La ONU pugna por sacar adelante un texto sobre los derechos de las mujeres

13 Marzo 2013

La violencia contra las mujeres es una cuestión de derechos humanos, nada tiene que ver con la cultura, la religión, las costumbres. Es la frase más oída estos días en la ONU, que celebra la 57 sesión de la comisión de la mujer, dedicada a la erradicación de toda forma de violencia.

Gloria Delucchi >
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“No podemos tolerar que el desacuerdo frene la acción”, dijo Michelle Bachelet, directora ejecutiva de ONU Mujeres. El objetivo es lograr para el 15 de marzo una declaración que sirva como instrumento para avanzar en la prevención y lucha de la violencia de género. Las diferencias en educación sexual, sobre el derecho a la salud reproductiva y las excepciones por las prácticas religiosas, cultura y tradiciones fueron siempre un impedimento.

La ministra española de Sanidad, Servicios e igualdad. Ana Mato, también insistió en este punto: “la erradicación de la violencia que sufren las mujeres es cuestión de Derechos Humanos, de igualdad entre hombres y mujeres y sobre todo una cuestión de dignidad humana”. Por eso consideró importante que haya una participación de toda la sociedad y de los poderes públicos para crear una sociedad libre de violencia en el Siglo XXI.

Esta vez Bachelet espera que “no sea un año más”. Pero hay países como Irán y Rusia que, junto al Vaticano intentan rebajar el lenguaje del texto final, justo en la parte que dice que la religión, las costumbres y tradiciones no deben ser excusa para que los gobiernos respondan a esta obligación de eliminar la violencia de género.

Marjon Kamara, presidenta del comité, insiste que es importante mostrar de los logros, pero “también hay que hablar con franqueza de lo que queda por hacer”. “La situación actual es inaceptable”, remachó Kamara. El Banco Mundial calcula que hay más mujeres entre 15 y 44 años que mueren por la violencia que por la malaria, el sida, el cáncer, accidentes, y la guerra juntas. Por eso la representante de Libera insiste que  es hora de la acción decidida.

Jan Eliasson, vicesecretario general de la ONU, reitera en este sentido que hay que “hacer más juntos un problema cada vez más serio”. Se trata de dar “poder a las víctimas” para ayudar a perseguir a los responsables de la violencia y proceder a un cambio cultural, para que la vergüenza se dirija sólo al que comete el abuso y no la sienta la víctima. Por otro lado, señala que hacen falta hombres y niños con coraje que se alcen contra la violencia de género.

Como reiteró Bachelet después en rueda de prensa, estamos ante una “pandemia” que golpea la vida de millones de mujeres, que rompe familias y que impide el desarrollo. Hay países donde el 70% de las mujeres sufre algún tipo de violencia en sus vidas. En este sentido, desde la ONU se pide reforzar las legislaciones para acabar con la impunidad, más trabajo de prevención, una mejor recopilación de datos y más servicios de asistencia, no sólo a las víctimas, también a las mujeres más vulnerables.

Hay 600 millones de mujeres que viven en países donde la violencia doméstica no es un crimen. Pero Eliasson recordó que no es un problema exclusivo de unos países. “Todo el mundo tiene una experiencia personal o conoce a alguien que la tiene”, expresó. Son millones de casos que no salen en los titulares y a los que la reunión de la ONU pretende dar voz.

“Se trata de mandar la señal de que es inaceptable y no será tolerada, para poder comprometer a los supervivientes”, remachó Michelle Bachelet.

Fuentes: El País, Terra, Emol