendo en Chile,
remplazado por siembras más comerciales. Fue recuperado en un esfuerzo
del cual es parte y protagonista Pablo Jara Valdivia. Desde 1985, por
razones de salud, él decidió convertirse en productor de su propio
alimento y en ese proceso se dejó cautivar por la quinoa.
Comenzó a repartir semillas del cereal andino en todo el territorio nacional. Cuando inició su labor fue considerado un loco. Actualmente es tesorero de la Asociación de Agricultores Orgánicos Tierra Viva y sigue los principios de la agricultura biodinámica. Pero sobre todo se nutre del conocimiento de “los viejos”, los campesinos de rincones apartados que continuaban sembrando quinoa. Su apasionante historia está registrada en “Viajes de la quinoa en Chile”, que es parte de un número especial de la Revista Geográfica de Valparaíso del año 2009 (Quinoa y Biodiversidad). En octubre de 2001 recibió en Italia el premio Slow Food por su trabajo de promoción del cultivo de la quinoa, y en 2004 fue orador en Roma en el día del Día Mundial de la Alimentación. En 2005 colaboró con el proyecto Innova Chile de Corfo, de colecta de semillas de quinoa para el Banco del Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA de Vicuña, entre otros objetivos.
Conversamos con él para que nos cuente su experiencia. Pablo Jara se remonta a la época de la Unidad Popular:
“El Presidente Allende era médico, y sabía de la importancia de la
alimentación: él nos puso a comer pan negro y la gente no lo entendía en
ese tiempo. Allende escribió al dorso de una tarjeta de mi amigo Ingo
Junge, ingeniero industrial de la U de Concepción: “En Santiago estamos
hueveando…Dedícate a la quinoa”.
Agrega que Junge cumplió la instrucción financiado por CORFO. Después
del golpe militar resistió con su proyecto hasta 1985 en la zona de
Talca.
De campesinos de Llico y Pichilemu, don Julio Rojas entre otros, obtuvo
Pablo Jara los primeros vestigios de ese trabajo. Así pudo recolectar
32 ecotipos de quinoa de la Sexta y Séptima regiones. Para Jara, el río
BioBio establece una diferencia en las variedades de quinoa. Al sur, las
semillas de la gente de Traiguén y Melipeuco por ejemplo, son negras,
reciben bien el agua, el capullo no se daña y al pelarla recién se pone
blanca.
Sobre el actual estado de los cultivos en Chile, asegura:
“Ahora producimos sobre las 300 toneladas anuales, y lo mejor es que al
menos 200 toneladas son para consumo interno. En la región de Coquimbo
es donde más se consume. Eso es lo más importante, ese es el gol que
hemos logrado meter al sistema alimentario que sólo busca enfermar a la
gente. La quinoa es un alimento completísimo, yo crié a mi hija sin
leche, sólo con quinoa y nunca ha tenido una operación ni problemas de
salud.”
El gesto de regalar
Este amante de la quinoa nunca vende la semilla. La regala o
intercambia. Explica con sencillez: “La alegría no pasa por el bolsillo,
viene del corazón. El gesto que hay que hacer es regalar. Lo contrario
es lo que quiere hacer Monsanto.”
Señala que en 1987 regaló a Erik von Baer semillas, a solicitud de éste, y que eso está documentado en diversos trabajos.
¿Y qué hace diferente la quinoa de Baer?
“Le han introducido una modificación para hacerla “distinta” y poder
registrarla. La planta característica tiene un cogollo alto y erguido.
En la de von Baer el cogollo se agacha. Pero su quinoa es blanca, y eso
me reafirma la idea de que está hecha a partir de semillas de la sexta
región.”
¿Llevó usted quinoa a comunidades mapuche?
“Sí, de diferentes formas. Una vez fui a la comunidad Lonko Kilapan y le
dejé a unos profesionales mapuche un saco de 30 kilos. Uno de ellos
lloró en mi hombro y me dijo ‘Mi abuelo durante muchos años nos dijo que
buscáramos la quinoa y tú vienes así, qué nos vas a pedir a cambio?’
Yo le respondí ‘Invíteme a comer cuando ya la tengas incorporada a tu
mesa. La quinoa era de ustedes, es como si yo me encontrara un reloj
suyo, y viniera a pedirle plata para devolvérsela.”
También entregó semilla de la región de O’Higgins a Mauricio Huenchulaf
(quien luego sería director de CONADI), para que al final de su programa
en radio Ñielol regalara puñados de semillas a quienes las solicitaran,
completando un total de 51 kilos.
