La muerte de George Floyd, de 2 mapuches y las masacres del 7 de junio: En Fin... hipocresía

09 Junio 2020

En tiempos de pandemia, el racismo y la hipocresía no toman descanso. Son tantas las cosas que han ocurrido en tan poco tiempo que -a ratos- intento realizar una síntesis amable para que las personas puedan leer. 

Juan Leiva Barrios >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Acto 1: La muerte de George Floyd.

El 25 de mayo, fallece George Floyd a manos de la policía estadounidense. Muchos empatizaron y dieron su apoyo por las redes sociales, mostrándose contrario a la muerte de dicha persona en manos de agentes del Estado. El apoyo en redes sociales no dejó de aparecer, aunque también salieron los verdugos de Twitter, recordando ciertas contradicciones.

Por mencionar algunos casos, tenemos a Pancha Merino, que apareció solidarizando con la muerte del afroamericano en una publicación de Instagram, mientras que otros le recordaron cuando trataba de carita de nana a Anita Tinoux. 

Acto 2: La muerte de un mapuche. 

Alejandro Treuquil. Comunero mapuche era amenazado de muerte. Fallece producto de extraños disparos. Nadie alzo la voz. Un muerto más que no es noticia, que no es gringo, que no genera likes.

Ni el video de Catrillanca, ni las mutilaciones, ni los asesinatos durante el estallido social hizo cambiar de opinión en su momento a Arturo Vidal o Pancha Merino. La verdad, es que a Chile en general le da lo mismo y es algo bastante triste. 

Podríamos hablar del caso de Joana o del caso de Zamudio, o el caso de varios femicidios registrados a la fecha, de los abusos sexuales… da lo mismo. La moraleja es quizás “Apoyo siempre y cuando me genere likes”. 

Acto 3: 7 de junio

Una fecha donde se celebra la masacre y violaciones realizadas por el Ejército de Chile a peruanos y bolivianos que residían en Arica. El 7 de junio del 2020 a las 00:00 hora se cantaba el himno de Arica (Los mismos que le cantaron el himno nacional al eclipse, fueron al mall apenas abrió y le dan la razón a Alberto Plaza).

“Le ganamos a los peruanos y bolivianos”, gritaba un caballero de 47 años que ni siquiera le ha ganado a la obesidad. La gente estaba triste, no había ramada que nos recordara las masacres y las violaciones. A la larga la gente solo quería tomar y escuchar algunas cumbias de Américo. Nadie recuerda realmente el génesis de estas fechas. 

La chilenización era algo muy reciente que les había sucedido a las generaciones anteriores, marcando una dinámica bastante violenta hacia las personas que hablaban en su lengua nativa o eran definidos como “indios” a los ojos de militares u otras autoridades. El racismo era algo bastante visible en Arica (y aún lo es), pero nadie habla de ello. Solo celebramos, con sus anticuchos y sus terremotos a los pies del Morro. 

Los militares son los que más celebran estas fechas. Para ello es digno de celebrar fechas que conmemoren asesinatos, muertes, torturas, violaciones realizadas por ellos mismos. Con bombos y platillos se fueron a cantar frente al hospital, en donde más se les pide silencio para el descanso de los pacientes. Los militares gritaban “Arica, siempre Arica, hasta MORIR” frente al hospital y en tiempos de COVID. 

No podemos empatizar con la muerte de un afrodescendiente en Estados Unidos y ser tan ciego a lo que celebramos e incluso a lo que pasa en nuestras propias narices. Necesitamos educarnos, conmovernos y estar más conectado a la realidad local. No es nuevo que agentes del Estado asesinen impunemente a comunidades. Ha pasado en comunidades indígenas, obreros, colegios, estudiantes, grupos LGTB, mujeres, niños. No es algo nuevo y creo que esa es la relación entre George Floyd y el 7 de junio. 

Se conmueven por la muerte de un afroamericano, pero celebran las masacres y violaciones realizada por el Estado. En fin... La hipocresía.