¿Hemos aprendido las lecciones de la reconstrucción?

17 Agosto 2012

La reconstrucción, tarea que debe cumplir el Gobierno, no ha considerado la participación ciudadana que demandan damnificados y organizaciones de la sociedad civil. La catástrofe puso en evidencia la falta de respuestas frente a la emergencia

Observatorio Gé... >
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En su cuenta pública de mayo de 2012, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, se refirió a los desafíos que instaló el 27F y la reconstrucción de Chile, precisando que esta ha sido difícil y exigente. También señalo que ¾ de la tarea estaba realizada, pero que aún no había finalizado.

Desde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo se han otorgado subsidios a las familias y más de 140 mil viviendas fueron entregadas, según lo señalado por el titular de la cartera, Rodrigo Pérez. Cifra que ha sido refutada por parlamentarios de oposición. Mientras, diputados de Renovación Nacional han manifestado sus esperanzas en que el proceso de reconstrucción estará finiquitado al término del actual Gobierno, "y la promesa del Presidente Piñera de entregar el 100% de las soluciones habitacionales estará lista a marzo de 2014."

Desde el Instituto de la Vivienda, INVI, de la Universidad de Chile han advertido "que un Plan de Reconstrucción no es (sólo) un programa de construcción de unidades de vivienda", que se ha basado sobre todo el replicar los programas subsidiarios existentes. Tiene que ver con la calidad de vida de las personas, de poder decidir dónde vivir y no sólo de cumplir metas, ambiciosas o no, sin la adecuada participación.

Una encuesta realizada por la Red de Organizaciones pro Reconstrucción, en febrero de 2012, develó que la ciudadanía está descontenta. Un 78% de las y los votantes calificó la reconstrucción como mala o pésima, reflejando el reclamo de una mayor participación ciudadana, en los procesos generados desde el Gobierno.

Por otra parte, se ha puesto en cuestión la débil institucionalidad chilena en materia de desastres. Hoy se habla de reestructurar la actual Oficina Nacional de Emergencia, ONEMI, y se pone el acento en la protección civil. Paralelamente, se ha constituido una mesa temática de reducción de riesgos de desastres que busca promover la incorporación de la Gestión de Riesgo en la Planificación para el Desarrollo Sostenible en Chile.

Desde el 2011, el Observatorio de Género y Equidad, desarrolla el proyecto "Incorporando Género en la Reconstrucción: Mujeres Líderes y Nuevas Tecnologías de la Información para el Ejercicio Ciudadano" (financiado por la Unión Europea) en el que participan organizaciones de mujeres en cinco regiones del país. A través de talleres fortalece las capacidades de mujeres líderes de localidades afectadas por el terremoto, para incidir e interlocutar con autoridades locales de modo de hacer visibles sus necesidades y ejercer control ciudadano de los compromisos del Estado en la reconstrucción, y particularmente, de la incorporación de una perspectiva de equidad de género de este proceso. El común denominador de esta experiencia es la constatación de la falta de participación ciudadana en el proceso de reconstrucción y la escasa consideración a las necesidades de las mujeres, pero al mismo tiempo, se han fortalecido las organizaciones y liderazgos.

Es evidente, que el terremoto y tsunami aceleraron ciertos procesos sociales en un país que parecía dormido y que dejó en evidencia la solidaridad, la organización y la necesidad de una activa participación ciudadana.

A más de dos años y medio de la catástrofe que afectó a la zona centro sur de Chile, elObservatorio de Género y Equidad recogió las lecciones aprendidas tras el 27F de 2010 por una pluralidad de actores y actoras, preguntándose cómo nuestra democracia ha sido capaz de modificar una institucionalidad que quedó en jaque. Las opiniones difieren entre el gobierno y la sociedad civil y es generalizada la preocupación por la forma de enfrentar desastres en el futuro.

Por Fabiola Gutiérrez, Periodista del Observatorio de Género y Equidad