En esos años no existía ningún interés estatal por reintroducir este
cultivo. INIA rechazó en varias oportunidades semillas que Jara ofreció,
aduciendo la falta de datos de GPS respecto de la zona de recolección,
protocolo que no estaba al alcance de Pablo Jara. Pero ya entre 1999 y
2001 un proyecto con fondos municipales (Procesal) monitoreó cultivos de
quinoa en Melipeuco, Padre Las Casas, Vilcún y Cunco, con semillas de
la sexta región, de la novena, y la Regalona de Baer, bajo la dirección
de su hija Ingrid. Entre los años 2001 y 2003 la Fundación de
Innovación Agraria FIA impulsó un proyecto con las comunidades indígenas
Nicolás Ailío II, Repoküra y Kume Mapu de las comunas de Gorbea, Nueva
Imperial y Temuco, con la asesoría del Centro de Educación y Tecnología
para el desarrollo del Sur CET Sur.
Las curadoras de semillas Zunilda
Lepín, Eris Coronado y Sofía Canario jugaron un rol sustantivo en esa
experiencia. Muday de quinoa fue lo primero que recuperaron, pues había
abuelas que todavía recordaban cómo hacerlo. La quinoa había vuelto a
casa.
Pablo Jara, el amante de la quinoa y procesador de sus granos para la
desaponificación, sostiene con tranquilidad: “Yo pienso que Baer no
puede hacer nada contra quienes cultivan quinoa, porque es fácilmente
demostrable de dónde viene su semilla original. El empezó a trabajar
mucho después. Cedió la patente notarialmente por cinco años a su hija
Ingrid.
El problema radica en que se la puede vender luego al INIA, porque esa entidad está entregando todo a los empresarios y sólo le interesa generar ingresos haciendo pruebas de transgénicos para las empresas. El convenio UPOV 91 es una locura. Si llenan los campos con quinoa transgénica van a usar el herbicida roundup y van a morir todos los parientes silvestres de la quinoa como la quingüilla, las acelgas…son de la misma familia, de las quinopodáceas. ¡Cómo puede Chile atreverse a entregarlo todo a cambio de lo que está exportando, por ejemplo manzanas! Espero que exista la cordura necesaria para preservar nuestras fuentes de alimentación. Bolivia logró que una universidad norteamericana tuviera que retirar las patentes de quinoa que había presentado la Universidad de Colorado, en ese lote iban también variedades de quinoa chilena, Nilahue, Cáhuil, Don Ramón, que yo había regalado a un norteamericano.”
La quinoa de Baer, a la venta en Tostadurías Talca, se pela en un tipo
de máquina antigua que estropea el grano y deja cierto sabor amargo.
Pablo Jara tiene para el procesamiento una máquina de última generación
y resultados óptimos, y ya no es proveedor de Tostadurías Talca.
Fuente: Biocultura
Foto: Jorge Salomón
Comentarios
no entiendo como se puede
no entiendo como se puede alguien apropiar de las semillas???, desde ahora son mia toas las semillas de manzana??D: rara lawea....rptiles dead.
Excelente y claro reportaje,
Excelente y claro reportaje, la vocera de gobierno debería renunciar, ya que esta claro sus conflictos de intereses, en todo caso para quedar mas clarito con respecto a MONSANTO y sus transgénicos lo pueden ver en youtube ; monsanto en español
Es una historia que realmente
Es una historia que realmente parece película de terror como todo lo que tiene que ver con el apropiamiento de las semillas y las plantaciones de transgénicos, grqacias por informar a la población , ojalá cada día seamos más los que realmente nos preocupamos del tema y que no queremos que nuestros campesino pierdan el único tesoro que realmente vale, regalo de la madre tierra.
Espero de todo corazón que estos malditos no se salgan con la suya, que seamos fuerza, así como lo hacemos por la Patagonia y que las semillas de quinoa vuelvan a ser de nuestros pueblos originarios, que es donde deben estar.
Me asusta muchoa ver las dimensiones casi infinitas de la ambición y la maldad de algunos seres humanos que pueden dañar a millones de personas y no les interesa nada más que su poder y riqueza, aún a costa de destruir nuestro mundo.
Despierten hermanos hay que hacer conciencia y no permitir nunca más este robo descarado.
es un robo a mano armada, y
es un robo a mano armada, y autorizado por nuestros legisladores...
vamos que se puede!!!! "El gesto de regalar" es como una filosofia que deberiamos seguir...
UN ROBO, QUE PARECE LEGAL AL
UN ROBO, QUE PARECE LEGAL AL PATRIMONIO DE ESTE PAIS, LA TRANSGENIA ES CONTAMINANTE, SEGURAMENTE EL PAPA DE LA SEMILLA DE MALDAD ENA VON Baer, vocera de piñera, esta LIGADA A TRAVES DE ALGUNA TRANSNACIONAL, SI LAS COMUNIDADES DE PUEBLOS ORIGINARIOS NO LE DICEN QUE NO, VAN A PERDER MÁS QUE MUCHO........