Felipa Condori Zarzuri, artesana aymara: “Nunca pensé que la Presidenta iba a usar mi bufanda”

A fines del mes de octubre, casi llegando noviembre, en el  caserío de Chuquilanta, cercano al pueblo de Pauta, en el altiplano de la comuna de General Lagos, una pequeña niña recogía flores de todos colores junto a sus hermanas y primas. “En ese lugar salen  flores del suelo, de todos los colores…tú miras así de pie y está todo lleno de flores, como una ramada”, recuerda Felipa Condori Zarzuri, artesana aymara y la primera productora de la región de Arica y Parinacota acreditada a nivel nacional con el sello “Manos Campesinas” de INDAP.

“Nosotras recogíamos todas esas florcitas y las comíamos, porque la parte de abajo es como una manzana, así bien crocante (…)Ahí pasa, que cuando sale esa flor, aparecen mariposas, hartas mariposas…entonces esa fue la inspiración para mi tejido, el origen de la bufanda mariposa ”, relata la tejedora, oriunda del pueblo de Guacollo.

Sus productos están tejidos en telar y a mano, solamente con fibra de alpaca con lana pura. “Para la bufanda puede ser de cualquier color, puedes jugar con los anchos, de 25, 30, de 60 hasta de 80 centímetros de ancho, pero lo normal es que tenga 30 cm de ancho y 1.80 metros de largo”, explica sobre su creación.

En 2014, la historia del origen de esta particular prenda llegó al Consejo de la Cultura y las Artes por iniciativa de las hijas de la Sra. Felipa, quienes la postularon al Sello de Excelencia exclusivo para la artesanía nacional que entrega el CNCA. Esta certificación le permitió postular a la acreditación que entrega desde este año el INDAP, para aquellos productos únicos e irrepetibles, realizados por manos campesinas, con la intención de apoyar a los pequeños productores a posicionar su trabajo en el mercado y darle un mayor valor comercial.

La entrega se realizó durante la celebración del “Día de las Campesinas y Campesinos de Chile”, en la comuna de Putre; donde las principales autoridades regionales no sólo le dieron a Felipa su certificado, sino que también dos fotografías de la Presidenta de la República usando sus tejidos.

“Yo sé que me pidieron una para ella, para hacerle un regalo, pero nunca pensé tener una foto de ella, con una bufanda hecha por mí, representando a mi comuna y a mi gente (…) me siento tan emocionada, feliz y orgullosa porque representa el trabajo de las artesanas de General Lagos”, nos dice luego de ver las imágenes.

Mariposas de Guacollo 

Felipa Condori Zarzuri nació y se crío en el pueblo de Guacollo, en la comuna de General Lagos y para ella el trabajo con lana de alpaca es parte de su herencia familiar, un recuerdo de esas tardes jugando junto a su madre mientras ésta hilaba en el telar “cuando no había carreteras y solamente había tren”, cuenta.

En las alturas, toda su familia se vestía con prendas de alpaca confeccionadas por sus padres, porque su él también tenía un telar, uno grande y largo que aún conserva con cariño.

“Nosotros nos vestíamos solamente con ropas hechas de lana de alpaca. Por ejemplo, mi mamá hilaba, tejía ella misma con cuatro estacas, hacía prendas y con la lana hacía las mantas, nos vestíamos de lana de alpaca pura”, describe.

Fue así, “de chiquita”, que comenzó su relación con el tejido artesanal, cuando desde los 6 años  jugaba a imitar cómo tejía su mamá. “En ese tiempo no había juguetes, no había nada, entonces yo jugaba con piedras, con leñas o con palos, y ahí yo hacía prendas en miniatura, así como mi mamá hacía, yo también hacía…”, confiesa.

Asociaciòn productiva 

Cuando Felipa Condori se hizo adulta trabajaba entregando prendas a las personas que le encargaban su productos, como chalecas, guantes y gorros. A los 25 años, bajó a Arica, como ella misma dice, para continuar su trabajo. Luego conoció al grupo de artesanas organizadas en ASOAIMA, Asociación Indígena de Mujeres Aymaras de la Comuna de General Lagos, con las cuales sigue tejiendo, hasta el día de hoy.

“Yo voy a seguir trabajando como Asociación, juntándonos con las socias del Altiplano (…) Yo a ellas les animo, les informo, les digo las fechas en que pueden participar(…) En las comunas de Putre igual, a los artesanos yo les informo para que sean reconocidos también ellos y no sólo yo”, explica.

Este año, Felipa Zarzuri postuló nuevamente al Sello de Excelencia del CNCA con otra bufanda, la tutumpe, en honor a la flor que crece en tiempos de lluvia en su pueblo. Sin embargo, sólo recibió un certificado, lo que no la desanima para postular otro producto en 2016.

“En tiempos de lluvia y de carnaval, en los bofedales de mi pueblo sale una florcita, el tutumpe, que significa alegría por el nacimientos de todas las crías (…) todo nace”, reflexiona.