Hermana Nelly León: "Por nada del mundo pidas permiso para brillar" [VIDEO]

09 Noviembre 2018

Este año fue reconocida con el premio “Mujer Impacta 2018”. Su testimonio caló profundo en la sociedad chilena cuando compartió con el Papa en el CPF San Joaquín, donde dijo con voz fuerte y clara: “En Chile se encarcela la pobreza”. 

Rosa Araya Añicoy >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

La hermana Nelly León visitó Arica en el marco de una Jornada de Mujeres invitadas paradójicamente por Marcelo Oñederra SJ. A su despedida muchas preguntas quedaron para la reflexión personal y con ello la invitación a mujeres de la ciudad a ser voz de los que no tienen, trabajando desde la ternura, pero con firmeza, todo con el único fin de buscar la justifica social que tiene como base fundamental el reconocimiento y la valoración por la dignidad humana.

Pero, ¿quién es esta mujer? La hermana Nelly es religiosa del Buen Pastor, lleva cerca de 20 años trabajando al servicio de las mujeres privadas de libertad y su testimonio vivo la ha transformado en voz autorizada para representar el sentir de muchas mujeres que por diversas situaciones están recluidas en Centros Penitenciarios. Nelly es una mujer alta que por su sola presencia jamás pasa desaperciba, siempre disponible para escuchar y conversar, que apachacha con la mirada, de sonrisa noble y de fácil trato.

Reconoce que trabajar en la cárcel no ha sido fácil, frente a una sociedad que prejuicia constantemente a las personas que llegan a este lugar, donde las historias de vida poco cuentan a la hora de comprender el verdadero contexto que las llevó a quedar tras las rejas, y donde los costos familiares son altos, porque sus vínculos afectivos quedan debilitándose y quedando pausa dado el distanciamiento de sus seres queridos –principalmente sus hijos- y donde la soledad se transforma en la nueva compañera de ruta, que muchas veces llega para quedarse.

Este año la Hna. Nelly fue reconocida con el premio “Mujer Impacta 2018”, organizado por la entidad que lleva el mismo nombre y que busca reconocer y visibilizar historias de mujeres que se han hecho cargo de mejorar temas importantes en nuestro país. Frente a este premio la Hna. Nelly agradece, pero no se infla por este logro, es más, guarda cautela, reconociendo que ella es solo un medio para compartir lo que sucede en el mundo carcelario con rostro de mujer. Su testimonio caló profundo en la sociedad chilena cuando compartió con el Papa en el CPF San Joaquín, donde dijo con voz fuerte y clara: “En Chile se encarcela la pobreza”. Y con justa razón sus palabras hicieron eco en diversos espacios sociales, estatales y académicos, ya que el factor socio-económico es casi determinante a la hora de perfilar a las personas recluidas en las cárceles de mujeres.

Y la Hna. Nelly no se equivocó, pues un estudio preliminar realizado por la Fundación San Carlos de Maipo en conjunto con Fundación Colunga, señala que un 62% que reporta algún tipo de maltrato en la infancia, como negligencia parental, agresión física o verbal, o abuso sexual. Además, un 71% que declara haber sido víctima de algún tipo de agresión física, verbal o sexual de parte de sus parejas o convivientes. Respecto al acceso al empleo ha sido mayoritariamente precario y sólo un 15.6% de ellas declara haber estado trabajando en el momento previo a su privación de libertad. De esta manera, su celebré frase se confirma y que, a diferencia de las personas con poder adquisitivo, estos pueden acceder a un mejor abogado, pagar altas sumas de dinero por conceptos de multas evitando así su paso por los centros penitenciarios. Entonces, ¿efectivamente en Chile se encarcela la pobreza? ¡Juzque Usted!

Sin embargo, frente a este contexto ¿cuál es su llamado?

La Hna. Nelly nos animó a ser mujeres con voz de aquellos que no tienen voz, a reconocernos en otros espacios y ocupar espacios claves en la sociedad chilena. Nos invitó a ser “gestoras del futuro” para JUNTAS superar la vulneración y exclusión social, aprendiendo a brillar sin miedo al servicio de causas justas.

Nos invitó afinar la mirada y a no dejarnos engañar por meros juicios que solo nublan nuestras reflexiones y acciones, buscando siempre ir más allá. Nos dijo de manera enfática "no esperen nada de la jerarquía, ellos no son los que van a cambiar, son las mujeres las que vamos a transformar vidas desde las bases".

Por tanto, nos invitó a soñar y a trabajar JUNTAS al servicio de la “restauración humana”, como factor clave para nuestra transformación personal y social, dándole así un mayor sentido a nuestra existencia.

Además, nos regaló 10 máximas que hoy les dejo para reflexionar, compartir e idealmente llevarlas a cabo:

  1. Reconócete, acéptate y ámate cual eres todos los días de tu vida.
  2. No renuncies a tus sueños, define tus metas y utiliza tus talentos para alcanzarlas.
  3. Libérate de todo sentimiento de inferioridad. Buscar relaciones solidarias con los hombres, pero ten claro que no naciste para servirles, sino para trabajar con ellos de igual a igual.
  4. Toma en tus manos las confusiones de tu vida y no permitas que nadie tome tus decisiones por ti. Sé inteligente y firme al actuar.
  5. Evita toda crítica o comentario denigrante hacia otras mujeres. Sé solidaria, compasiva, empática y construye con ellas relaciones de mutuo empoderamiento.
  6. No permitas que nadie en ningún contexto te maltrate física, verdad o psicológicamente. Ten presente que el maltrato es toda acción o palabra que atente contra tu dignidad.
  7. Si eres esposa, no dependas de tu pareja, no te comportes como un apéndice. El matrimonio es un proyecto conjunto de felicidad y se construye día a día entre ambas partes.
  8. Si decides no casarte o no tener hijos, o si prefieres esperar para hacerlo, no permitas que nadie te tilde de infeliz o fracasada. Sobre todo, no te califiques así tú misma.
  9. Vive plenamente y haz de tu vida una experiencia maravillosa, llena de propósitos, sanas relaciones y felicidad.
  10. Disfruta libremente de ser mujer y ser tú misma. Se auténtica y por nada del mundo pidas permiso para brillar.

En su despedida en la Parroquia El Carmen, quedaron muchas preguntas por descubrir y reflexionar: ¿Qué mujer queremos ser de ahora en adelante?, ¿con que soñamos?, ¿qué tan gestoras del futuro estamos dispuestas ser?, ¿qué implica verdaderamente la "restauración humana" para la sociedad en que vivimos?, ¿estamos dispuestas a brillar sin pedir permiso?

Nos queda un largo camino, donde confío que la hermana Nelly vuelva a Arica para juntas seguirlo.

Ver también:

De Santiago a Arica: La experiencia de salir de la zona cómoda y entrar al campo de todas las posibilidades